Capítulo 4

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Reencuentro


Ahí se veía ella...
Tranquilamente lavando sus manos. Luego las secaba, mientras analizaba su reflejo en el espejo. La luz del baño es radiante y permite ver todos los detalles de su rostro con claridad. Raven ya había vivido esta escena antes; pero aún no sabe lo que va a suceder.

De un momento a otro la luz del baño ahora no era tan perfecta como antes. La puerta se escuchó chillar haciendo ecos escalofriantes. Ahora se sentía observada. Dejó sus manos quietas sobre el lavabo y trago profundamente antes de mirar hacia la puerta. Cuando giró su rostro lentamente hacia a un lado, sus latidos se detuvieron por un instante para empezar a golpear con fuerza.

Una ola de viento frío recorrió su cuerpo haciéndola sentir en peligro instantáneamente. Retrocedió lentamente cuando lo que vio dentro del lugar era una figura larga y oscura, un rostro completamente desconocido, uno que no era fácil de ver. Un humo oscuro lo rodeaba.
Ella intentó moverse, pero era imposible, sus pies parecían estar pegados al suelo, y su respiración era cada vez más defectuosa.

Cuando esa figura dio un paso hacia ella, los ecos eran fuertes como los latidos de su corazón. En ese rostro se formó una sonrisa llena de maldad. Una sonrisa de dientes babeantes, puntiagudos y filosos. Una sonrisa de oreja a oreja. Una persona normal no tenía esa sonrisa. Su rostro inclinado abajo, pero unos enormes ojos rojos estaban clavados en ella. Más pasos lentos al frente, y ella sintió una lágrima fría resbalar por su mejilla.

Su mirada bajó hasta sus manos. Tenía uñas horriblemente largas y oscuras, bañadas en un color rojo intenso que goteaba hacia el suelo, esparciendo el líquido por las baldosas que antes eran blancas y relucientes. Correr; ella quería escapar. Entonces la criatura se detuvo, pero ella seguía temblando.
Se sentía tan real.

Y cuando menos lo esperó, el ser espeluznante, con la misma sonrisa macabra tan rápido como un rayo estiró sus brazos en su dirección y se lanzó hacia ella, y no pudo ni verlo venir. Su única reacción fuera gritar.
Y el grito de ella salió de lo profundo de su garganta e hizo grandes y largos ecos en su cabeza cuando despertó.

Repentinamente, como en un película de terror; sus ojos se abrieron y aún podía sentir el mismo temor.
Sus ojos cristalizados y su respiración entrecortada parecían haber salido de la misma pesadilla de la que había acabado de salir. Se sentía aún en peligro y le tomo tiempo asimilar que ya había terminado.

Con los ojos cerrados y un gran suspiro intentó controlar ese impulso por echarse a llorar toda la mañana, pero aún sentía que estaba siendo observada. Lentamente bajó la manta de su rostro y miró a su alrededor.
El viento hacia ondas en las cortinas y el cielo grisáceo dejaba entrar su escasa luz a través de la ventana.

Raven no tardó en mirar hacia el otro lado de la cama y su siguiente reacción fue temblar del susto cuando vio nada más y nada menos que a Taylor sentado sobre el borde de su cama. Sus codos sobres sus rodillas, su barbilla apoyada sobre sus manos y su mirada en ella. —¡¿Que haces aquí?! —Después de demostrar el susto que sintió al verlo, le interrogó, aún con su voz quebradiza.

—Pues... Básicamente te estaba viendo lloriquear dormida, ¿Ya terminaste? —Le hizo saber, con toda la calma del mundo.
—¡Lárgate!, ¡Ya deja de entrar a mi habitación!, ¡vete de una vez! o...
—Ella se levantó bruscamente y ahora estaba en frente de el que seguía sentado en la misma posición y no la dejó terminar su oración llena de enojo.

—¿O qué?... —alzó una de sus separadas y rojizas cejas—
»... ¿Llamarás a Flynn?, ¡No, no lo hagas!, ¡Me va a matar! —Raven negó de lado a lado frustradamente cuando él solo empezó a bromear, y a fingir estar asustado y llorando con las manos ahora cubriendo su rostro.

Eclipse En La Neblina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora