4 - Los nietos del guardaespaldas

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Pasaron seis días desde que Sabo vio a (Tn).

Pasaron 6 días en los que no tuvo respuesta por parte de la pequeña a pesar de mandarle cartas disculpándose por su comportamiento.

Se sentía extraño, nunca había sentido la necesidad de enviarle cartas a nadie, mucho menos a alguien que sus padres decidieran presentable. Tanto fue este sentimiento tan desconocido para él que no le dijo a nadie sobre esas cartas, tan siquiera a Luffy y Ace.

Tan solo lo sabía el mayordomo a quien le daba las cartas para que se las hiciera llegar a la pequeña.

Pero llegó el día de la tan ansiada respuesta.

No fue hasta la semana y media cuando una carta llegó a la mansión de Outlook, una carta a nombre del padre de la pequeña, en la cual lo citaba a él a una reunión sobre unos negocios que venían trayendo ambos junto a una anotación.

Una anotación que desató la ira en el mayor, ocasionando un día oscuro en la casa de Sabo.

Un día en el que la atmósfera de aquella casa se volvió densa e irrespirabile.

Outlook - Eres un inútil. -recriminó golpeando al pequeño. - Un miserable. - otro golpe. - Patético. - otro golpe.

Didit - Por un momento pensé que al fin hacías algo bien. -dijo la mayor quejándose mientas tomaba una copa de vino. - Pero nuevamente volviste a fallar.

Outlook - ¿Sabes la vergüenza que sentí al leer la carta del señor (Ta)?. -le dijo de malas formas a su hijo, quien estaba tirado en el suelo con heridas en su cuerpo y sus ojos cristalizados. - ¡¿Sabes cómo sentí cuando me dijo que no fuera a la reunión contigo?! -volvió a golpear.- ¡¿Sabes como sentí cuando dijo que (Tn) no quería verte?!

Didit - Nuestra oportunidad de ascender de clase socia, perdida...

Sabo cerró los ojo con fuerza sintiendo el dolor de su cuerpo, un dolor que parecía entrar atraves de su piel provocando un dolor interno en su pecho que no supo describir.

Un dolor que estaba ahí desde que la pequeña se separó de él en el bosque.

Outlook- Con un poco de suerte... tu hermano tendrá más suerte que tú. -dijo lanzando con fuerza el cinturón con el que estaba golpeando al pequeño. - Volverá dentro de una semana y él conseguirá hacer loo que tú no pudiste.

Sabo - Él no es mi hermano... -dijo con desprecio.

Outlook- Es mejor que tú. -le dijo con desdén. - Tú solo fuiste un error.

El pequeño se levantó y caminó con dificultad hacia su habitación ignorando las palabras hirientes de sus padres.

Cerró la puerta y se sentó en la cama comenzando a llorar.

Mientras tanto...

La pequeña se encontraba sentada en la gran casa de los pájaros, un lugar tan mágico y especial para ella que todos los pájaros que habitaban aquel lugar ya estaban acostumbrados a su compañía.

Tanto era la relación de aquellos animales con la pequeña que no sentían miedo ni peligro al acercarse a ella ni posarse por largo tiempo sobre ella.

A excepción de uno.

La pequeña águila aún la seguía mirando desde la distancia. Las personas encargadas de mantener a sus aves le dijeron que son animales muy independientes y que difícilmente pondrían su confianza en alguien.

Abrió su libro de lectura apoyando su espalda en un árbol. Un libro que su profesor de gramática le mandó leer para adquirir nuevo vocabulario. Un libro aburrido y difícil de entender.

En Mi Oscuridad (Sabo Y Tú) [EN LÍNEA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora