14 - Un mundo frío

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13 años después

Las sábanas de seda blanca se deslizaron hasta caer al suelo a medida que una joven de cabello suelto y desordenado se incorporaba en la cama.

Bostezó perezosamente y caminó hacia el baño, encendió la luz y se miró al espejo, pudiendo ver sus ojos cansados y sus mejillas rojas del sueño.

Se aseó rápidamente y sus manos se detuvieron sobre su muslo. Apartó las vendas y gasas que ella misma se puso de forma torpe y dejó al aire una herida provocada por un objeto afilado que acabó con la zona amoratada e inflamada.

Se limpió un poco de agua y volvió a vendarla con una venda nueva.

Vio su móvil encenderse sobre el lavamanos y lo tomó llevándoselo a su oído.

Llamada

Shanks - ¿Dónde estás?.

(Tn) - En mi piso del centro... ayer tenía que hacer algo aquí y estaba muy cansada como para regresar a la mansión.

Shanks - Me preocupé al no verte en el desayuno... ¿Estás bien?

(Tn) - Todo bien, hermanito.

Shanks - Te veo esta tarde para una reunión con unos socios.

(Tn) - Allí estaré.

Shanks - Te quiero, (Tn).

(Tn) - Y yo a ti...

Colgó la llamada y sonrió un poco volviendo a dejar el móvil.

Hacia diez años que ambos se mudaron de ciudad a una más céntrica e importante. Quisieron dejar atrás aquella mansión de su niñez que les traían tantos recuerdos a ambos y empezar juntos una nueva etapa.

Gracias a Shanks y a sus gestiones de la gran fortuna familiar que sus padres se encargaron de dejar preparada, él pudo invertir en una nueva mansión a las afueras de la ciudad, un lugar tranquilo, lleno de vegetación y un enorme jardín. Un lugar al que tenías que saber llegar, pues de lo contrario te perdías en los múltiples caminos laberínticos.
Algo que su hermano vio también como una protección contra bandidos o gente malintencionada.

Se terminó de asear y se vistió con unos pantalones y una americana de color negro. Se calzó y salió dirigiéndose a la cama intentando controlar su cojeo debido al dolor de aquella herida.

Se sentó en la cama abriendo el cajón de su mesita y sacó un pastillero blanco, de cuyo interior extrajo dos pastillas pequeñas. Se las tomó y cerró los ojos esperando el efecto de alivio.

Tomó su móvil y abrió un chat privado comenzando a escribir.

Chat

(Tn) - ¿Esta mañana estás en la clínica?.

Esperó unos segundos hasta que la otra persona viera el mensaje.

Algo que sucedió rápido.

- Aquí estoy hasta la tarde.

(Tn) - En una hora estoy allí.

En Mi Oscuridad (Sabo Y Tú) [EN LÍNEA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora