POV Malú
Los días iban pasando y con ellos los conciertos de la gira. Después de Venezuela, fue Brasil, Bolivia, Chile y Argentina. Vanesa mantuvo su distancia conmigo, todo lo que hablábamos tenía que ser sobre la gira. Al principio intenté volver a disculparme cada vez que teníamos un momento a solas, pero su reacción era de fastidio, así que con los días decidí darle un poco de tiempo para que se le fuera pasando el enfado. Estaba en mi cuarto terminando de hacer la maleta, ya que en 40 minutos salía el vuelo a Perú, ya solo quedaba este concierto y el de Colombia que cerraba la gira. Escuché unos tímidos toqué en la puerta, cuando la abrí, allí estaba mi guardaespaldas con su semblante serio.
V: La camioneta está preparada, cuando quiera podemos ir al aeropuerto— dijo casi sin mirarme
M: Listo, vamos pues
Me di la vuelta y tras agarrar mi maleta salí de la habitación. Caminé hasta el ascensor seguida de Vanesa, al entrar el silencio era incómodo
M: Oye... ¿crees que podamos hablar en el avión? — Pregunté tímidamente
V: ¿Y de qué?
D: De lo que pasó, sé que me comporté como una—
V: Señorita Sánchez -dijo interrumpiéndome-ya le dije que eso está más que hablado, tomamos una decisión, ahora nos toca ceñirnos a lo acordado
Las puertas del ascensor se abrieron y Vanesa salió de el tras agarrar mi maleta, tardé unos segundos en reaccionar, cuando por fin lo logré me encaminé hacia la camioneta. Ella me abrió la puerta trasera como siempre y luego metió mi equipaje en el maletero, luego se subió en el asiento del copiloto y emprendimos nuestro camino. El avión despegó y llevábamos unos 30 minutos en el aire cuando la señal de los cinturones se apagó. Decidí levantarme y estirar las piernas dando una vuelta por la zona de primera clase. Era lo único bueno de viajar en avión. No soy muy fan de volar, siempre le he tenido bastante respeto, pero al ir en primera había mucho más espacio y no me hacía sentir como en una caja de sardinas. Casi llegando a la cortina que separaba nuestra zona de la clase turista va a Vanesa recostada en su asiento con los auriculares y un antifaz puestos, no había nadie sentado al lado, y la persona más cercana estaba a tres asientos, aproveché que nadie podía vernos y me senté sin que ella lo notara. Pasaron 20 minutos y no se movía, empezaba a pensar que estaba dormida hasta que levantó su brazo y se rascó la nariz. Me acomodé de lado quedando de frente a ella, cogí aire y la llamé dando ligeros golpecitos en su hombro. Se asustó al notar que la tocaba y se quitó rápidamente los auriculares y el antifaz.
M: Lo siento, no pretendía asustarte
V: No pasa nada— dijo seria— ¿Qué necesita?
M: En serio Vanesa , necesito que me escuches por favor, déjame explicarte lo que pasó
V: Señorita San-la interrumpí tapándole la boca con mi mano derecha—
M: Ya estoy hasta de tanta "señorita" Sánchez, sé que me comporté como una idiota, pero no creo que merezca tanta indiferencia por tu parte. Para mí fue especial lo que vivimos en Punta Cana.
V: ¿Y crees que para mí no lo fue? — me interrumpió por fin— Claro que lo fue, y es por eso mismo que me dolió tanto la manera en que me hablaste
M: Estoy muy arrepentida de lo que pasó. Pero lo último que me esperaba era encontrarme a mi ex en ese hotel. Con esto no intento justificar mi comportamiento, pero Gonzalo realmente me hizo mucho daño y no la había visto desde el día en que lo dejé— mis lágrimas finalmente me ganaron la batalla y empezaron a correr por mis mejillas, levanté de nuevo la mirada enfrentado esos ojos que me matan— Perdóname por favor...
Mi voz salió temblorosa, y tan bajito que casi fue un susurro. Vanesa se acercó e interceptó mis lágrimas deshaciéndose de ellas con sus pulgares al tiempo que me agarraba la cara.
V: No llores— su semblante había cambiado— no llores porque me rompes el alma. Acto seguido juntó sus labios con los míos. Su beso fue tierno y no duró mucho, cuando se separó de mí siguió besando cada parte de mi cara en donde aún había rastro de lágrimas. Yo seguía con los ojos cerrados. Cuando por fin los abrí, la miré y ahora era ella la que lloraba
V: Soy yo la que tiene que pedir perdón. Exageré la situación y reaccioné de manera orgullosa sin siquiera dejar que te explicaras— me soltó la cara para limpiar sus lágrimas— ¿Qué te parece si hacemos borrón y cuenta nueva? — dijo con una pequeña sonrisa.
M: Me parece perfecto. Pero para evitar que esto vuelva a pasar en un futuro creo que deberíamos hablar en serio de lo que nos está pasando-dije acariciando su cara.
V: Estoy de acuerdo, pero creo que lo mejor será dejar esa conversación pendiente hasta que terminemos la gira y estemos de vuelta en Madrid y deje de ser oficialmente tu guardaespaldas
Después de nuestra pequeña reconciliación pasamos el resto del vuelo casi en silencio, apoyé la cabeza en su hombro y nos dimos la mano entrelazando nuestros dedos. Sentía su pulgar en el dorso de mi mano haciendo pequeños círculos que me fueron relajando hasta que por fin me quedé dormida.
POV Vanesa
Cuando este día comenzó lo último que pensé fue que arreglaría las cosas con Malú, pero aquí estamos. Ella tenía su cabeza apoyada en mi hombro y su aroma se colaba por mi nariz, lo echaba de menos. Todavía me sorprende la manera tan orgullosa en la que reaccioné. Es verdad que ella me trató mal, pero eso lo había hecho en otras ocasiones cuando acabábamos de conocernos. El hecho de que me dolieran tanto sus palabras me asustó, porque estaba empezando a tener sentimientos muy fuertes hacia ella. Sentimientos que no tenía hace mucho tiempo. Decidí no seguir pensando en eso, después de todo ya habría tiempo de analizarlo toda una vez termine este contrato. Finalmente besé con cuidado la cabeza de Malú y cerré los ojos intentando así descansar en esta hora que quedaba de vuelo.
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Enganchada a ti (ADAPTACIÓN)
FanficVanesa, una guardaespaldas asignada al cuidado de Malú , una cantante caprichosa que se cree mejor que nadie. Está historia es una adaptación, el contenido NO me pertenece. Todos los créditos a su autora. Autora: @Lauraq91