Sin darse cuenta, la nochebuena había llegado y con ella, el festejo navideño y uno de los días más felices que todos los chicos y chicas de la clase 1-A habían tenido en todo su año escolar. Entre todos los estudiantes adornaron la estancia y Sato, con ayuda de unas cuantas manos extra, se encargó de la comida.
La música navideña sonaba mientras la cena daba lugar. Se tocaron algunos temas, sobre con quiénes harían sus pasantías, pero se dejó de lado poco después. No querrían estar pensando en eso si estaban ahí para celebrar.
Mina, muy preparada, llevaba consigo una rama de muérdago. Intentó usarla con Midoriya y Uraraka, pero ambos, sonrojados, se negaron y luego de que la chica se aburriera de sus indecisiones, decidió pasar con alguien más. Algunas personas accedieron, de forma meramente platónica, y entonces se dio cuenta de que le faltaba el dúo más interesante (fuera de su primer intento).
—¡Kirishima, Bakugo! — Se acercó al verlos juntos, de espaldas a ella.
Katsuki ya se había resignado y llevaba la capa de Santa Claus que ella le había puesto unas horas antes, así que, harto de las ideas que Ashido podría tener, se volteó a verla, con evidente molestia.
—¿Qué pasa, Ashido? — Preguntó el pelirrojo con amabilidad.
La sonrisa se borró de su rostro cuando vio la mano de la chica, extendiéndose ante ellos y sosteniendo con dos de sus dedos esa rama.
—Oh no — Dijo para sí mismo en voz baja.
—¡Vamos, es una tradición navideña!
—¡No para nosotros, somos japoneses! — Se negó de inmediato — ¿No, Bakugo?
El rubio no había dicho palabra. Bien podía significar que estaba por explotar o que verdaderamente lo había dejado sin palabras.
Ciertamente, en el fondo de su corazón, Bakugo quería hacer lo que la tradición no perteneciente a su cultura indicaba: Besar a Kirishima. Pero, tampoco quería, al menos no así. No en una situación que acorrale a Eijiro de ninguna forma.
Aun así, conocía la persistencia de Ashido Mina. Acababa de presenciarla de primera mano con aquel asunto del traje de Santa. Sabía que no se rendiría sin un buen motivo, así que pensó en una manera de satisfacer su deseo y ser considerado con los sentimientos de Kirishima.
Se acercó a su rostro. Eijiro se alejó ligeramente, de forma instintiva. Entonces, Katsuki lo tomó por la parte superior del brazo para evitar que se moviera y acercó sus labios a la mejilla de Kirishima, concretando el contacto con un beso.
Se retrajo rápidamente.
—¡Eso debería ser suficiente, ahora vete! — Gritó, recuperando su personalidad usual.
Mina gritó, audiblemente. Si había alguien que no había visto o atestiguado lo que pasó, ahora definitivamente preguntaría.
Las miradas se posaron sobre los tres. Kaminari y Sero se acercaron para preguntar directamente que había ocurrido.
—¡Bakugo besó a Kirishima!
—¡En el cachete! — Se apresuró a aclarar el pelirrojo, tornándose él mismo rojo.
—¡Bakugo besó a Kirishima!
—¡En el cachete! — Volvió a decir.
—¡No lo vi! — Decía Kaminari — ¡Otra vez!
—¡No somos un espectáculo para ustedes, bola de estúpidos!
La interacción continuó de forma similar por un buen rato, hasta que Kirishima logró calmar a todas las partes. El resto de la clase observaba o reía, e incluso algunos, pensaban en cómo los únicos que no se daban cuenta de lo que era obvio para todo lo demás, eran los mismos Kirishima y Bakugo.
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Sempiterno | KiriBaku/BakuShima
FanfictionBakugō y Kirishima deseaban que su amistad fuese así. Que durase por siempre. No que hubiese dificultades en que eso sucediera, sin embargo, ¿sería suficiente? Cuando Kirishima comience a desarrollar sentimientos románticos por su mejor amigo, ¿las...