Transformers: Mademoon

Capítulo 11

-Mady, ¿Estás del todo segura en llamarlo?- Me preguntó Smokescreen con preocupación luego de haberle dicho que ese militar, Chris, era quien... los había enviado a la Antártida, uno de los tantos a quienes les fue dada la orden de realizar aquel acto cruel hacia los Autobots.

Smokescreen y yo conversábamos lejos de Ratchet y Optimus, para que no nos escucharan.

-En realidad, no estoy muy segura en hacerlo...- Le respondí- Temo que llame a sus superiores y... suceda algo peor.

-No lo llames-. Me dijo Smoke con firmeza.

-Es nuestra única solución, Smokescreen.

-No lo hagas.

-No voy a permitir que se congelen aquí y terminen por extinguirse-. Le expresé.

-¿Prefieres entonces que nos maten a sangre fría?

-Tomaré el riesgo...

-¡Nos asesinarás!

-¡No Smokescreen, no voy a permitir que mueran de tal manera, de ninguna de las dos! Si Chris se atreve a llamar a sus superiores, haré todo lo posible por evitar que les hagan daño... aún así deba entregar mi propia vida por ustedes.

Smokescreen solo suspiró.

-Piénsalo, Madeleine. Si Chris se entera de que tú estás aquí y nos has activado nuevamente, decidirá extinguir tu Spark antes que a todos nosotros, porque sabe que si no lo hace, tú evitaras que él nos haga daño de una manera u otra... Mady, no quiero perderte-. Aún no logro sacar de mi mente aquellas palabras de Smokescreen. Él tenía razón, pero el hecho de que había dicho que «no quería perderme», me había hecho pensar que Smokescreen sentía algo por mí, mucho más que simple adoración... Esto me hizo tener un corto flashback.

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-Mady, yo... estoy... bueno, ya sabes-. Me dijo, habíamos anteriormente discutido porque él pensaba que yo le hablaba mucho tiempo a Wheeljack.

-No, no lo sé... creo.

-Estoy... celoso.- Me dijo, no pude evitar sonreír por el acto, no sé qué había ocasionado mi amplia sonrisa... o tal vez sí. Pero nunca olvidaré la forma en la que me lo dijo.

-Ow Smokescreen... no tienes por qué, sabes que te quiero mucho, aún más que a Wheeljack, tenlo en mente siempre-. Le dije.

-Lo haré, pero, una cosa más... Mady, te adoro-. Me dijo finalmente. No podía creerlo, me adoraba, era aún más que un simple «te quiero» dirigido a mí por parte de Smokescreen, un «Te adoro» valía aún mucho más que lo anterior. Y debo admitir que no pude evitar abrazarlo, un abrazo que, desde mi tamaño humano, abarcaba tan solo un dedo de su gigantesca mano.

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Aquel recuerdo me impulsó a abrazarlo con ternura, lo quería demasiado, no, aún más, lo adoraba... o no, algo aún mejor... sentía que lo amaba, sí, ese era el sentimiento que me describía, sentía amor por él.

A diferencia de mi anterior tamaño humano, este tamaño sí podía abarcar el espacio de un abrazo normal en el cuerpo de Smokescreen, eso me hizo sentir muy bien, era la segunda vez que lo abrazaba en mi modo cybertroniano, pero esta segunda vez se sentía aún mejor que la primera.

-No vas a perderme, Smokescreen-. Le dije, esperando que él confiara en mis palabras.

Y confió, lo digo porque sentí que correspondía mi abrazo y me susurró.

-Te adoro, Mady... Y confío en lo que dices.

Oh, escuchar susurrarme aquellas palabras fue lo mejor del momento, apartando el tierno abrazo. Estoy segura de que si Smokescreen hubiera sabido que lo amaba en ese momento, me habría besado, puedo hasta jurarlo.

Ambos nos separamos, permanecer mucho tiempo abrazados atraería la vista de Ratchet y Optimus a unos cuantos metros de nosotros, y eso queríamos evitarlo a toda costa. Por suerte, ambos estaban de espaldas a nosotros, decidimos entonces acercarnos a ellos.

-Optimus - comencé por decirle a nuestro líder- estaba intentando contactar a mi amigo... me llegó una interferencia, intentaré de nuevo-. Mentí, me sentí mal por hacerlo, pero no quería atraer sospechas de Ratchet y Él, sabiendo que tenían conocimiento de que Smokescreen y yo habíamos estado solos allá atrás.

Esta vez sí intenté la llamada, estaba nerviosa, tenía miedo de alguna reacción hostil de parte del militar...

Finalmente, luego de varios segundos, que duraron mis pensamientos de duda y miedo, contestó.

-Habla el Comandante Chris... - comenzó por decir la voz en mi intercomunicador, aquello me sobresaltó un poco- Identifíquese.

-Chris, soy... Madeleine-. Estoy segura de que Chris se había emocionado al escucharme.

-¿¡Mady!? ¡¿Dónde has estado?!- Me preguntó con gran sorpresa - Estuve buscándote en tu país, no encontré rastros de ti, me preocupó mucho.

Lo dicho por él me hizo comenzar a sospechar, pero, ya no había vuelta atrás, debía pedirle ayuda, debía con ello, ayudar a los Autobots a salir de aquí y evitar que terminaran por desactivarse nuevamente, o hasta yo... ahora era propensa a la misma situación que los Bots, debía apresurarme.