Capítulo 17 [R+18]

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 —¡Arriba Señor de los dormilones! ¡Hoy te casas! — Gritó Toph haciendo su entrada en el cuarto de Zuko. La noche anterior hicieron a los prometidos dormir separados para evitar contratiempos, después de haber pasado obviamente la noche bebiendo todos juntos. Aunque Toph no parecía afectada. — ¡Hay que prepararte!

—Toph, no grites.

—Claro que grito, han venido todos los peces gordos a este circo, si no te llevo puntual Katara me pegará tan fuerte que podré ver por primera vez en mi existencia.

Zuko sonreía mientras se ponía en pie y se vestía con una de sus túnicas, tras Toph apareció el servicio con el desayuno seguido de también un somnoliento Sokka.

—Me uno a vuestro desayuno, el de Aang no tenía ni una pizca de carne. Buenos días, Zuko.

—Buenos días a ti también, Sokka.

La ciudad de la capital estaba repleta de visitantes, adornada por luces y puestos que vendrían recuerdos del gran día. Hacía tres meses que el Avatar pidió matrimonio al Señor del Fuego Zuko, un matrimonio sin precedentes que tenía a todo el mundo celebrando. Sus amigos también acudieron todos para el gran día, los reyes, gobernadores, todos estaban para ver el matrimonio del Avatar, quien terminó la gran guerra de los cien años.

***

—Katara puedo ponerme solo la... ¿Eso es una túnica?

La joven había entrado en su cuarto a primera hora irrumpiendo su mediación, la cual lo había estado ayudando a controlar sus nervios. Aang desayunó y cuando ya se había puesto la primera túnica Katara volvió a entrar para ayudarlo con el resto, su amiga estaba preciosa con un traje tradicionalmente de la tribu del agua.

—Es un traje para el nuevo consorte de la Nación del fuego, diseñado especialmente para ti, por eso sigue dando aires a los trajes de los monjes. — Le aclaró Katara quien ya estaba cogiendo el traje. — Y son varias capas, claro que necesitas mi ayuda.

Aang sonrió dejándose ayudar, sin riéndose más nervioso con cada nueva capa que pesaba sobre sus hombros.

—Me voy a casar.

—Sí, por eso estamos poniéndote todo esto. — Katara sonreía divertida con esa afirmación confusa que había expresado el Avatar. — Y después tenéis unas semanas de vacaciones en la isla del Avatar. ¿No estás emocionado?

—Estoy muy emocionado de poder tomarme unos días de descanso real. Además, vosotros vais a estar asegurandoos que nada se salga de madre.

—Claro, y en caso de que empiece una guerra iremos directos a buscaros.

Aang reía mientras extendía los brazos permitiendo que Katara terminara de colocar las mangas correctamente antes de cerrar la dorada túnica con un cinturón con los cuatro elementos grabados.

—¡Katara! — Gritó Sokka entrando en la habitación. — Toph ha roto la cosa/adorno de la cabeza de Zuko, Zuko dice que hay más, que la mandara arreglar pero Toph está fuera de... — Entonces se dio cuenta de la presencia de Aang. — Oh, estás muy guapo Aang.

—¿No sabéis no romper nada? Ya voy, quédate con Aang mientras yo calmo a Toph y compruebo que no habéis roto nada más. Luego te veo. — Se despidió Katara antes de salir por la puerta dejándolos a los dos solos.

—¿Cómo está Zuko? ¿Lo has visto nervioso?

—Nah, estaba bastante emocionado, Toph lo ha obligado a comer por si se desmayaba en la ceremonia, vais a estar bastante tiempo ahí.

Avatar: Compañeros de LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora