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Despertó. ¿Cuánto se había dormido? No había nadie más a los alrededores, y Kirishima seguía dormido. Por la posición del sol, no parecía haber pasado tanto tiempo. Se puso de pie y se acercó al otro muchacho, sacó de su bolsillo su propio celular, y vio la hora. 16:02. No había pasado mucho tiempo. Ya era suficiente descanso para el otro. Le quitó los auriculares. Kirishima inhaló una gran cantidad de aire y al exhalar, abrió los ojos.

— Qué bien dormí— Dijo estirando los brazos—. ¿Eh? ¿Dónde estoy? — Volteó a sus alrededores, y se encontró con su mejor amigo de pie a su lado— ¿Cómo llegué aquí?

— Eso es lo de menos.

— ¡¿Cómo va a ser lo de menos?! Me duermo en un autobús y me despierto en un camastro en la playa.

— Voy a cambiarme— Anunció, ignorando sus cuestionamientos.

— ¡Oye!, ¡no me dejes así!

Bakugo enrollaba sus audífonos mientras caminaba rumbo a la casa. Eijiro decidió seguirlo, no tenía idea de dónde estaba y lo que menos necesitaba era perderse.

Tardaron unos dos minutos en llegar. Entró y subió a la habitación que le habían determinado, seguido por el pelirrojo, que miraba la casa con asombro. Como una cabaña, pues todo estaba hecho de madera, era bellísima.

— ¡Ah! — Al entrar a la habitación se encontró con sus otros dos amigos—, ¡gracias por traer mis cosas! — Vio su maleta.

— Amigo, tenemos un problema— Dijo Kaminari, con un semblante oscuro.

— ¿Qué? ¿qué pasó? — Se asustó.

Ignorando su supuesto problema, Katsuki se dirigió a su maleta. Encontró un armario en la habitación y comenzó a organizar su ropa en él.

— Pensábamos que dormiríamos en futones... Por eso no nos importó mucho el asunto, pero...— Miró hacia atrás—. Solo hay dos camas matrimoniales.

Kirishima no entendía cómo eso era un problema.

— Bueno... ¿y...?

— ¡Tendremos que compartir cama, amigo!

— Kaminari, aunque durmiéramos en futones, estaríamos igual de cerca a que si durmiéramos en una cama— Explicó.

— Bueno, pero entonces— Intervino el de cabello oscuro—, ¿cómo nos dividiremos?

Los tres dirigieron su mirada a Bakugo.

— Está claro: ustedes tres en una cama y yo en otra.

— ¿Ehh? Claro que no haremos eso, Bakugo— Reclamaba Denki—, tenemos que dividirnos dos y dos.

Antes de hacer un comentario que sonara comprometedor, cerró la boca y organizó sus palabras.

"Yo quiero dormir con Kirishima".

"No quiero dormir con ustedes dos, extras".

"Ni el cara-estúpida ni el cara-plana son opción para mí".

¿Cómo decirlo?

— ¿Y si sorteamos? — Propuso el pelirrojo—, creo que será lo más justo.

— Ni de broma— Se le salió decir.

— ¿Por qué no? Al final tendrás que dormir con alguien.

— Mejor me voy al suelo.

— No vayas a hacer eso, están prestándonos esta casa de buena manera, como para que despreciemos sus muebles y su amabilidad...

Sempiterno | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora