Un aura dorada delineando su figura; la luz del sol chocando con sus mejillas; una cicatriz perfectamente delimitada; sus dientes encajando a la perfección los unos con los otros; sus ojos cerrados, arqueados de forma tal que demuestran su felicidad; sus pequeñas y respingadas cejas ligeramente fruncidas; el cabello rojo lleno de iluminación; una amplia sonrisa dirigida solo para él.
Mientras caminaban de regreso a la U.A., esa fue la preciosa imagen que Kirishima dejó ver a Bakugo. Lo había visto sonreír muchas veces, lo había visto sonreír de esta manera con anterioridad, era consciente de cómo lucía su rostro, del color de su cabello... pero esta vez era diferente. Esta vez, resplandecía.
Un fuerte latido fue percibido por el rubio en su propio cuerpo.
¿Qué era eso?
(...)
A lo largo de su vida le habían dicho muchos halagos que le hicieron desarrollar lentamente un complejo de superioridad; inflaron su cabeza y su corazón con esos pensamientos y sentimientos, le hicieron creer que su existencia era mejor que la de otros, y él lo creyó.
Incluso si tuvo amigos, no fueron muchos. Mantuvo los mismos dos o tres amigos desde su infancia hasta el momento de entrar a la preparatoria. Pero, apenas entró a U.A., decidió separarse de ellos. No sabía si había sido él mismo quien ya no los consideró dignos de ser sus amigos, si ellos dejaron de hablarle o si simplemente los mantuvo a su lado todo ese tiempo por su temor a la soledad, y poco a poco sintió que no los necesitaba más.
El caso era que él nunca había tenido una amistad real.
Por eso, cuando Kirishima lo invitaba a salir, cuando sonreía para él, cuando hacía bromas para alegrarlo y le pedía comer en los recesos, le resultó muy extraño. Era alguien que quería acercarse a él, pero no tenía segundas intenciones. La primera persona en la que pudo confiar verdaderamente.
Y junto con él llegaron los propios amigos de él, el tal Kaminari, al parecer esa chica llamada Ashido también la conocía, e incluso llegó a convivir con Sero. Estos, junto al resto de su clase del 1-A, parecían gente que podía considerar sus compañeros, incluso, algunos de ellos, sus amigos.
Poco a poco, dejó de sentirse solo.
Pero todo eso fue gracias a él, a Kirishima.
(...)
Trató de calmar su palpitar, así que con discreción aspiro una cantidad considerable de aire y la dejó salir disimuladamente por la boca. Regresó su expresión a una que él consideraba neutral y solo le respondió con una sonrisa de lado.
— ¡Ah!, pero en serio no me esperaba que tu mamá fuera así— Cambió el tema—, bueno, de algún lado debiste sacar tu... personalidad— Buscó las palabras.
— Yo soy así porque esa bruja es así— Respondió—. Al parecer mi papá ni siquiera supo en qué momento se casó con ella, ya que ella siempre ha manejado la relación.
Kirishima soltó una carcajada.
— Tu mamá es genial.
Llegaron a la U.A. y se dirigieron directamente a los dormitorios. A Eijiro aún le faltaban algunas tareas para el día siguiente, y le daba algo de pena informárselo a su amigo.
— Bueno, yo me voy a mi cuarto— Le anunció una vez que estuvieron en su piso.
— ¿No quieres pasar? — Dijo mientras abría su puerta.
— La verdad... me faltó acabar una tarea— Se rascó la nuca con vergüenza.
Bakugo solo lo miró serio, y después, mientras entraba a su habitación, añadió:
— Te ayudo.
Así que el otro muchacho fue a su propio cuarto por lo que necesitaba para esa tarea y se dirigió a la habitación a la que había sido invitado.
— Con permiso— Dijo al pasar.
Nuevamente, como esa misma tarde, se encontró con la imagen de Bakugo sin camisa. Tuvo que ignorarlo por completo, y fue muy evidente en su accionar, pues miró a otro lado violentamente. Entró al cuarto, y se sentó en el piso, recargándose en la cama.
— ¿Qué es lo que te falta?
— Algo de inglés, completar unas frases, creo— Abrió su cuaderno, mirando de reojo al otro muchacho, quien se ponía una playera sin mangas pegada al cuerpo color negro, y cambiaba su pantalón por un pants del mismo color.
Bakugo no había volteado a verlo hasta ese momento, estaba con la misma ropa que habían llevado a casa de sus padres.
— ¿No vas a cambiarte? — Le dijo a Kirishima.
— Ah— Se miró a sí mismo—, se me olvidó.
— ¿Quieres o no?
— Para qué pierdo el tiempo, así estoy bien.
— Te presto algo si quieres— Sugirió—. Somos casi de la misma talla, ¿no?
— Pues sí.
Antes de sentarse, el rubio buscó entre sus cosas y le dio un pants muy similar al que traía puesto, solo que, de color gris, y una playera igual a la que traía puesta, en rojo. Se las aventó a la cabeza y quedaron colgadas en él.
— Esto será interesante— Se rio—, nunca me he vestido así, creo.
Se paró y se quitó la camisa, notó que había un par de ojos mirándolo directamente y no pudo evitar sentirse nervioso. Trataba de meterse en la cabeza que no era la primera vez que lo veía así.
¡En tu traje de héroe estás igual!
Se dijo a sí mismo.
Terminó de cambiarse, y en ningún momento el otro muchacho dejó de verlo.
— Se te ve bien.
Kirishima se sentó y le agradeció por la ropa. Volvió a tomar su cuaderno y Bakugo se colocó a un lado de él, quizá un poco más cerca de lo que hacía normalmente.
— ¿No puedes hacer eso, en serio? — Se burló.
— ¡Oye...!
— Eres mejor que eso— Lo miró de reojo.
Kirishima trató con cada fibra de su cuerpo no sonrojarse, y si lo hacía, al menos esperaba que no fuera lo suficientemente notorio como para que el otro lo viera. Dirigió su vista a la libreta y comenzó a escribir, pidiendo ocasionalmente ayuda para saber cómo se escribían las palabras o si estaba redactando correctamente.
Se hizo tarde, pero logró terminar a tiempo su tarea. Escuchaba ocasionalmente a Bakugo bostezar, en serio parecía un niño, siempre durmiéndose tan temprano. Decidió no molestarlo más, le deseó buenas noches y regresó a su propia habitación, no olvidándose de agradecerle. Sin darse cuenta, se llevó la ropa de Bakugo a su habitación, y dejó sus propias prendas en la otra habitación. No quiso volver a molestar por eso, ya se lo devolvería en la mañana.
Además, el dormir con ropa de Bakugo no sonaba nada mal.
En serio que esta historia es lenta, una disculpa.
Muchas gracias a las personas que están leyendo, votando y dejando comentarios. Son lo más lindo<3 Lo aprecio muchísimo.
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Sempiterno | KiriBaku/BakuShima
FanfictionBakugō y Kirishima deseaban que su amistad fuese así. Que durase por siempre. No que hubiese dificultades en que eso sucediera, sin embargo, ¿sería suficiente? Cuando Kirishima comience a desarrollar sentimientos románticos por su mejor amigo, ¿las...