Enganchada a ti (ADAPTACIÓN)

Capitulo 54

POV Vanesa

M: Hazme tuya, quiero que tu olor se quede en mi cuerpo estos dos días que vamos a estar separadas. Me lanzo de nuevo sobre sus labios para continuar el beso, Malú se aferra a mi nuca con la intensión de intensificar todavía más ese beso, me separo y me quedo mirándola a los ojos.

V: Quítate la ropa-le ordeno

M: Quítamela tú— dice mordiéndose el labio inferior

Me encanta que sepa cómo encenderme tan rápido. Mis manos la despojaron de su ropa dejándola en las mismas condiciones que yo en menos de 5 segundos. Sus pezones ya duros me estaban llamando, así que me los llevé a la boca y los lamí con ganas mientras estrujaba sus pechos. Sus gemidos llenaban el cuarto. Colé mi pierna derecha entre las suyas e hice contacto directo con su sexo, provocando un ligero temblor en su cuerpo.

V: ¿Te gusta?

M: Mmm me encanta, no pares

Sus manos se aferraban en mi espalda mientras me movía haciendo que mi muslo rozara con su centro. Sentí su humedad correr por mi pierna y no quise desperdiciarla, así que me acomodé entre sus piernas y lamí con ganas, saboreándola. Cuando sentí que ya estaba a punto, volví a colocarme encima de ella con mi pierna entre las suyas y mientras la besaba me movía contra su sexo. Empecé a embestirla con fuerza, vi mi oportunidad cuando dejó de abrazarme, para apretar las sábanas con sus manos, me incorporé ligeramente para sentarme directamente en su centro, haciendo que quedara en contacto con el mío. No había mejor sensación en el mundo que correrme a la vez que mi novia. Las dos movíamos nuestras caderas buscando ese contacto que nos estaba haciendo perder el control. No podía aguantar más, sabía que de un momento a otro me iba a correr, así que aceleré el movimiento haciendo que las dos llegáramos a un orgasmo bestial. Caímos rendidas de espaldas en la cama

M: Wow-dijo jadeando todavía

V: Cada vez que pienso que el sexo contigo no puede ser mejor, nos superamos -digo sonriendo

M: Anda ven aquí-dijo arrastrándome hasta quedar apoyada sobre su pecho-me encanta sentir tu peso sobre mi

POV Malú

Después de una sesión de sexo apasionado, Vanesa no tardó mucho en quedarse dormida, pero yo no lograba conciliar el sueño debido a lo que me esperaba cuando amaneciera. Y por supuesto porque no me gustaba nada tener que mentirle a mi novia. Pero tengo claro que no me dejaría ir a ningún sitio con Gonzalo. Van pasando las horas y lo único que puedo hacer es mirar al techo, ya que Vanesa se habia quedado dormida apoyada en mi pecho. Veo como los primeros rayos del sol se van asomando por la ventana y a los 5 minutos suena mi despertados, lo agarro y paro la alarma rápidamente. Como puedo, levanto su cabeza y la apoyo suavemente en la almohada. Prefiero que no se despierte, así no tendré que mirarla a la cara mientras le miento. Me levanto y tras meter algo de ropa en una maleta, me voy a la cocina, le preparo unos hotcakes y antes de salir de aquel apartamento le dejo una nota encima de la mesa de la cocina.

Cielo, mi hermano pasó por mí más temprano de lo que esperaba, te he dejado el desayuno preparado, te llamo en cuanto esté en casa de mi padre

Te quiero, M

Al salir del edificio le mando un mensaje a Gonzalo para hacerla saber que la veré en la comisaría directamente y de ahí, una vez retirada la denuncia, partiremos a Malibú. Pongo rumbo a mi destino tras parar el primer taxi que pasa.

Cuando llego, ya Gonzalo me espera a la entrada, me acerco a ella desganada.

G: Hola bebé-dice acercándose a darme un beso y le paro apoyando mi mano en el pecho

M: Te he dicho que no me llames así-digo enfadada— Y vamos para adentro, quiero terminar con este fin de semana cuanto antes.

Entramos en la comisaría y como había prometido, retiró la denuncia contra mi novia, enseguida sentí quitarme un peso de encima. El oficial nos dijo que tardarían unas 48 horas en notificárselo al abogado de Vanesa. Justo el tiempo que duraría mi pesadilla. Mientras caminaba hacia la moto de Gonzalo, se me pasó por la cabeza salir corriendo, pero lo sacudí rápidamente, sabía que nada le impediría volver allá adentro a retomar la denuncia.

G: Toma— dice entregándome el casco

Se sube a la moto y me hace una señal con la mano para que me suba también, cosa que hago una vez tengo bien colocado el casco. Cuando ya estoy montada detrás de el, gira ligeramente la cabeza para hablarme

G: Agárrate fuerte bebé

Y acto seguido arranca la moto obligándome a aferrarme a su cintura para evitar caerme. Siento nauseas al estar tan cerca de el, pero no me queda de otra, así que me resigno, cierro los ojos y suelto un suspiro. Me espera el peor fin de semana de mi vida.

Bueno ya esta yendo la pobre Malú a casa de Gonzalo, os vengo a recordar que esta historia es ficticia y que no es con la intención de ofender a ninguna de las personas en las que se basa, no olvidéis votar y comentar que os ha parecidooo

-rama

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