Sempiterno | KiriBaku/BakuShima

17

La noche había llegado y, por supuesto, con ella, el momento de acampar. Shoji, Midoriya y Ojiro, de los chicos más fuertes de la clase, y Uraraka, por su facilidad de transporte de objetos, fueron quienes apilaron la leña para hacer una gran fogata en el medio. Colocaron sillas de playa en todo su alrededor. Pidieron a Todoroki iniciar el fuego, y con una pequeña flama comenzó a arder la leña.

Los veinte estudiantes se sentaron alrededor de la fogata. Los profesores no se les unieron para que los jóvenes pudiesen estar más cómodos, y ellos permanecieron dentro de la casa.

— ¡Hay que hacer algo! — Gritaba la chica de piel rosada— ¡Ya sé, ya sé! ¡Primeras impresiones! Hay que decir nuestras primeras impresiones de los demás.

— ¿Cada quién debe decir de todos? — Preguntó Kyoka—. Eso sería muy largo.

— Pues entonces— Intervino Hagakure— que sea por suerte o algo así.

— ¿Qué se te ocurre?

— No sé si sea muy elaborado, pero...— Esta vez habló Momo—, ¿quizá podríamos hacer un sorteo? En donde cada quién diga su primera impresión sobre una persona, la persona que le toque.

Pese a lo rebuscado de la idea, para una actividad tan sencilla, Mina estuvo de acuerdo, porque sabía, de no ser así, no se organizarían y al final no realizarían nada.

Al decidir quién hablaría sobre quién, decidieron que serían breves, una frase, y el siguiente continuaba. Si Jiro hablaba de Yaoyorozu, Yaoyorozu sería la siguiente en hablar. Esto con el fin de hacerlo más de una vez, y repetir el sorteo al finalizar el primero.

— Mi primera impresión de Yao-momo— Dijo Jiro—, es que era una chica muy inteligente, pero creída.

— Mi primera impresión de Kaminari-san es que era un joven muy poco brillante y algo escandaloso.

— ¡Mi primera impresión de Bakugo es que era un tipo sádico!

— Mi primera impresión del cuatro-ojos es que era un exagerado.

Varias rondas pasaron de la misma manera, con algunas confesiones interesantes, como que a Koda le había gustado Jiro a primera vista, o que Mina había pensado que Tokoyami era un ave de verdad, pero más allá de las risas que las confesiones pudiesen causar, nada lo suficientemente atrayente había sido expresado.

Hasta que, en la cuarta ronda del juego, a Kirishima le tocó hablar sobre Bakugo.

Y él no tenía la intención de hablar de la manera en la que lo hizo, pero simplemente salió.

— Mi primera impresión de Bakugo...— Comenzó a pensar—. Primero pensé que era un tipo súper agresivo, al verlo querer ir a atacar a Midoriya en las pruebas de aptitudes. Ah, y durante el entrenamiento de combate, eso se me afirmó más. Me pareció alguien impulsivo y violento— Se rio al recordarlo—. Pero en USJ lo conocí un poco más. Y me di cuenta de que es alguien en quien puedes confiar. Me di cuenta de que Bakugo es alguien a quien vale la pena seguir. Me di cuenta de que es un líder, y un futuro héroe muy capaz. ¡Quería ser su amigo! — Sonrió—. Pensé que ser amigo de alguien así de masculino como él, sería genial—. Ya ni siquiera miraba a sus compañeros, su mirada estaba dirigida a la arena—. Y en el festival deportivo... jamás me arrepentiré de haber hecho equipo con él. Es muy fuerte, física y mentalmente. Aunque con emociones demasiado fuertes, también. Y siempre quiere ganar, pero eso también es algo maravilloso de él... Porque no hay nadie que quiera ganar, tanto como lo quiere él. Enfrentarme a él en combate me hizo darme cuenta de eso. Pero mi percepción, de que él era una persona violenta cambió, y mucho. Bakugo es una persona amable. Él se preocupa por los demás. Sabe darte palabras de aliento cuando las necesitas, y trata de mantener su paciencia cuando me da asesorías. Es el tipo de persona que te carga en su espalda porque no quiere despertarte, o que te prepara el desayuno tal y como lo pides, o que te enseña a usar una cámara de la que no tenías idea de nada. Él es una persona con un buen corazón, y no es algo que puedas saberlo con la primera impresión. Pero... una vez que te muestra esa parte de él, es difícil ignorar que existe...— Levantó su mirar lentamente, para encontrarse con las miradas expectantes de todos sus compañeros—. Y yo...