Me alisto para ir a la máldita feria de coches con mi papá, en serio no puedo creer que prefiera más llevarme a un sitio de negocios dónde no pinto nada cuando en realidad tengo que estar en casa.
No sé para qué me asombro, él nunca se ha preocupado por mi. «Eiden puedes llevar a mi hija a casa, tenemos cosas que hacer» Esas palabras no se van de mi cabeza, estaba a penas dos minutos de salir del hospital por un ataque de asma, porque no quedarse conmigo tan siquiera una noche, tan siquiera hasta que me durmiera.
Es por gusto seguirme materializado, ellos nunca van a estar a mi lado cuando los necesite. Tengo varias preguntas que preguntarle y aunque trate de hallar las respuestas no las consigo. Ellos nunca me han querido de la forma que merezco, por un tiempo pensé que era por ser ricos, pero es imposible. Veo padres que tienes varios trabajos y siempre están presentes cuando le pasa o quieren algo sus hijos, entonces... ¿porqué?
Por si fuera poco mi cabeza está a punto de explotar. Eiden cada vez que se acerca mi corazón se altera, late a mil por horas. He tratado de encontrar la forma de estar lejos de él pero retóricamente imposible.
Siempre está pendiente de todo lo que hago, con quién hablo, con quién estoy, si he comido, si me encuentro bien, todo absolutamente todo.
Me encanta pero es imposible tratar de esconder lo que siento cada vez que está a mi lado.Salgo de mi habitación directo al coche de papá. Hoy Edien no va a venir con nosotros y eso en cierto modo es bueno. Aunque tengo miedo que ocurra lo mismo que hace unos días, en realidad Edien es muy bueno en su trabajo.
Fue el único que se quedó conmigo aunque yo le tratase mal. En cierto modo se que me pase en la forma que le hable pero se lo merecía, me dolió que me dijera que era un error, tal vez si hubiera dicho que no podría ocurrir de nuevo porque necesitaba consentrarse en su trabajo, que tiene novia o otro tipo de problema lo hubiese aceptado. Pero decirme que fue un error me destrozó el corazón.
En fin, ya estamos camino a la feria. Este es el lugar favorito de papá, siempre que tiene coches nuevos aprobecha las ferias para hacerlos famosos y venderlos más rápido. Me gusta este tipo de feria pero no por el hecho de ver a gente elogiar los autos sino, porque paso un buen rato con mi papá. Aunque está ocupado siempre se dedica a ensañarme cada modelo y como se utiliza cada uno, por eso se conducir bastante bien.
Los autos están hermosos, tienen un brillo encantador y todo los motores están bien asegurados. Hay gente por todos los lados, elgiando cada detalle, le preguntan a papá cuánto vale, que funciones tienenby otro tipos de preguntas que no entiendo porque las hacen. Al final le dice la dirección de su empresa y terminan comprando casi todos.
Ya son más de la una de la tarde, ya estoy empezando a aburrirme, las personas empiezan a retirarse y los dueños de los carros están acomodando para irse.
Mi papá está hablando de negocios con un extranjero por lo tanto me dejó sola en la cafetería del frente.
Me estoy tomando mi café, como siempre lo hago. Me percato que las nuves empiezan a nublarse y ya se siente el olor a tierra mojada. Me encanta la lluvia pero tener que pasarla en una cafetería sola me desanima un poco.
Me dirijo al festival buscando a mi papá para preguntarle si me puedo ir pero no le encuentro por ningún sitio. La gente de un momento a otro empieza a llegar y me encuentro en un callejón sin salida. La gente me evita el paso y siento que me falta el aire de tantas personas alrededor mío.
Mientras que trato de escabullirme un disparo pone eufórica a todas las personas incluido a mi. Mis piernas tiemblan del miedo y lo único que hago es llevarme las manos a la cabeza para no seguir escuchando. Lágrimas empapan mi cara, estoy sola y nadie viene a salvarme. Siento que me quedo sin aire en mis pulmones y lo que menos quiero es un ataque de asma en medio de un festival de tiroteos.