Moneda

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-¿Puedo pasar?- Nimet se limpió los ojos intentando fingir que no pasaba nada

-Boran...- y levantándose del sillón donde acampo todos esos días corrió a los brazos de su primo

-Kadir me conto lo que paso- la apretó contra su pecho analizando el desfile de platos sin comer y la falta de comunicación a su alrededor

-¿Lo sabias?- dijo sin zafarse de su abrazo ni un minuto

-Ya era consiente cuando todo paso, así que mi madre nos lo conto todo a Rubí y a mí, a decir verdad pensamos que sería algo que quedaría en el pasado... pero...-

-¿Pero?- se separó de ella

-Parece que entre más deseas que algo no suceda llega a ti para demostrarte lo contrario- se sentaron en la orilla de su cama- Rubí quería venir, pero los niños no la dejan ni a sol ni a sombra, sabemos que deben estarse tomando todo de la peor manera- acariciaba el dorso de su mano intentando que estuviera tranquila- todo el mundo está pendiente de como reaccionara la tía Seher, pero... nadie de cómo estas tú, y eso mi querida prima, me angustia mucho-

-Papá y Kadir me han quitado mi celular y mi ordenador, supongo que piensan que desapareceré por medio de un mensaje de texto o yo que sé. Sé que no quieren decírselo a mamá... y a decir verdad yo también opino lo mismo- dio un largo suspiro jugando con sus dedos nerviosa- Estoy molesta, decepcionada y de verdad desearía pertenecer a cualquier lugar menos a este... pero mamá...-

-Es duro conocer la verdad-

-¿Cómo pudo seguir sonriendo después de todo eso? yo de solo enterarme llevo una semana sin poder comer ni dormir, la culpa me mata...-

-Pero...-

-Pero lo amo...- sus ojos se llenaron de lágrimas tan pronto como la imagen de ese hombre llego a su memoria- no es como si esto fuera algo que se puede controlar... quizá nuestros cuerpos tienen la misma química que alguna vez tuvieron Leonardo y mi madre... quiza es solo mala suerte, yo que voy a saber-

-Sabes que siempre puedes venir a casa conmigo y con Lilia, ella te adora, y tú necesitas un tiempo lejos de estas cuatro paredes-

-Como si fuera tan fácil- suspiro-Kadir apenas si me mira y papá no me dirige la palabra, mucho menos me dejaran salir de aquí-

Boran sabía que tenía razón, ni de chiste dejarían que se fuera con él, pero al parecer todos estaban perdiendo lentamente la coherencia, era como un evento cíclico que los Demir y los Lombardi estaban predestinados a vivir, de nuevo eran separados, por razones sin sentido y de nuevo exista alguien con el corazón tan herido que podría hacerlos caer uno a uno.

-¿Entonces?- la voz de Mattias por el teléfono parecía lejana y al mismo tiempo llena de esperanza

-Está en Estambul, en el departamento de la ciudad, Kadir y Kemal están con ella-suspiro Boran mirando por la ventana de su oficina- En realidad no creo que pase a mayores, no es como si la pudieran tener encerrada para siempre, tarde o temprano mi tía o el abuelo harán preguntas-

-¿Cómo esta ella?-

-Mal, no come ni duerme, mi tío le ha contado todo de un solo golpe, así que ya debes de imaginar todo lo que está pasando y ¿De tu lado?-

-¿Qué te puedo decir?- rio sarcástico- está hecho una furia, pero al menos está viendo todo con perspectiva-

-¿Crees que lo logren?-

-Sinceramente no estoy seguro, sea como sea, deberemos tenerlos en la mira, Francesco dice apoyarnos, pero yo no me fio del todo-

-Francesco es de confianza, créeme, pero su padre-

Pecador (En Pausa Indefinida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora