Capítulo 12

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Una Distracción

De no muy lejos se escucha una respiración acelerada; muy acelerada. Es como si alguien estuviera corriendo realmente rápido para escapar, o para alcanzar algo.

Con abrir sus ojos supo que era ella quien corría; esa era su respiración y era su corazón el que golpeaba hasta hacer arder su pecho. ¿Por qué corría?, Todo era oscuro, apenas podía ver sus puños y sus pies al correr.

El suelo que pisan sus zapatos esta formado por pasto y tierra, ahora lo puede
reconocer. —¿Raven?
El eco de una voz llamarla a lo lejos fue ignorado, pero ahora sus pies disminuían la velocidad como si se acercara a su destino.

Luego también reconoció que uno de sus puños no estaba vacío. Su visión era cubrida por mechones oscuros de su cabello, pero pudo divisar una navaja de filo plateado; era lo que sostenía su puño.

—¡Raven!
La misma voz la llamó y otra vez la volvió a ignorar sabiendo ahora que era masculina. Sus ojos fugazmente captaron como sostenía con firmeza esa navaja; lista para ser usada.

Ahora con la misma intensidad en su respiración y con más claridad a su alrededor, alejó la mirada de la navaja en su puño y aunque su cabello seguía interrumpiendo su visión, no tan lejos vislumbró una figura humana y masculina de espalda y al notarlo, por alguna razón corrió en dirección hacia él con más fuerza.

Sintió su mano apretar con odio aquella navaja. Fue como si ese hombre de rostro desconocido pudiera escuchar su respiración y lentamente giró su rostro y luego su cuerpo completo.

En ella había una ira incomprensible. Ahora disminuyó la velocidad en su andar y el puño con la navaja se alzó. Ese chico retrocedió un paso atrás, pero ese movimiento no impidió que ella en un solo segundo rabioso clavara la navaja en el centro de su pecho.

Tan pronto como la sacó sintió la sangre húmeda salpicar en su rostro. Era como si no hubiera sido suficiente que después lo apuñaló otro vez; él chico apenas podía permanecer en pie.

A su alrededor se escuchaban gritos, pero ella continuaba penetrando profundamente la navaja en su pecho, hasta que él cayó.
—¡Raven!
Ella ahora estaba sobre él y con ambas manos sostenía la navaja que destrozaba todo su pecho una y otra vez.

Sentía su rostro salpicado de sangre; sus manos eran rojas, todo su alrededor era rojo y oscuro, todo estaba manchado de la misma sangre, pero ella no se detenía. Luego al sacar la navaja otra vez y y después de mirarla completamente roja y goteante la arrojó hacia un lado.

Sus ojos pasaron por el rostro del muerto y bajó por su pecho. Sus uñas largas y puntiagudas fueron enterradas velozmente entre las heridas que había creado en cuestión de segundos.

Ahora su mano estaba completamente dentro de su pecho y luego con un gruñido feroz la sacó dejando salpicar más sangre; viendo ahora en su puño el corazón. Su mano sangrienta presionaba y estrujaba ese corazón.

Era como si tenía lo que quería; lo que justamente fue a buscar. Y cuando una última vez su mirada se inclinó hacia el rostro con ojos abiertos y sin vida, finalmente reconoció quien era; Ben. Después de saberlo logró despertar.

—¡Raven!... —La misma voz logró despertarla, aunque ya era muy tarde.
Temblaba y sudaba sentada sobre la cama, de esa forma despertó de una pesadilla horriblemente sangrienta. —¿Estás bien?

—Sabía que quien estaba sentado a orilla de la cama era Flynn, pero sus manos cubrían su rostro para resistir las lágrimas que la amenazaban, se negaba a dejarlas caer.
No en frente de Flynn.

Eclipse En La Neblina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora