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— Yo digo que... el número ocho y el número tres se besen en los labios. ¡Por al menos tres segundos!

Todos, de manera instintiva, miraron a los objetos en sus manos. Hubo dos chicos en particular que estaban más nerviosos que nadie.

A Kirishima le preocupaba el pensamiento de que él y Bakugo resultaran elegidos, ¡no podría hacer eso! Se le aceleraba el corazón con solo pensarlo.

Por su lado, a Bakugo le desagradaba la idea de que a Kirishima le tocara con otra persona. ¡No soportaba ni el pensamiento de esto!

Soltaron un suspiro de alivio al mismo tiempo al ver sus números: el uno y el cuatro. Bakugo se asomó discretamente a ver el número del pelirrojo a su izquierda.

Se escucharon dos chillidos femeninos al mismo tiempo.

— Yaomomo...— Decía otra de las chicas con un rostro sonrojado.

— Sí, Jiro-san— Le mostraba el número de su palito: el ocho.

Kyoka le devolvió el gesto, tratando de ocultar su sonrojo con la manga de su suéter. Ella tenía el número tres. Estaban sentadas una al lado de la otra, por eso no habían tardado mucho en averiguarlo.

— Bu-bueno— Continuó la chica de cabello corto—, al menos nos tocó entre nosotras— Intentaba sonreír.

— Sí, tienes razón— También tenía las mejillas coloradas— ¿Debería de...? — Se acercó con torpeza.

— No, yo...— También se aproximó.

La imagen era demasiado pura para los ojos ajenos.

— ¡Bueno, háganlo de una puta vez que no estaremos toda la noche viendo si te atreves a darle un jodido beso! — Gritó uno de los rubios, al borde de su paciencia.

— Oye, Bakugo...— Le dijo su mejor amigo.

— Pues solo es un puto beso.

A las dos chicas no se les quitó el nerviosismo, de hecho, este comentario solo lo aumentó. Momo se recogió uno de los mechones de su cabello, que ya tenía completamente suelto para esa hora del día, y acercó sus labios a los de su amiga. Kyoka cerró los ojos y permaneció estática.

Apenas sus labios tocaron los ajenos, Yaoyorozu cerró sus propios ojos. La condición era un mínimo de tres segundos, pero ellas permanecieron unidas por al menos cinco segundos, hasta que la más alta regresó a su posición inicial, con el rostro más rojo que nunca, y miró a la otra a los ojos. Jiro desviaba un poco la mirada, y simplemente regresó su cuerpo para que mirase al centro de la habitación, lo mismo hizo la otra chica.

Regresaron todos los palitos al centro y volvieron a repetir.

— Antes de que miren sus números— Dijo Ashido—, ¡pongan cosas interesantes!, no esas cosas de "abraza a esta persona", ¡no fue la gran cosa ver a Midoriya abrazando a Koda! ¡Es algo que pudieron haber hecho sin que se los pidieran!

Yaoyorozu se agachó avergonzada, siendo ella la responsable de este reto. Todos asintieron en acuerdo, a excepción de Bakugo, que no le había tocado ni una vez ser partícipe en retos o ser el Rey.

Bueno, pues ya venía siendo hora, ¿no? Miró abajo. ¡Él era el Rey!

— Si no quieres retos aburridos— Una sonrisa se mostró en su rostro—. El número cuatro deberá tomar agua de mar.

— ¡Eso no es tan malo como creí! — Dijo Ashido.

— ¡Cállate! ¡No pedí tu opinión!

Sempiterno | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora