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— Bakugo, hablemos.

Demonios. Pensó él a sus adentros. Ya no me siento con ganas de decirle.

El día escolar había terminado. Los estudiantes regresaron a sus dormitorios como de costumbre. Algunos se dedicaron a tomar un té preparado por Momo, otros regresaron a sus habitaciones a terminar sus tareas pendientes, y hubo otros que simplemente se quedaron a platicar en el área común. Katsuki, por su parte, se encontraba preparándose un sándwich, ya había cenado, pero se sintió con ganas de algo más. Mina lo abordó en ese momento. Algunas personas voltearon a ver, pero continuaron con lo suyo al instante, se trató de un simple reflejo.

Tenía deseos de negarse a hablar con ella, pero decidió hacerlo de todos modos.

— Vamos afuera— Le dijo él.

Así que salieron del edificio. Mina estaba lista para sentarse en los escalones que se encuentran fuera de los dormitorios, pero él continuó caminando. No iba a hablar de eso en un lugar en el que en cualquier momento alguien podría salir e interrumpir o escucharlo.

No tenían permitido ingresar a los edificios de los salones a esa hora del día, sin embargo, él siguió caminando. Seguramente se mantendría en la zona de los dormitorios, dando vueltas alrededor de los diferentes edificios de las diversas clases.

— Bueno, entonces— Fue ella la primera en hablar—, ¿qué pasa entre Kirishima y tú?

— ¿Qué se supone que pase?

— Bueno, dejando de lado todo ese asunto de que durmieron juntos— Se rio a manera de provocación—, creo que últimamente están más juntos que de costumbre, ¿no te parece?

— ¿Es raro? — Se le notó un poco preocupado.

— No que sea raro, simplemente inusual.

— Inusual es sinónimo de raro, estúpida— Contestó por reflejo.

Bakugo lo pensó un momento. Si había alguien en la clase con quien podría hablar de ello, sería con Ashido definitivamente. Podría parecer una entrometida shipper, una chica en búsqueda de una historia de amor de la cual hablar en la escuela, pero analizando a cada uno de sus compañeros, ella era la persona con quien debía de hablarlo.

— No quiero que hables de esto con nadie, mucho menos con Kirishima— Advirtió de entrada—. Si me entero de que hablaste, te mato.

— Sí, sí, no te preocupes— Sonrió—. Soy muy buena guardando secretos, aunque no lo parezca.

Era la verdad. No le mencionaría a nadie que a Tsuyu le gustaba comer moscas, o que Tokoyami conversaba con Dark Shadow hasta quedarse dormido, o que a veces a Hagakure le costaba trabajo recordar que era invisible, o aquello del cabello teñido de Kirishima. Todos esos eran secretos que sus compañeros le habían confiado, y que ella atesoraba.

— No lo sé— Respondió él.

— ¿Qué cosa? — Dijo de inmediato.

— ¡Déjame terminar, maldita sea! — Se alteró evidentemente. Suspiró y continuó: — No sé qué es lo que pasa entre Kirishima y yo, soy yo el primero que quiere saberlo.

— ¿A qué te refieres? — Su corazón empezaba a latir más rápido. ¡¿Acaso sería lo que ella sospechaba?!

— Ya no... siento lo mismo que antes. Antes podía verlo sonreír como el idiota que es y me daba igual. Ahora pienso...— Se detuvo.

Dudó en continuar. Esto de abrirse con las personas era difícil, solo lo había logrado con Deku, cuando estuvo terriblemente quebrado con ese asunto con All Might, y con Kirishima, y claramente esta no era una situación para hablar con Kirishima.

Sempiterno | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora