Secretos y música

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Ya casi se cumplía un mes desde que empezó esta locura que creyeron no soportarían. Pero, inesperadamente, luego de tantas peleas estúpidas y sucesos extraños, lograron no matarse entre sí.

Pero ya se acercaba uno de esos momentos decisivos que quizás probarían que realmente podían soportarse finalmente sin pelear ni insultarse.

El viaje escolar.

Es algo que se hace una vez cada año y es parte de la nota a final de bimestre. Tweek y Craig, como se hizo costumbre desde primer año de secundaria, se han peleado por distintas razones en esos viajes escolares, lo que los llevó a destruir estatuas históricas y obras de pintores famosos.

¿Será que estos chicos finalmente mantendrán la calma sin causar desastres?

-Chicos, mañana es el viaje escolar -dijo la profesora una vez ya terminada la clase del día de hoy. -Entreguenme sus permisos firmados de una vez.

Todos fueron a entregar sus permisos, todos excepto Tweek, que se quedó dormido en clase. Sus amigos se percataron de eso y fueron a despertarlo.

-Psst... psst.. Tweek... Tweek -Rebecca lo sacudía despacio esperando a que despierte, pero no lo hacía y se preocupó.
-Tweek despierta...

Pensaron llevarlo a la enfermería cuando...

-¡DESPIERTA! -le gritó Gary al oído y Tweek se despertó asustado y temblando.
-De nada.

Se había quedado dormido porque se sentía muy agotado por alguna razón.

-No era necesario hacer eso -dijo Tweek incorporándose de su asiento.
-Casi me dejas sordo... -se quejó mientras sobaba sus ojos ya más despierto.

-Estoy de acuerdo en que fue muy innecesario -dijo Rebecca.
-Pero nos preocupaste, no despertabas, ¿no estás durmiendo bien?

Tweek desvió la mirada de sus amigos.
-Sí, de hecho, estoy durmiendo más que antes, no sé si eso es bueno o malo.

-Claramente, no parece que eso sea muy bueno -dijo Pip también preocupado.
-¿Estás seguro de que estás bien?

No quería preocupar a nadie con sus problemas, eran tonterías sin sentido.

-Sí, por supuesto -dijo Tweek aún bostezando. -¿Para qué me despertaban?

La maestra, que ya quería irse a su casa, estaba esperando.

-Joven Tweak, ¿va a entregarme su permiso o asumo que no irá?

Tweek finalmente ya estaba bien despierto, tomó el papel de su libro de matemáticas y fue hacia donde estaba la profesora para entregar su permiso. La mujer finalmente salió.

Sus amigos aún lo veían desconfiados, como si no creyeran al cien por ciento que sí se sentía perfectamente.

-No me miren así... -dijo Tweek apenado.
-Vamos, tenemos ensayo.

No quisieron incomodarlo más, solía ser muy reservado con sus cosas, pero son sus amigos obviamente estaban preocupados y Tweek se negaba a cooperar. Solo podían confiar en sus palabras.

...

Luego del ensayo, Tweek fue directo a su casa para descansar. Sentía mucho cansancio.

Cuando entró y fue a la cocina para tomar un vaso de agua, casi se asustó porque pensó que no había nadie.

-¿Abuela? -dijo un poco sobresaltado pero con alegría. -¿Eres tú?

La anciana lo vio con mucho cariño y lo abrazó.

-Por supuesto que sí, mi niño. ¿Quién más? -Luego de ese abrazo, Tweek sonreía feliz, pero su abuela lo observó y se vio preocupada.
-¿Por qué estás tan delgado?

Destino o Castigo - [ Creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora