Capítulo 24

109 16 15
                                    


-Recibido. Estamos ubicando una gran reunión de militares en la zona, pero, ¿Dónde está la Nave? - Preguntó "Antonio 2000" a través del transmisor.

-Como lo sospechaba, esta nave no puede ser rastreada. Aquí se encuentra la nave, es tipo furtiva, muy grande y oscura -. Respondí a la base mientras nos acercábamos más a la zona.

-"Antonio 2000", cierren la transmisión de su lado, es por precaución. No podrán transmitir pero sí recibir. La transmisión podrán abrirla en situación de emergencia -. Ordenó Optimus.

-Recibido, cambio y fuera -. Fue la respuesta que recibimos por última vez de la base para luego cortar su transmisión.

Llegamos a la zona y nos transformamos frente al grupo de militares formados en el lugar, comandados por Chris.

-Es bueno volver a verlos, Autobots. Han llegado a tiempo, la nave está lista para su uso. Pero antes de que se vayan, necesito hablar a solas con Mademoon -. Dijo el Comandante Chris al vernos, observandome solo a mí después.

Optimus no se veía convencido, pero luego accedió permitiéndome ir con el militar a otra zona cercana.

-Mademoon, hay algo que debes hacer antes de la partida de los Autobots -. Comenzó por decirme el militar estando ambos a solas.

-¿Antes de su partida? Chris, yo voy con ellos a su planeta. Permaneceré con ellos, trabajaré junto a ellos -. Le respondí. Grave error.

Varios militares me rodearon, apuntándome con armas nunca antes vistas en la Tierra pero parecían totalmente potentes al punto de que pudieran llegar a extinguirme. Los observé a todos aterrada, estaba pasando.

-Tú no te vas con ellos. De hecho, los traicionaste de una forma horrible -. Decía Chris, acercándose a mí.

- ¿¡Qué!? ¿De qué estás hablando? ¿¡Por qué me apuntan con esas armas!? ¡Chris! - Decía alterada, asustada, perdida.

-Ja, mírate, la gran Mademoon expresando terror en sus ópticos. - Cómo deseaba poder aplastarlo ese momento -. Tú les dirás a los Autobots que fuiste parte del gran plan de Estados Unidos - continuó -, aquel en donde ellos fueron desactivados y enviados a la Antártida. Donde tú los 《salvaste》solo para asesinarlos a cada uno con tus propias manos, pero antes comenzabas a darles falsas esperanzas, haciéndoles creer que los ayudabas de 《Spark》.

-¡Nada de eso es verdad! - Repuse con gran enojo y tristeza al mismo tiempo.

-Claro que no, pero si les explicas todo con seriedad ellos lo creerán por completo. Más si es todo confirmado por nosotros  -. Respondió el comandante humano con una tranquilidad espantosa. Todo había estado planeado.

-Prefiero morir antes de decirles esa gran mentira y lastimarlos...

- O mejor dicho, ¿Prefieres que ellos mueran antes de decirles la Gran mentira? - Dijo, apuntando a una parte de la gran montaña allí hallada, donde se encontraban varios militares apuntando a los Autobots con las mismas armas que tenían los militares a mi alrededor. Se notaban completamente cargadas y listas para disparar.

-...no - volví mi mirada a Chris, con odio -. No les hagas daño... - Sentía que mi miedo se hacía realidad. No podía comunicarme con la base para evitar que los rastrearan, pero ellos escuchaban todo.

-No lo haré si les mientes. Y permitiré que vayan en paz hasta su planeta, sin viaje de regreso -. Me respondió el desagradable militar.

Observé a los Autobots esperando mi regreso, los miraba con tristeza. Si les decía lo que Chris quería, ellos no querrían verme nuevamente, ni siquiera escuchar de mí. Era lo que me temía... todo eso y ser separada de Smokescreen nuevamente.

Accedí, no tenía otra opción. No podía permitir que los dañaran o extinguieran sus Sparks. Una gota de Energon recorrió mi mejilla, demostrando la tristeza que sentía.

Chris y sus soldados me escoltaron hasta la zona donde los demás Autobots se encontraban. Fui obligada a secarme la gota de Energon que había expulsado de mi óptico por mi tristeza para no levantar sospechas. Los soldados se colocaron frente a mí para protegerme en caso de que los Autobots intentaran algo en su o mi contra.

-¿Mady? - Deduje que me observaba seria, porque Smokescreen logró notarlo.

- ¿Todo está bien, Mademoon? - Me preguntó Optimus.

Debía actuar lo mejor posible para sonar creíble ante ellos, de otra forma las sospechas levantadas iban a actuar como un botón que activaría el fuego contra los Autobots. Y allí terminaría todo...

-Todo está a la perfección - Comencé por decir, sentía miedo pero evité demostrarlo -. De hecho, todo ha estado mejor desde que tomamos la decisión de enviarlos a su planeta.

-¿Tomamos? Mademoon, ¿Qué está sucediendo? - Preguntó algo alterado el Comandante Ultra Magnus.

-Lo que sucede es que todo este tiempo el mal al que han sido expuestos ha sido de mi parte. Todo lo hice yo. Su desactivación y posterior transporte hasta la Antártida fue planeado por mí. Así como hacerles creer que los estaba salvando -. Decirles todo eso me dolía en lo más profundo de mi ser. Quería morir, pero no podía permitir que ellos vinieran conmigo también.

-¿Qué? - Preguntó con incredulidad mi amor, parte de mi Spark, Smokescreen. - Dime que nada de esto es verdad, Mademoon. ¡Dilo!

Él estaba a punto de golpearme, asesinarme con sus manos, pero los soldados humanos lo detuvieron con sus potentes armas.

-Todo es verdad, joven Autobot. Ella les ha hecho creer que tenían esperanzas aquí en la Tierra, solo para llegar al momento en el que podría asesinarlos a cada uno con sus propias manos. Pero, el gobierno estadounidense les otorgó el regalo de evitar que ella los asesinara, un último regalo para que ustedes se vayan tranquilamente hasta su planeta y nunca vuelvan -. Habló Chris, haciendo más creíble el relato.

Optimus y todos los demás Autobots me miraban con sorpresa, nunca lo hubiesen creído de no ser porque Chris lo estaba confirmando, habían caído en la mentira montada por Estados Unidos.

-¡Nadie me escuchó cuando dije que era mala idea confiar en ella! - Dijo Ironhide alterado -. Ahora lo saben, pero se enteraron de la peor manera -. Terminó por decir.

Chris sonrió triunfante, había logrado su cometido.

-Es momento de que se vayan -. Les dijo.

-Autobots, ya no hay nada que podamos hacer aquí -. Dijo Optimus Prime, mirándome con gran seriedad. Me rompió aún más la Spark que me observara de esa manera mi gran líder. Estuve a punto de no querer seguir con la mentira, pero mis ganas de mantenerlos a salvo fue más fuerte y me mantuve.

Todos los Autobots subieron a la nave, siendo Optimus Prime el último, escoltados por los militares para evitar huidas, cerrarles las opciones. Yo permanecí en el mismo sitio, observándolo todo, sintiendo como me desmoronaba por dentro, cómo mis ganas de venganza se avivaban cada vez más. Pero, justo después de que los Autobots encendieran la nave y surcaran los cielos hasta verlos en la lejanía de la azulada altura, los militares comenzaron a atacarme, disparando con sus potentes armas hacia mí. Por suerte, mis reflejos funcionaron a la perfección y logré esquivar los disparos, a excepción de un disparo que llegó de la nada a mi parecer, que me dió en mi brazo izquierdo, hiriendome.

-¡Arg! ¡¡Chatarra!! - Exclamé del dolor

Por suerte, la Spark me dolía aún más que esa herida externa.

- Mademoon a "Antonio 2000", activenlo, ¡ahora! - Transmití para ser escuchada. No recibí respuesta pero si un portal abierto justo frente a mí. Corrí hacía él y al entrar, éste se cerró dejando a la BBSA y su líder en aquel desolado y destruído lugar sin opción de alcanzarme o atacarme.
¿Por qué el gobierno estadounidense planeó todo eso? Pues, por el simple hecho de que se dieron cuenta que yo era mucho más peligrosa y rebelde para ellos estando junto a los Autobots.

Transformers: MademoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora