Eterna Oscuridad (Pt.2)

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Era medianoche; las calles se encontraban vacías, y ellos corrían como si sus vidas dependieran de ello, empapados por la fuerte tormenta.

Con las pruebas en sus manos, lo más lógico que hicieron fue ir directamente a la comisaría. Pero para su mala suerte,
al llegar, estaba completamente vacía.

-¿A dónde fueron? Maldita sea -. Maldijo Ike con frustración. Karen, por su lado, tenía ganas de llorar. -Por supuesto, no hay nadie porque todos están buscando a Tricia, carajo.

No había más opción que irse de ahí y buscar ayuda en otro lado o esperar ver una patrulla.

-¿No debería haber al menos alguien aquí? -. Dijo Karen aguantando su frustración. -Agh, vamos a buscar ayuda en otro lado.

Salieron del lugar, y a lo lejos se escuchaba de forma estruendosa la música de un concierto, lo que explicaba por qué la mayoría de las calles estaban vacías. Eso daba un aire de película de terror.

Caminaron por las calles ansiosos, sin saber a quién acudir; no podía ser a cualquiera.

Pero de repente, sus rostros se iluminaron al ver pasar una patrulla. Se acercaron para llamar su atención rápidamente, y esta se detuvo.

-Menos mal -. Dijo Ike intentando articular palabras. -Por favor, necesita ayudarnos.

El hombre en la patrulla los miraba con extrañeza pero no decía nada.

-¡Sí, por favor! ¡Es urgente! -. Exclamó Karen. -¡Nuestra amiga está en peligro y...

-Eh... -. El hombre la interrumpió.
-No soy la policía, mocosos.

Sus expresiones cambiaron a una de extrema confusión.

-¡No es tiempo para bromas! -. Dijo Ike con desesperación. -¡Necesitamos ayuda!

El hombre rió burlonamente y empezó a subir las ventanas.

-Molesten en otro lado, mocosos. Acabo de robar esta patrulla -. Rió y subió la ventana por completo. -Buena suerte...

Vieron el vehículo alejarse; ahora sí que estaban jodidos. La calle estaba desolada, y no sabían qué hacer.

-¿Y ahora...? -. Dijo Karen intentando no llorar. -¿Se supone que esperaremos hasta mañana? Maldita sea...

-¿Qué nos queda? Esa mujer es una psicópata; si vamos a decirle a alguien que no es la policía, no se sabe lo peligroso que puede ser -. Explicó Ike, conteniendo sus lágrimas también.
-Espero que aún no sea demasiado tarde.

Fueron a sentarse en la vereda durante un rato con la esperanza de que en ese momento pasara otro patrullero. Pero no sabían si aún contaban con tiempo.




...




Estaba regresando a casa lleno de arrepentimientos, sin entender por qué era tan idiota. Había hecho demasiadas cosas horribles, sin importar cuál fuera la intención.

Se preguntaba por qué no fue detrás de él, por qué se quedó ahí viendo cómo se iba. Cuando dijo aquella frase, su corazón dio un vuelco que lo desestabilizó, y no fue capaz de hacer nada más que gritar su nombre mientras lo veía alejarse bajo la fría lluvia de medianoche.

Había abandonado ese estúpido concierto hace un rato, le daba igual todo, pero recién se animaba a volver a casa. Estuvo dando vueltas por el parque sin importarle mojarse con la fuerte lluvia.

Se sentía el ser más miserable del universo. ¿Cómo podía llegar a casa en ese estado? Aunque realmente no logró calmarse, ya era muy tarde.

Caminó hasta llegar a casa, donde su madre aún estaba despierta y lo esperaba.

Destino o Castigo - [ Creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora