Asesino

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Esa mañana Melek despertó entre los brazos de su padre, apenas abrió los ojos lo sintió acercarla a su pecho con un sentimiento que le recorría su cuerpo de pies a cabeza. Sabía que las cosas no estaban bien, su madre seguía dormida y ahora muchas caras que no conocía se volvían comunes día a día, su padre no se apartaba de ella.

Pareciera que tuviera miedo, y ella jamás pensó en toda su pequeña existencia que su padre supiera lo que era ese sentimiento, al menos no hasta ahora.

-Buen día mi Melek- beso su frente levantándola para que se abrasara a su cuello- hoy podrás dormir por fin en una camita- sobo su espalda poniéndose de pie con ella en brazos para mirar por la ventana- Melek, ¿Tu abuela Seher te agrada?-

-Me agrada papi- dijo recargada en su hombro aun perezosa

-Eso me da mucho gusto, ella te quiere mucho, te ama...- y sus brazos la apretaron aún más- Mi Melek... hoy la abuela te llevara a casa con ella... tu mamá deberán ir con ella-

-¿Mamá ya despertó?- sus ojitos se dirigieron a aquella cama que no paraba de pitar

-Lo hará mi niña, lo hará, por eso debes ir con la abuela, porque ella no sabe las cosas que le gustan a mama-

-Las sabanas que huelen a uva-

-Exacto...- acaricio su rostro- esas cosas solo las sabemos tu y yo, así que alguien debe ir con ellos.

-Papi...-

-Deberás de cuidar de mamá...- beso su frente con lágrimas en los ojos-

-Papi...- sus manitas recorrían su rostro y Milo quería con todas sus fuerzas soportar todo el mundo que caía ahora mismo en sus hombros

-¿Milo?- Seher se asomaba por la puerta

-Vamos enseguida- se recompuso limpiando su rostro y besando la frente de su pequeña

-¿Mamá y tu irán con la abuelita? ¿Vendremos a verlos?-

Y mientras la inclinaba para que besara la frente de su madre y lo veía dar lo que parecía una súplica a Dios supo que su padre se estaba despidiendo de ella.

Cuando llegaron al estacionamiento del hospital todos le esperaban, se aferró a su padre con todas sus fuerzas mientras intentaba convencerle que todo estaría bien, que todos en casa serian bueno "Boran será quien te ayude si tienes cualquier inconveniente... llámame cada que quieras" Kemal no quería verlo.

Pero ese hombre estaba abatido, apenas si podía imaginar todo el dolor que guardaba en su pecho aquel hombre. Hasta hace apenas un par de semanas su vida era perfecta, pero un día, alguien despertó dándose cuenta de aquella felicidad y de la nada la llevo consigo.

Y gracias a eso ahora el tenía que despedirse no solo de su esposa... también de su hija...

-Melek, llámame cuando te sientas sola, papá siempre estará para ti, te juro que iré pronto por ti y por mamá. Te lo juro- la abrazo- te amo con toda mi alma mi pequeña... te amo...-

-Te amo papi... ven conmigo-

-No puedo... estarás bien, te lo juro-

-Papi...-

-Melek ven con la abuelita- la tomo de la mano pero ella se negó

-Papi.... No me dejes papi... Ven conmigo... ¡PAPI!-

-Llévensela... Kemal llévatela porque si no, no la voy a poder soltar- dijo luchando contra todo su cuerpo para no levantarla en brazos y quedarse a su lado

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2024 ⏰

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Pecador (En Pausa Indefinida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora