Sempiterno | KiriBaku/BakuShima

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Los chicos habían hablado con los profesores acerca de su idea de salir para el fin de semana. Después de todo, necesitaban su permiso. Por obligación, Aizawa tuvo que ofrecerse para ir con los alumnos al viaje y cuidarlos, junto con él, Present Mic decidió ir también (él, más que nada, porque deseaba ir a la playa).

Por sugerencia de All Might, las clases de héroe se recorrieron a la mañana, y la tarde la tendrían libre para comenzar su viaje. Es decir, terminaron saliendo del campus alrededor de las 12:00 del día. El viaje se haría en unas tres horas, así que para las 3:00 de la tarde, se encontrarían tomando el sol y jugando en la playa.

Fueron Mina y Denki los que recordaron a los demás llevar miles de cosas (no esenciales, en palabras del profesor), como balones y pelotas para jugar voleibol de playa, juegos de mesa y de cartas, algunos inflables con forma de animales, e incluso pistolas de agua. Esos chicos tenían de todo.

Mientras que Yaoyorozu e Iida fueron los encargados de empacar todo aquello esencial, como el bloqueador solar, sombrillas y hieleras. Ya que allá habría tiendas, solo llenaron una de las hieleras para llevar las bebidas necesarias para el camino.

Con el permiso de la escuela, tomaron el bus que correspondía a su clase. Present Mic fue el conductor y Aizawa el copiloto, que permaneció dormido la mayor parte del camino.

Sin embargo, antes de eso, estaban los alumnos fuera del bus, esperando ser pasados. Los profesores estaban haciendo una revisión al vehículo, para evitarse la molestia de que algún neumático se desinflara en el camino o algo por el estilo.

— Oye, Kirishima— Lo llamó Kaminari—, ¿te sientas conmigo?

— ¡Claro! — Respondió con su puño en alto.

La escena fue observada por otro de los rubios de la clase, ya sabemos, aquel que hace explotar las cosas. Chistó con molestia. No fue desapercibido por el pelirrojo, pero antes de poder acercarse, ya estaba Mina corriendo hacia él.

— ¡Bakugo, siéntate conmigo! — Le decía ella, al acercarse.

No le contestó verbalmente, pero tampoco la rechazó.

¿Qué estaba pasando entre ellos dos?

(...)

Al final, no había podido excusarse con Bakugo. Quería disculparse por no sentarse con él, y prometer que se sentarían juntos para el regreso, pero cuando observó a la chica rosa acercársele, sintió que se entrometería e interrumpiría lo que fuera que sucediera entre ellos. Se quedó callado mientras oía a Kaminari, sin escuchar realmente lo que decía.

Abordaron. Decidió olvidarse de ese asunto por un rato, ya hablaría con él después. Pero, aunque trataba de divertirse con Kaminari y Sero (quien se sentó con Ojiro detrás de ellos), no podía sacar de su cabeza que algo podría estar sucediendo entre Bakugo y Ashido.

Volteaba ocasionalmente hacia el fondo del autobús, en donde se encontraban aquellos dos. Observaba a Mina hablando y al otro... ¿soportándola?

Oh.

¿Qué?

Alcanzó a divisar un... ¿sonrojo? ¿Era eso?

Sintió una punzada en su corazón.

(...)

— Oye, oye, Bakugo— Le decía en voz baja.

A pesar de que el autobús estaba lleno de ruido y conversaciones indescifrables, sabía que él la mataría si alguien escuchaba lo que iba a decirle.