Capítulo 14

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La gigantesca nave despegó y esto me había hecho sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo, realmente sentía algo de miedo, también pensé en que había sido por el hecho de que esa cabina de la nave era iluminada con luces muy tenues y con el resplandor de los ópticos de nosotros los Autobots, no entendía el por qué la nave contenía ese tipo de luces.

 Chris se dirigió hasta un militar que no logré reconocer y quien se encontraba cerca de la sala de mandos de la nave, algo le decía, yo podía observar tan solo el movimiento de su boca,mas no podía oírle.  

Smokescreen, quien se encontraba sentado a mi lado, me susurró.

-Mady... debo decirte algo-. Parecía ser urgente lo que deseaba decirme.

-Smoke, por favor no me asustes-. Le dije, susurrando.

-Sé que no es momento para decírtelo debido a tu miedo actual, pero... Mady, Chris, lo puedo recordar... él nos desactivó personalmente, rodeándonos a todos con químicos que nos habían hecho entrar en modo de hibernación en un plazo de 10 segundos... - Me susurró de vuelta-. Esa es la razón por la que lo vi con odio.

Mi Spark comenzó a latir más rápido que antes, sabía que Chris había sido uno de los militares incluidos en aquella malvada misión de desactivar a los Bots, pero no sabía que personalmente los había hecho entrar en su modo hibernación. Estuve a punto de desactivar la seguridad de mi asiento y levantarme pero Chris se acercó a mí y no tuve oportunidad de hacerlo.

-Mademoon, hay algo que me veo obligado a decirte. 

Me mantuve unos segundos en silencio, no sabía qué hacer, lo admito.

-Am... bien, ¿qué debes decirme? - Le pregunté finalmente.

-Necesito que me acompañes, debo hablarte pero a solas-. Fue su temible respuesta. ¿A solas? Esa idea no me gustaba.

-Yo... de acuerdo.

Desactivé la seguridad de mi gran asiento y me levanté. No me sentía segura en acompañar a Chris a otro lugar donde estaríamos a solas, pero no tenía otra alternativa.

El militar me guió hasta una pequeña sala que se encontraba totalmente vacía. Sin muebles, sin armas, sólo vacío y una luz que guindaba del techo.

-Moon, tengo algo que confesarte.

Mi Spark comenzó a latir cada vez más ¿qué iba a confesarme?

-Yo... -Continuó- Fui personalmente quien desactivó a los Autobots...

Me sorprendí ante su confesión, no por lo dicho ya que yo tenía conocimiento de ello gracias a Smokescreen, pero sí porque lo había confesado, pensé que nunca lo haría. Me había equivocado.

-No fue porque quería, Mademoon. Solo seguía órdenes, tú debes entenderme... Ser militar es mi profesión, es mi vida, y si la pierdo por desobedecer una orden, pierdo todo...

No quería entenderle, pero lo hacía, le entendía a la perfección. 

-Chris... Pero, siguiendo esa orden... ¡sabes que ellos son seres vivos, sintientes y con alma! Debiste arriesgarlo todo por salvarles la vida... Podían haber muerto si yo no aparecía... -Le dije con cierto enojo, odiaba principalmente la idea de Estados Unidos de querer «desecharlos» como basura después de toda la ayuda que los Autobots nos habían proporcionado, ayuda y enseñanzas que nunca deberíamos olvidar nos otorgaron. 

-Lo sé... Lo sé Made, ahora me arrepiento de no haber desobedecido. Por favor, perdóname.

Sus palabras sonaban sinceras, me habían tocado la Spark. Suspiré.

-... Te perdono, Chris. Ahora importa que me estás ayudando a ayudarles- Le sonreí-. Te agradezco mucho por eso.

Chris no pronunció palabra alguna, solo se limitó a sonreír y hacerme un gesto, quería que le siguiera y así lo hice. 

Me llevó de vuelta a la sala principal, donde estaban los demás Bots , rodeados protectoramente, de los militares armados.

-Ve a sentarte, llegaremos dentro de poco a tu base en Venezuela...

Me senté en mi respectivo asiento y activé la seguridad del mismo. Smokescreen me observó confuso.

-¿Qué sucedió?- Me susurró, aparentemente preocupado.

-Me confesó justo lo que me dijiste, Smoke. Le susurré de vuelta.

Smokescreen se sorprendió. No me dijo nada más debido a que Chris estaba cerca y podía darse cuenta de nuestra seria comunicación, era algo que debíamos evitar.

-Bien, Autobots, estamos sobrevolando ya el país llamado Venezuela, donde les dejaremos en la base de Mademoon. Nuestro trabajo solo consistía en transportarlos hasta ese lugar con seguridad y estamos a punto de terminarlo-. Dijo con firmeza el comandante Chris, dirigiendo sus palabras a todos nosotros.

Los Autobots sintieron alivio, pude notarlo en sus rostros. No pronunciaron palabra alguna.

Me emocioné, estaba nuevamente en «mi país» y Chris había sido buen amigo conmigo, confesando también sus acciones por obedecer órdenes de sus superiores. No estaba ocultándome cosas, o eso parecía. Todo iba marchando bien, con calma...

Transformers: MademoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora