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El haber comenzado con las clases extras para la obtención de su licencia le habían impedido convivir con Kirishima con la misma frecuencia o, cuando menos, con la frecuencia con la que él desearía.

Los preparativos para el Festival Cultural habían comenzado y por casualidades de la vida (o causalidades, tal vez), Kaminari había terminado por revelar al grupo lo que le había contado en ese viaje de regreso en el autobús, sobre sus habilidades para tocar la batería. No que fuera un secreto, pero tampoco era algo que compartiera abiertamente. Ese estúpido de Sero (en su propia opinión) había sido el causante de que terminara así de involucrado.

Así que, entre aquellos ensayos, las clases regulares y sus clases extra, apenas y tenía tiempo para ver a Eijiro.

No había mucho que hacer, así que sencillamente se resignó.

Eso, hasta que recordó que el cumpleaños del pelirrojo estaba a la vuelta de la esquina.

Estaban a inicios de octubre y su cumpleaños era el 16 de octubre. Tomando en cuenta que la presentación del Festival Cultural era a finales de mes, se sintió abrumado con lo que podía o no podría hacer al respecto.

Así que ahora, mientras estaba con Todoroki en los vestidores para cambiarse de vuelta a sus uniformes y regresar a la U.A. luego de sus clases extra, daba vueltas en círculos sin terminar de vestirse.

—Bakugo, ¿por qué no te has vestido ya? — Preguntó Shoto con un tono monótono.

No respondió. Solo siguió dando vueltas en su lugar.

¿Qué podría hacer para Kirishima? Sabía lo que él le diría: "¡No quiero nada, amigo, estoy bien!" o algo así. Pero no. Eso no era una respuesta aceptable. Debía hacer algo por él.

Pensó en posibles regalos, pero nada lo convencía. Posibles actos de servicio, pero no podía llegar ninguno a su cabeza.

—Bakugo...

—¡Cállate!

Todoroki sencillamente se dio la vuelta. No tenía la más mínima intención de discutir algo con él.

—Escuché que va a ser cumpleaños de Kirishima.

Dijo, tal vez con menos inocencia de la que uno pensaría, buscando obtener una reacción de parte del rubio. Se tensó y recibió un grito en respuesta, así que Shoto suponía que había acertado.

(...)

Al final, pensó que lo mejor para Kirishima sería que otras personas lo supieran. Aparentemente, Shoto lo había oído de Kaminari en una clase en la que tuvieron un ejercicio en conjunto.

Así que fue con la única persona con la que sentía que podía contar para algo así, por irónico que fuera.

—Oye, Deku.

—Oh, Kacchan— Respondió con ligera sorpresa en su voz.

En un receso de un día escolar, lo buscó.

—Tengo algo que pedirte— Su voz sonaba inusualmente tranquila.

Sabía que él e Izuku no se encontraban en los mejores términos, pero desde su pelea y gracias a la intervención de All Might se encontraban considerablemente mejor. Podían mantener conversaciones, sobre todo en torno a su secreto con el One For All, pero no es como si se les impidiera tener otro tipo de interacciones.

—¿Qué es? Qué raro que acudas a mí— Admitió.

—¡Ah! ¡Cállate, escucha! — Reaccionó casi instintivamente.

Midoriya solo suspiró y lo dejó hablar.

—El sábado dentro de una semana y media es cumpleaños de Kirishima. Quiero organizar algo para él. Pero como no voy a estar por las estúpidas clases extra, quiero que te encargues.

—¿Yo?

—Sí, tú, mierda. Solo coordina a los demás para una fiesta sorpresa, yo me encargo de todo— Dándose media vuelta, añadió: —¡Y no le digas a nadie que fui yo, o te mato!

Lo suponía.

(...)

Tal como le dijo originalmente, Midoriya solo se encargó de detalles mínimos y logística, así como la comunicación con el resto.

La noche anterior, cuando todos habían subido a sus dormitorios, Katsuki bajó a la cocina y se encargó de preparar una variedad de los platillos favoritos de Eijiro en grandes cantidades, pero en forma de pequeños bocadillos, y los dejó en el refrigerador. También se aseguró de dejar listas algunas decoraciones y un regalo envuelto sobre la barra de la cocina, con envoltura roja brillante y un moño del mismo color más opaco, con una tarjeta en letra cursiva con el nombre del destinatario.

Cansado y ligeramente arrepentido de no haber adelantado otras cosas antes, se fue a su habitación cercano a la medianoche. Qué agotador era tener que salir de esa rutina.

Por último, pegó un sobre en la puerta de Eijiro, con el mismo color rojo. Sabía, sin lugar a duda, que era su color favorito, así que se encargó de que todo tuviera una estética basada en ello.

Bakugo se recostó en su cama y tomó su celular una última vez, esperando que el reloj cambiara a las 12 AM para enviar un simple mensaje de texto.

Feliz cumpleaños.

Escribió.

Vio que el mensaje fue abierto de inmediato y añadió.

No vengas, ya tengo que dormir.

Entonces una pequeña burbuja popeó en el chat.

Conocía a Kirishima lo suficiente para saber que ese mensaje sería suficiente para hacerlo ir a verlo a su habitación, pero al recibir aquella advertencia, se limitó a escribir un mensaje simple de vuelta.

Muchas gracias, bro!!!

En serio gracias

Me parece increíble q te quedaras despierto hasta ahora solo para eso

Fue solo por eso??

Tal vez estoy asumiendo, vdd

De todas formas, gracias

<3

Bakugo sintió un brinquito en su pecho por el último mensaje.

No quería dejarlo sin responder así que solo dijo:

Buenas noches, hablamos luego

Dejó el celular de lado en su mesa de noche y escuchó un par de notificaciones más, que realmente no quiso revisar ya. Estaba muy cansado para hacerlo.

Buenas noches, Bakugo

Te quiero <3

Incluso si él nunca lo sabría, se arrepentiría de no haber visto esos mensajes.

Pues el segundo, pronto sería eliminado por su remitente, quien se había arrepentido de su decisión.

Quedando sencillamente un:

Buenas noches, Bakugo

Mensaje Eliminado

Gracias


Me debatí bastante sobre hacer este un capítulo o dos, pero al final, porque esto es lo que tengo terminado ahora y realmente quiero seguir publicando a la brevedad, va este cortis y pronto la continuación, en lugar de uno largo. 

¡Muchas gracias por leer!

Sempiterno | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora