— Pasajeros con destino a Holanda por favor caminen hacia la puerta 144. En un par de minutos partiremos.
La voz de la mujer sono por todo el aeropuerto dando a entender unas dos horas de asco y mareo. Algo que detesto son los aviones, nunca me han gustado ya que uno no se puede parar o al menos para ir al baño. Además, aunque los aviones sean el transporte más seguro siempre da un poco de miedo.
Mi hermano me obligó a esto. Si fuera por mi me hubiera ido en tren. Me encanta ese transporte porque además de lento es tranquilo, y puedo concentrarme en mis canciones.
Las cuales hace un año no escribo. Mia Turel viene a la cabeza a interrumpir cada cosa. Un año sin verla a sido lo suficiente para entender lo importante que era para mí. Mi corazón se hacia un puño al pensar en ella.
¿Estará bien? —no me lo dejo de preguntar. La última vez que hablamos fui muy duro con ella. Puede que fuera por la droga que existía en mi organismo pero aunque intente convencerme que fue por eso me temo que no. Me dolió demasiado que no estuviera conmigo cuando más la necesitaba, solo por no contarle mi verdad, una verdad que solo le haría sufrir.
Mia Turel es toda mi felicidad, se que no será fácil convencer a Alarick que me deje ser su guardespaldas, como tampoco se cómo irá a reaccionar con mi presencia. Es algo que me aterra demasiado de ella.
Aunque fuese una chica débil, frágil y de buen corazón a resultado ser más fuerte de lo que aparente. Yo más que nadie se lo mucho que ha sufrido. La alejania de sus padres, el anónimo, yo, siendo un dolor de cabeza, el imbécil de Marcos queriendo llevársela a la cama, el descubrimiento de mi pasado, la muerte de su mamá, enterarse de mi drogadicción y por si fuera poco tener que aguantar las cosas que le dije y dejarme ir. Han sido tantas cosas que demuestran lo fuerte que es, aunque la conozco lo suficiente para saber que está destrozada por dentro por tanto lo que ha pasado.
El avión toma la pista elevándose, el mareo y el nerviosismo empiezan a apoderarse de mí. El aire fresco entra por la ventanilla dando un poco de frío. Falta más de una hora para descender por eso decido cojer los auriculares para que pase más rápido el puto tiempo en esta cosa. Y una escusa más para pensar en la chica ojiazul que muero por ver.
[…]
La mirada penetrante de mi familia al verme fue algo incómodo. Me fui sin despedirme de ellos y seguramente fue algo que les molestó demasiado. Cómo siempre Neskar no está con nosotros, nunca entenderé el porque de tanto odio hacia mi, pero creo que algunas cosas nunca cambian.
Damon es el primero en saludarme, él era el único familiar con el que hablaba. Además, siempre me tenía al tanto de todo lo que pasaba.
—Que bueno tenerte de vuelta, hermano —dijo entre sollozos. Me temo que mi hermano se ha vuelto muy sentimental. Debe ser porque se ha enamorado de Violet y no lo ha querido aceptar. Sigue empeñado en que Jessica es la mujer de su vida, creo que se está confundiendo.
—Gracias —en el momento que pronuncié esas palabras no sabía el significado. Tal vez, era por estar siempre a mi lado.
Sin darme cuenta se ha convertido en mi confidente. Él a estado conmigo cuando nadie en esta tierra me creía, es algo que jamás podré olvidar.
Quizás también este agradecido, fue quien protegió a Mia aún cuando no tenía la obligación de hacerlo.
—De nada, solo espero que halla valido la pena —fue lo último que dijo antes de irse.
Mi padre me dió un apretón de manos y un abrazo. De hablar, no dijo nada, tal vez, está molesto por decirle mi situación. Eran tantas cosas que en su momento no quería hablar con nadie.
