Transformers: Mademoon

Prólogo

Esta es mi historia, la historia de una chica aparentemente normal entre la raza cybertroniana; convivo muy bien con los Autobots de mi alrededor, trabajando junto a ellos, viviendo con mi Conjux Endura, y siguiendo diariamente las órdenes de Optimus Prime, si, lo que han leído, Optimus Prime sigue siendo nuestro gran líder, líder de los Autobots. No me arrepentiré nunca de haber llegado a tener esta vida como cybertroniana, pero bien, necesitan saber la historia de mis orígenes, por lo que debo comenzar a relatar.

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Mi nombre es Mademoon, ese es mi nombre de nacimiento, o eso es lo que creo, la verdad es que, anteriormente fui una humana, criada en una base militar ubicada en un lugar desolado del país terrestre de Venezuela, la ubicación exacta era un secreto, de la que siquiera me preocupé por aprender la cual es la razón por la que no la nombro hoy aquí.

 Fui criada por un militar de alto rango, quien se llamaría C. Silva; era un gran padre adoptivo, aunque no supe que lo era hasta 15 años humanos después.

Yo pasaba mi vida encerrada en aquella base, investigando y aprendiendo sobre la tecnología alienígena que allí había, tanto como de las civilizaciones alienígenas de las que provenía, pero, había una civilización que me llamaba mucho la atención, una civilización archivada con el nombre de: Cybertronianos; eran seres robóticos autónomos de un planeta llamado Cybertron, recuerdo era lo principal que decía en el archivo clasificado -¿como podía leer los archivos clasificados?- bien, pues mi padre me autorizaba su lectura con la condición de no hablar sobre ello en la base con nadie, a excepción de él.
El archivo continuaba con los nombres de dos bandos distintos, al parecer buenos y malos, llamados Autobots y Decepticons, recuerdo que también leí que cybertronianos, del primer y segundo bando respectivamente, estaban presentes en la Tierra, en el país de los Estados Unidos precisamente, mi curiosidad se había disparado y deseaba conocerlos en persona; me dirigí hacia mi padre, a quien le conté sobre mi idea, pero se negó a cumplir con mi deseo, a lo que insistí las veces necesarias. Tanto insistí que mi padre estuvo a punto de explotar y por fin lo escuché decir que sí, me llevaría a conocerlos, pero sería una misión encubierta de la cual ni siquiera el gobierno estadounidense sabría lo que de verdad se realizaría en el mismo país.

Este fue el comienzo de todo...