Intentando que funcione

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La idea de ser amigos sonaba como algo imposible al principio, pero ahora se demostraba que lo imposible no existe, bueno, con excepciones.

Aunque Craig no le hablaba a Tweek en la escuela como normalmente lo haría con cualquier amigo, solo lo hacía en los ensayos, afuera o en momentos donde nadie estuviera viendo.

A Tweek esto le parecía extraño, aunque no dijo nada al respecto. Sí, eran amigos, pero al mismo tiempo no lo parecían. Le dio igual, solo porque solo basta con que se lleven bien, ¿no?

Después de todo, Craig pudo aceptar querer la amistad de Tweek, pero hay cosas de su personalidad que aún no acepta.

Últimamente le estaba costando mucho mantenerse con las energías suficientes para prestar atención en clase.

—Psst… pstt... Tweek, no te duermas — le susurraba Rebecca al ver que por poco y se cae al suelo del sueño.

Tweek se frotó los ojos. —Lo siento, no dormí bien, solo eso — dijo sonriéndole, pero ella lo miraba desconfiada, sabía que Tweek solía mentirles mucho últimamente.

—No lo molestes, deja que duerma; igual, nadie está prestando atención — dijo Gary, que estaba jugando ajedrez con la persona que se sentaba detrás de él. —Odiosa.

Rebecca rodó los ojos. —Pues de ti, no me sorprende.

Siguió la clase con normalidad, con Rebecca intentando que Tweek no se durmiera y todos haciendo cualquier cosa menos prestar atención.

Después de un rato, sonó la campana indicando que ya era hora del almuerzo.

Todos salieron del salón, excepto Tweek, que tenía mucho sueño. Sus amigos no sabían si despertarlo; tal vez era cierto que no había dormido bien y tal vez estaría más activo si lo dejaban descansar.

Pensaron en eso y se fueron a la cafetería. Tweek estaba durmiendo muy cómodamente en su pupitre.

Lo estaba hasta que escuchó un ruido fuerte que lo hizo despertar de golpe.

—¿Ah…? — Estaba adormilado cuando vio a Craig levantarse porque se había tropezado con una silla. —¿Qué haces aquí?

Craig no dijo nada, pero le entregó unas galletas y un jugo.

—No te vi allá — dijo sin expresión y se sentó en el otro pupitre para hablar con Tweek aprovechando que no había nadie cerca. —Eres un poco raro, siempre que voy nunca te veo comer.

Tweek lo miró perplejo. —¿Ah... sí? — No sabía que Craig lo observaba mucho
—Es que suelo comer mucho en casa…

Craig lo miraba incrédulo. —Bueno, si tú lo dices — suspiró. —Compré eso para ti, cómetelo.

Se levantó para irse.

—Gracias — le sonrió Tweek, y Craig no dijo nada y se salió.

Ser amigo de Craig era una experiencia extraña, al menos así parecía para Tweek. Solo llevaban cuatro días, pero ya se había acostumbrado a ese trato frío que Craig daba, aunque luego, se hablaban con más confianza. Pero con ese chico, nunca se sabe, es muy cambiante. Sin embargo, a Tweek no le molestaba. Él seguía pensando que, ya sea que la amistad de Craig se sincera o no, la aceptaría, porque era mejor convivir a diario con alguien con quien te llevas "bien" que con alguien a quien odias.

Tweek observaba temeroso lo que sostenía en sus manos. Sería muy terrible de su parte si no lo comiera.

Abrió las galletas y las comió apresuradamente, al igual que el jugo.

"Está bien, está bien", pensó, intentando convencerse de que no pasaría nada si comía eso.

—Ay, me preocupa mucho Tweek… — dijo triste Rebecca. —No lo veo comer, pero él dice que come. No sé en qué creer.

Destino o Castigo - [ Creek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora