Un instante, solo un instante

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Craig Tucker se acercó a la mesa de los chicos del club de teatro, no para pelear ni nada, simplemente llevó una bandeja con comida a Tweek. Sí, a Tweek. Incluso sus amigos veían confundidos la escena.

¿De qué se habían perdido?

Tweek estaba avergonzado, todos los estaban viendo.

-¿Qué haces? - Preguntó bajando la mirada viendo lo que Craig le había traído.

Craig rodó los ojos.

-¿Darte comida? - Dijo obvio y Tweek lo miró cómo: obviamente no me refería a eso. -Come.

Vió temeroso la bandeja frente a él, traía una leche chocolatada, un sándwich y unas galletas de vainilla.

-Gracias... - Dijo, pero no estaba seguro de si podría comerlo. -¿Eh...? - Se quedó perplejo al ver a Craig sentarse en la banca a su lado.

Mientras tanto, Bebe chillaba de emoción.

-Come, ya terminé de comer yo - Desvió la mirada. -Da igual si me quedo.

Los amigos de Tweek eran los más sorprendidos. Rebecca sentía que le daba algo y casi estampó su cara contra su bandeja de comida, Pip estaba ahogándose con el té, Butters estaba sumamente confundido, y a Gary todo le daba igual, solo siguió comiendo.

-¿Por qué ponen caras tan estúpidas? - Se burlaba Damien que apareció de la nada, ya se acostumbraron a él.

A Craig le daba igual que todos los estuvieran mirando. Cuando estuvo meditando sobre lo de no decir abiertamente que él y Tweek eran amigos, se dio cuenta de que era muy estúpido. Sus amigos tienen razón, él dice que no le importa algo pero actúa como si le importara. Además, luego de saber lo del problema de Tweek gracias a la explicación mágica de Bebe, sintió lástima y ahora quiere demostrar su apoyo. Tiene una rara afición por cuidar lo que se ve vulnerable.

-¿En serio te vas a sentar aquí? - Preguntó Rebecca confundida. -¿En serio?

Craig rodó los ojos. -¿No ves que ya me senté? - Le sacó el dedo del medio. -Enano, tus amigos son raros - Le dijo a Tweek, y todos los miraron feo excepto Tweek, que estaba debatiéndose sobre si comer.

-Si somos tan raros, deberías regresar a tu mesa de chicos populares o lo que sea - Dijo Gary, pues él era el único que podía decirles raros a su propio grupo.

Craig lo ignoró y agarró la cajita de chocolate de Tweek, sacó el popote y lo clavó en el cartón para dárselo y que se lo tomara. Tweek estaba inseguro al respecto, pero se lo tomó finalmente.

-Bueno... - Dijo Rebecca tratando de ignorar el hecho de que Craig estaba sentándose con ellos. -¿Qué planes tienen para mañana?

-¿Qué te importa? - Dijo Damien y Pip le dio un manotazo. -Tienes suerte...

-Nadie te está preguntando a ti - Dijo Pip sin gracia y volvió a ver a Rebecca. -Y respondiendo a tu pregunta, no, al menos yo, no tengo nada que hacer - Dijo con una sonrisa.

-Yo tampoco - Dijo Tweek mientras le daba un mordisco al sándwich. -¿Por qué?

-Quería saber si quieren venir a mi casa - Dijo y sus amigos la miraron expectantes. -Mis padres saldrán de viaje - Dijo muy feliz y dio otro bocado a su pastel de chocolate.

-Ah, te iba a decir que no, pero si es eso, entonces sí voy - Dijo Gary, y ella le sacó la lengua. -Voy a robar las joyas de tu madre para que te castigue.

-Yo voy, pero si no me castigan - Dijo Butters apenado.

Craig, a pesar de no estar interesado en la conversación, vigilaba atentamente que Tweek se comiera todo lo que le había traído. No sabía si eso servía de algo realmente, pero intentaba ser un buen amigo.

Destino o Castigo - [ Creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora