Eterna Oscuridad (Pt.1)

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Este día era más gris de lo habitual; a cada minuto el sonido de una patrulla indicaba que la búsqueda incesante no se ha detenido.

Era viernes por la mañana en la secundaria de South Park; podías escuchar muchos cuchicheos sobre lo que estaba pasando en el pueblo. Una niña lleva veinticuatro horas desaparecida. Es una búsqueda difícil; no lograron localizarla y se teme lo peor.

Están en la búsqueda de la pequeña de doce años, Tricia Tucker.

Lo único que se sabe es que salió de su casa el día anterior y ya no volvió. Su celular está apagado, no hay rastro de ella, y es como si se la hubiera tragado la tierra. Hay mucha incertidumbre alrededor del hecho.

Es un idiota, una persona horrible, y acepta cualquier adjetivo para él en este momento. Su hermana está desaparecida, y no puede más con la preocupación. Sabe que está mal pensar en lo que pudo ser y no en lo que será. Si tan solo le hubiera mostrado más aprecio, si tan solo hubiera sido un mejor hermano, quizás no tendría este profundo arrepentimiento.

La situación es incierta, y nadie tiene ni la más mínima idea de dónde puede estar. No tuvo ánimos para venir a la escuela hoy, pero su madre insistió en que lo hiciera. No sabe cómo puede pedirle que esté tan tranquilo cuando su hermana está desaparecida. Obviamente, solo piensa en buscarla hasta debajo de las rocas con tal de encontrarla.

Su madre ya estaba lo suficientemente estresada por esta situación, así que no quiso darle más dolores de cabeza y la obedeció yendo a la escuela de todas formas.

Tal y como se lo esperaba, pasó lo que menos quería: un montón de idiotas lamentando la situación por la que está pasando su familia o incluso dándole el pésame. Su hermana no está muerta y no necesita la lástima de ningún idiota que no ayudará en su búsqueda y mucho menos hará algo más que parlotea.

Los ignoró como pudo y llegó a su salón. Aunque ahí mismo en la puerta vio a Tara, que lo estaba esperando.

Habían pasado una semana y media desde que decidió darle una oportunidad, pero era claro que le daba igual esa chica sin importar lo que ella intentara o lo que creyera.

—Craig… —dijo con preocupación la chica. —Me enteré de lo que ha pasado… yo lamento escuchar lo que pasó con tu hermana... estoy segura de que está cuidándote desde donde sea que esté...

—¿Qué mierda estás diciendo? —dijo Craig, callándola al instante. No quiere oír eso, solo quiere saber dónde está su hermana.

—Lo siento, solo quería hacerte sentir mejor… —dijo Tara, y Craig solo rodó los ojos. ¿Cómo se supone que escuchar a alguien hablar como si su hermana estuviera muerta lo haría sentir mejor? —No te lo tomes a mal…

—No importa… —estaba cansado y no quería discutir. Cuando saliera de la escuela, seguirá con la búsqueda de su hermana.

—Y… ¿qué te parece si vamos a algún lado después de clases? —sugirió, le pareció buena idea para que se distraiga y además, quería una cita. —Yo creo que…

Iba a decir alguna cosa para evitar que ella quisiera pegarse a él todo el día, pero no pudo articular palabras cuando vio a Tweek acercarse dudoso hacia donde estaban ellos.

Craig no pudo evitar que su corazón se acelerara cuando cruzaron miradas. Llevaban días sin hablarse luego de lo que pasó en el baño. Y ahora, Tweek decidió acercarse a él por su cuenta.

—Hola… —se acercó apenado, se enteró de lo que pasó con Tricia y no dudó ni un momento en venir. —Acabo de enterarme…

Era incómodo estar cerca después de lo que pasó entre ellos, y después de estar días sin hablar lo era aún más. Craig se puso nervioso con la presencia de Tweek.

Destino o Castigo - [ Creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora