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Adivinen quién volvió para darle una apropiada continuación a este fanfic.

Luego de volver a su cotidianidad, no pasó mucho tiempo antes de que algunas personas dentro de la clase 1-A comenzaran sus pasantías en diversas agencias de héroes profesionales.

¿Bakugo se sentía celoso? Oh, definitivamente. Pero no había absolutamente nada que pudiera hacer al respecto. Incluso si fue él quien impulsó a Kirishima a dejar de lado sus inseguridades sobre sí mismo (porque no le permitiría a nadie hablar mal de Kirishima Eijiro, especialmente a Kirishima Eijiro) se sentía un poco celoso de que estuviera dando un progreso. Era una emoción desagradable que no quería tener por el progreso de Eijiro, así que trató de calmarse un poco al respecto.

Esos sentimientos pudieron ser cesados cuando tuvo la oportunidad de conversar con Eijiro luego de su debut como héroe.

—Pude desarrollar una nueva técnica, ¿sabes? — Le contaba, con entusiasmo, mientras estaban en la habitación del rubio en una sesión de estudio—. Estoy muy feliz. Y, honestamente, fue gracias a ti.

—Todos los esfuerzos que hagas y las cosas que logres no son responsabilidad de nadie más que tuyas, no tienes que agradecer algo como eso.

—Pero fueron tus palabras las que me motivaron. Probablemente yo me habría dejado llevar por mi percepción sobre mí mismo.

Bakugo no le discutió más. Si él creía que lo había ayudado, bien. No podía evitar sentirse halagado, pero no era un crédito que quisiera atribuirse de cualquier forma.

—Yo tengo que llevar esas malditas clases extras para obtener la licencia— Comentó con molestia—, con ese fastidioso de Todoroki.

—Hey, Todoroki es un buen amigo. Y es una buena oportunidad para aprender de otras personas.

—Una molestia, eso es lo que es.

Kirishima sabía que él no sentía eso por completo, que, en algún lugar de su corazón, Bakugo sentía aprecio por sus compañeros de clase y en realidad les consideraba como personas valiosas. O algo así, quizá, un poco más dentro de la definición y las palabras del rubio.

—Bueno, pero prométeme que seguirás siendo mi tutor como hasta ahora— Dijo, con una sonrisa amplia en su rostro.

El joven explosivo lo miró, contemplando su semblante sonriente que tanto disfrutaba.

—Pues claro, tonto. Si no fuera tu tutor, probablemente no pasarías la mitad de las materias.

—Es que eres mucho mejor explicando que muchos profesores, Bakugo— Se recostó en la mesa del centro de la habitación, donde se encontraban estudiando, sentados en cojines al ras del suelo.

Desde aquel punto de vista, dedicó una mirada suave y amable a su mejor amigo. Un leve sonrojo se formó en sus mejillas mientras el pensamiento del atractivo que Bakugo cargaba se hacía presente en su mente.

Luego un pensamiento de su deseo de besar a Bakugo se hizo presente y de inmediato lo expulsó de su cabeza, dándose un golpe contra la mesa en la que estaba recargado, alertando al otro muchacho.

—¿Qué te pasa?

—Nada.

(...)

¡Bien! Estaba cansado, ¿okay?

Estaba cansado de que Kirishima siguiera evitándolo.

Ya tenía algunas semanas que había comenzado a ir a las pasantías con ese tal Fatgum. Y bueno, ya había llegado a términos con sus propios sentimientos de envidia así que ahora podía admitir que estaba feliz por él de que estuviera ganando experiencia y recibiendo el reconocimiento que, él sabía mejor que nadie, merecía.

Sempiterno | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora