Transformers: Mademoon

Capítulo 7

 Llegamos a Venezuela, había estado afligida durante el camino, pensando, tratando de buscar un por qué a lo sucedido. No había pasado ni siquiera una hora de haber llegado al país, cuando recibí una llamada inesperada, para mi sorpresa era de Chris; contesté aquella llamada, nunca en mi vida había pensado que se convertiría en la peor llamada de mi vida, aquellas palabras que Chris me había dicho se habían convertido en las peores palabras escuchadas en toda mi vida. El militar me notificó que los Autobots habían sido eliminados, y sus cuerpos fueron enseguida enviados a la Antártida; no podía creer lo que escuchaba, ¿cómo había sido posible? Con voz temblorosa le pregunté quién era el responsable de tal acto cruel, permaneció en silencio unos segundos para luego responderme tal vez con culpa, tal vez no, que él había sido uno de los responsables junto con el gobierno estadounidense directo y habían sido órdenes del presidente de los Estados Unidos.

  Enojada, pero a la vez triste, colgué la llamada, no quería saber nada de este comandante llamado Chris; sabía desde el comienzo que esta "amistad" no iba a terminar de buena forma, sentía ira hacia aquel país e iba a vengarme por tal acto... no pensaba de manera coherente. ¿Cómo hacerlo si habían dañado a una especie extraterrestre que nos ayudaba a luchar contra las fuerzas del mal llamados en este caso, Decepticons? Lo que más me dolía, es que habían dañado a mi gran amigo, ¡y tal hecho había sido realizado por otro a quien consideraba un amigo!

  Antes de hacer nada, me senté a pensar un momento... no podía actuar sin pensar, conocía mi forma de ser: si actuaba por impulso o instinto nada podía salir bien; trataba de hacerme creer a mi misma que no estaban muertos, tal vez solo estaban... desactivados, por así decirlo, pero creía en las palabras del militar, ''están muertos'', me decía en el interior.

"Han muerto... me culpo por no haberlo evitado."  Pensaba, y comencé a llorar. Minutos después mi padre entró a la habitación luego de haber escuchado mis lamentos; al verlo, corrí hacia él y lo abracé con fuerza.

-¿¡Que sucedió!?- preguntó, enojado al pensar que alguien me pudo haber lastimado. No estaba tan errado-. ¿Por qué lloras hija?- trató de secar mis lágrimas.

- Padre... - comencé a calmarme un poco para responderle, debía explicarle todo - y-yo conocí a un Autobot en nuestro trayecto por la ciudad de Jasper en Nevada... fue cuando desaparecí por un rato; conocí al Autobot Smokescreen...- hice una pausa a mi explicación debido a que tenía un nudo en la garganta, luego traté de proseguir - S-se volvió un gran amigo para mí, lo conocía más con el pasar de los días... utilicé tu estacionamiento subterráneo para frecuentarnos- observé el rostro de mi padre pensando que tendría un gesto de enojo, pero no, estaba escuchándome atentamente.

-Pero.. llegó un día en que Smokescreen no apareció, y no podía comunicarme con él... cuando nos vinimos a Venezuela, me enteré de que...- pausé, comenzaba a llorar nuevamente-. Me enteré de que habían sido eliminados. Y  sus cuerpos enviados a la Anta... Antártida-. dije finalmente, con voz temblorosa y lágrimas cayendo y recorriendo mi rostro.

Mi padre me abrazó unos segundos y luego trató de calmarme.

- Buscaremos a los responsables, luego de haber ido a la Antártida. Hallaremos la forma de traerlos a la vida.. o mejor dicho, descongelarlos de su modo hibernación- dicho esto, mi padre me sonrió.
¿¡Como no lo había pensado!? Mi padre tenía razón, no estaban muertos, estaban hibernando gracias al frío lugar.

-Es fácil eliminar a un Cybertroniano mientras se encuentra inactivo, pero a los Estados Unidos no les conviene hacerlo, te mintieron, hija, querían que pensaras que los Estados Unidos eran poderosos y podían controlar a cualquier raza extraterrestre, pero no es así. Ahora, vendrán consecuencias catastróficas...- explicó mi padre.

- Los Decepticons- finalicé a su argumento-. Causarán estragos en el planeta.. y no solo eso... ¡querrán reclamarlo como su planeta!  Caeremos en la tiranía de su líder Megatron... debemos evitarlo...- sentía ira aún - y padre, el culpable de esto es...- no pude terminar cuando se escuchó el sistema de alarma de la base.

-¡General, estamos bajo ataque!- entró avisando un militar de bajo rango, cuando de repente parte del techo nos cayó justo a un lado, como reflejo rápido, mi padre me había abrazado, evitando que fuera lastimada por los escombros.

-Sabía que esto pasaría algún día, pero no tan pronto- dijo mi padre casi para sí mismo. Luego de esto, militares estadounidenses habían entrado en toda la base, y al avistar a mi padre indefenso, le dispararon.

 Yo observaba la escena, no podía creer lo que sucedía, ver militares de aquel país entrando y destruyendo nuestra base me enfurecía, aún más cuando observé que a mi padre le habían disparado... me observaban, sabía que llegarían a dispararme, pero todo mi alrededor se volvió lento para mí, sentí un cambio físico; mi padre, herido, me observaba, mis ojos habían cambiado de un marrón chocolate, a un azul cielo brillante, mi piel se había vuelto metálica y había crecido mucho más de lo que podía imaginar iba a crecer en toda mi vida, me observé... ¡Era una cybertroniana! No podía creerlo y tampoco había tiempo para pensarlo, sentía que ya sabía controlar este 'nuevo' cuerpo y logré transformar mi brazo derecho en un cañón de iones, asombrosamente disparé a todo militar estadounidense que observaba a mi alrededor. 

 Mi padre observaba sorprendido, sabía que vendrían más soldados, me pidió rápidamente que lo siguiera, aún herido me guió a un lugar que ni siquiera yo sabía que existía, era secreto, y gigantesco, aún más que la base entera. ¿¡Por qué nunca me había percatado de tal lugar!? Pero eso no importaba más, ahora importaba lo que mi padre trataba de decirme mientras me guiaba a quién sabía dónde.

-Madeleine, no eres realmente mi hija... - 

Mi padre aún no había terminado de hablar, y ya me había sorprendido.

-Te encontramos en una extraña cápsula gigante, de escape cybertroniana.. nunca supimos quienes eran tus padres biológicos ... el tiempo se acaba... ¡Agh!.. te adopté, pero mentía al decir que eras mi hija biológica, sucedía gracias a que podías ser humana o cybertroniana, era totalmente extraño... tú nombre verdadero es Mademoon...- 

 Abrí mis ahora ópticos ámpliamente... ¿ese era mi verdadero nombre?... padres biológicos... cápsulas... ¡Todo tenía sentido, mis sueños! Eran parte de mis recuerdos pasados.

 La base comenzaba a ceder del todo, y habíamos entrado en lo que parecía ser una nave cybertroniana, acorde a mi tamaño.
-Debes irte.-

-Padre, no voy a...-

-¡No hay tiempo para discu..!.. agh.. debes irte ahora-

Por el mismo pasillo en la cual habíamos entrado al secreto lugar, comenzaron a aparecer soldados estadounidenses.

-¡Vete ya!.. espero que tengas en un futuro una vida feliz... te quiero Mademoon-. dijo finalmente sonriente y con lágrimas en sus ojos, activó rápidamente la nave y salió de ella antes de que despegara; pude observar  con tristeza desde aquella nave cómo era asesinado fríamente mi padre adoptivo. 

 Sobre mí, el techo se abría como una compuerta, el lugar estaba escondido en el subterráneo y ya había sido tomado por los estadounidenses, la nave automáticamente comenzó a camuflarse en el exterior, ya era invisible, tanto visualmente, como para los radares, la nave estaba en modo de piloto automático lo que me dio tiempo para observar la nave en el interior, percatándome de que gran parte de la información alienígena más importante recolectada en la base, estaba ahí... mi padre adoptivo lo tenía planeado, y quería que continuara archivando secretos extraterrestres, cosa que yo amaba realizar. 

 Me dirigí a los controles de la nave nuevamente, y supe que debía colocar las coordenadas de la Antártida, no sabía donde se encontraban los Autobots exactamente, pero sí sabía que sus cuerpos se hallaban al aire libre, coloqué las coordenadas del continente antártico y la nave comenzó a dirigirse al lugar. Tan solo 30 minutos tardó aquella nave en llegar al lugar, iba a recorrer todo el continente si era necesario para encontrarlos. 

 Había comenzado una fuerte tormenta de nieve durante mi recorrido aéreo, empezaba a avistar algo en la lejanía como una sombra en la nieve de la superficie, me era difícil detallarlo, y decidí desactivar el piloto automático de la nave para acercarme; la nave comenzó a descontrolarse, y a descender con rapidez, trataba de hacerla subir nuevamente, sin éxito, sabía que me estrellaría contra la nieve inevitablemente, así que me prepare para el impacto... todo se oscureció instantáneamente.