Capítulo 5

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Toph resultó ser con diferencia la peor maestra que Aang había tenido, sus lecciones no eran calmadas, no había primeros pasos. Sus clases eran: controlas la tierra o mueres.

—¡Concéntrate, pies ligeros! — Otra piedra voló contra Aang que la esquivó con un grácil salto, enfadando aún más a Toph que no toleraba el dominio del aire delante suyo. — ¡No!

—¡No entiendo qué quieres que haga!

—¡Domina la tierra! — Toph volvió a arremeter contra el maestro del aire sin descanso hasta que este apartó la tierra usando el dominio, seguido de lanzar una fuerte llamarada.

Era la primera vez que dominaba el fuego, y se sintió bien.

—¡No domines tampoco el fuego!

Con el siguiente lanzamiento de tierra Aang aún no se había preparado para el contraataque, pero Zuko apareció delante suyo con un fuego tan potente que la tierra no los alcanzó.

—¡Así no va a dominar la tierra! — Zuko seguía delante del avatar, con una mano hacia atrás para asegurarse de que Aang seguía ahí. — Se acabó el entreno de la tierra, has provocado que use el fuego, llevarlo al límite no funciona.

—¡Yo no me meto en tus métodos, Romeo!

—Tienes que enseñar al Avatar a dominar la tierra, pero no en una lucha constante cuando no le has explicado nada. — Zuko tampoco cedía en su postura.

Toph se enfadó tanto con las continuas quejas sobre su enseñanza que se fue dando fuertes pisadas, haciendo que la tierra temblara con su marcha. Por suerte el tío Iroh fue tras ella, pidiendo al resto que les diese algo de tiempo para poder hablar.

—Tiene que aprender aún cómo enseñar. — Dijo Zuko volviéndose para mirar a Aang, quien se estudiaba las manos ahora que los gritos habían cesado. — ¿Te has quemado?

—No. ¿Crees que puedo repetirlo?

—¿Dominar el fuego? Claro que sí... — Aang parecía emocionado con aquel avance inesperado. — Podemos practicar, si quieres.

—¡Sí que quiero! — Aang no entendía por qué le resultaba tan satisfactorio el dominio del fuego, más cuando ese dominio lo hacía junto a Zuko. — Vamos.

Zuko suspiró siguiendo al avatar que parecía fuera de sí, se apartaron de la superficie irregular de rocas que Toph había creado para entrenar y se desplazaron cerca de la orilla del río.

—¿Estás seguro? ¿No estás cansado después de todo lo que has hecho con Toph?

—Estoy perfectamente. — Aang estiraba su cuerpo, calentando para disponerse a dominar el fuego.

Con sólo 5 minutos entrenando con Zuko había hecho más que con su otra maestra. Había escupido fuego y lanzado también con los puños. Ambos repetían sincronizados una serie de movimientos, cada vez más rápido. Hasta que Zuko giró su cuerpo hacia Aang y le lanzó una bola de fuego que este desvío con el fuego de su mano. Fueron unos segundos los que se mantuvieron quietos, ambos sonriendo antes de retomar una serie de ataques entre sí.

—Sólo dominio del fuego. — Le recordó Zuko sin dejar de atacar saltando sobre Aang, pero terminó recibiendo un soplido de fuego que lo mandó al agua.

—¿Qué decías?

Pero el príncipe se levantó en el agua creando vapor mientras se quitaba la prenda que cubría su torso y la tiraba a la tierra firme. Aang podía sentir a Zuko disfrutar, nunca lo había sentido tan vivo al dominar el fuego. El príncipe saltó sin darle tregua y Aang imitó lo que le había hecho hacer antes para esquivar sus ataques. No quería parar. No querían parar.

Avatar: Compañeros de LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora