- ¿Estás conmigo?
- Si Ale,estoy contigo. -me ayudó a levantarme.
- Veo que te crecieron un par de pelotas chico, aunque te domina una mujer. -se sobaba el cuello mientras escupía sus palabras.
- Tu nunca tuvistes pelotas padre, ahora dime dónde encontrar a madre. -limpiaba mis lágrimas, él no las merecía.
Después que nos dijo dónde estaba enterrada fuimos directo al cementerio, no pudimos encontrar la tumba o alguien que nos ayudará, Zuemy me convenció de buscar un lugar para descansar.
Encontramos un hotel cerca pero no pude dormir, solo estuve acostado pensando en todo lo que tuvo que soportar estando con él y no poder despedirme de ella. Desperté a Zuemy muy temprano pero necesitaba salir de ese lugar y volver a buscarla.
- Zuemy me voy al cementerio. -le toqué el hombro ligeramente y hablé lo más suave que pude.
- No, espérame, voy contigo, por favor espérame. -dijo esto sin siquiera abrir los ojos.
Fuimos al cementerio y todavía no había nadie que nos atendiera, dimos vueltas un rato hasta que llegara alguien. Al abrir la oficina nos guiaron fácilmente a la tumba.
- Diablos. -no pude ocultar mi asombro al ver la tumba.
- Muchas gracias caballero. -despidió Zuemy al muchacho que nos ayudó.
- Algo que no puedo negar es que siempre le gustó aparentar y tener opulencia. -era una tumba doble para parejas con una lápida muy grande.
- Ya está en paz y en un mejor lugar. -decía mientras me abrazaba por detrás.
- Es mi culpa. -esa fue mi respuesta a Zuemy.
- No es tu culpa Ale. -solo apretó más el abrazo.
Después de esto volvimos a casa, aunque ya no lo sentía así. Estuve varios días sin dormir, no pude ir al trabajo, Zuemy cuidaba de mi.
Ese día... Ese día Zuemy tomaba un baño después de cenar... y mi cabeza no dejaba de dar vueltas y salí, termine comprando una botella y me fui a mi lugar, aquel lugar solitario que me salvó tantas veces.
- Después de tantos éxitos así termina todo, quien se iba a imaginar que terminaría solo. Siempre me sentí solo pero nunca lo estuve, pero ahora que todo termina si lo estoy, bueno todavía tengo mi fiel amiga que me acompañó por todos esos malos ratos... mi arma...
"Click"
...
...
...
- ¡ALEEE! -escuche a lo lejos.
- ¡ALEEE! -se escuchaba más cerca.
- ¿Zuemy? -limpiaba mis lágrimas, no quería que me viera así.
- Ale por fin te encuentro. -le faltaba el aliento, se veía que corrió mucho.
- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste? -todavía limpiaba mis lágrimas y seguía con el arma en las manos.
- Primero dame eso Ale. -extendió su mano.
Le puse el seguro al arma y se la di.
- No te acuerdas que me hablaste de este lugar cuando éramos chicos, me dijiste no volviste por qué tu papá lo descubrió pero que siempre te sentiste seguro aquí en este bosque.
- No debiste buscarme, no valgo la pena. -solo miraba hacia abajo, no podía mirarla a la cara.
- Vales eso y mucho más Ale. -me levanto la cara para decírmelo.
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El juego de mi vida
Ficción Generaluna historia dramática de la salvación y perdición de Ale nuestro personaje principal que encontrará una familia en su equipo pero la vida no lo preparo para lo que tenía que afrontar, ¿podrá su nueva familia ayudarlo?