Capítulo 15 [R+18]

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La coronación de Zuko al lado del Avatar Aang supuso un respaldo especial para el nuevo Señor del Fuego. Las siguientes semanas a la ceremonia, Aang lo llevó a todas las ciudades de la Nación del Fuego, además de las colonias ubicadas en el reino de la tierra. Aunque viajar juntos les gustó a ambos, Suki también se unió como parte de su seguridad, además de Katara, Toph y Sokka. Un último viaje conjunto cómo el equipó Avatar.

Habían alcanzado la última de las colonias por visitar, y tras esta parada Zuko había pedido a Aang que lo acompañara a la cárcel dónde ahora estaba cautivo su padre. Una visita que debía hacer, Zuko tenía que preguntarle por su madre, no había tumba alguna de la misma y ciertas cosas que Azula mencionó lo había hecho pensar en que tal vez no estaba realmente muerta.

—Eh, ¿qué haces aquí solo? — Aang había salido también al balcón rompiéndo así sus solitarios pensamientos.

—Mi padre. — Fue la respuesta de Zuko cuando el avatar se apoyó a su lado en la barandilla, permitiéndole recostarse levemente sobre su hombro. — No es una excursión agradable, pero debo ir.

—Estaré todo el tiempo a tu lado.

—Me siento horrible. — Esa confesión pesaba en su pecho.

—¿Por qué? ¿Qué te hace sentirte así? — Aang había rodeado el cuerpo de su pareja con un brazo, manteniéndolo fijo contra él y tratando de transmitirle su apoyo.

—No quiero que mi madre esté muerta, pero si no lo está... ¿Por qué no ha vuelto a casa? ¿Por qué no ha venido a hablar conmigo?

Aang se mantuvo en silencio mientras pensaba en esas palabras, entendía que su pareja se sintiese así, que llegase a preferir que su madre no estuviese ya entre ellos antes que afrontar un abandono. Su madre había sido su gran apoyo dentro de esa violenta familia.

—Me gustaría dártelas, pero no tengo las respuestas a tus dudas. — Aang se movió despacio, poniéndose tras el moreno para abrazarlo con todo el cariño que podía. — Tampoco sé por lo que pasó tu madre o en qué circunstancias pudo huir de aquí, si eso es lo que pasó, pero no tienes culpa de nada. Es normal que te sientas así, pero no eres responsable de sus actos, al igual que tampoco eres de los de Ozai.

—Eso trato de repetirme.

—Quienes ahora están a tu lado no te abandonarán, tienes una familia fuerte, Zuko.

—Gracias.

Se hizo el silencio entre ambos mientras observaban el cielo ante ellos, no necesitaban hablar para sentirse acompañados.

—Zuko.

—¿Mmn?

—Te quiero.

—Yo también te quiero.

Zuko no veía el rostro de Aang, pero sintió que sonreía.

***

La conversación con su padre fue mejor de lo que había imaginado, se mostró comunicador y les confirmó que su madre había huido del palacio poco después de la partida de Zuko. Desconocía su paradero o si seguía viva.

Lo otro que dijo ninguno de ellos esperaba escucharlo, les dijo que pensaba que ambos compartían un vínculo a través del dominio del fuego, y que la finalidad de cumplir la profecía por la que se casó con Ursa era para tener a Zuko.

—¿Cómo sabes que tenemos un vínculo? — Dudó Aang.

—Es evidente, y no sois los primeros en vivir algo así, otros avatares también tuvieron compañeros más allá de nuestro plano. Aunque vuestro caso es particularmente único.

Avatar: Compañeros de LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora