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Katsuki daba vueltas en círculos en su habitación.

Se sentía frustrado y angustiado, como si en cualquier momento pudiera explotar como ha acostumbrado con la acumulación de sus emociones.

Sabía que Kirishima y el resto que estaba realizando estancias profesionales habían salido esa mañana para el paso final de su misión confidencial. Por supuesto, de lo que no tenía consciencia era qué rayos estaban haciendo y cuánto irían a tardar.

Y se sentía preocupado.

Pensaba, en sus caminar incesante, en si debió darle unas últimas palabras a Eijiro. Vamos, que incluso hubiera deseado haberle dicho algo a Deku. ¿Qué les hubiera dicho de cualquier forma? ¿"Me gustas, Kirishima", "Perdóname por todo, Deku"? No estaba listo para dar ninguno de esos dos pasos.

Bajó al piso común. Tal vez comer algo lo ayudaría, tomando a consideración que no había comido nada desde el desayuno y ya era una hora cercana al anochecer.

—Bakugo.

Dijo Kaminari a forma de recibimiento.

Estaba todo el grupo en la sala común. Maldita sea, no esperaba encontrarse con más que un par de personas. Eso no era bueno para su manejo de emociones.

—¡Oigan, están pasando el incidente en las noticias! — Anunció la chica invisible, mientras encendía la televisión.

Este rubio elevó la mirada hacia la pantalla.

"Batalla contra grupo delictivo deja a múltiples héroes heridos y heridos de gravedad", ponía el encabezado.

La reportera cubría la nota recorriendo el lugar en el que se habían llevado a cabo los sucesos. Explicaba, de forma muy generalizada que fue una intervención por parte de los héroes para detener la producción de una droga ilegal que inhibe el uso de los quirks, obteniendo como resultado la disolución del grupo y el rescate de una menor de edad que se mantenía cautiva en las instalaciones, presuntamente relacionada al desarrollo de la droga.

Bakugo se sentía conflictuado. Quería volver a su cuarto. ¿A hacer qué? Seguir dando vueltas, probablemente. Pero, definitivamente, preferiría estar en cualquier otro lugar que allí, rodeado de personas, siendo que se sentía cerca de un quiebre emocional. Pero, por otro lado, quería seguir viendo la noticia, esperar a ver si daban detalles sobre los héroes que estaban heridos y quiénes no lo estaban.

Al final, su duda no permaneció desapercibida por Denki, su autoproclamado amigo (aunque, el título no le disgustaba del todo a Katsuki).

—Oye, Bakugo, ¿estás bien? — Dijo, acercándose, lo suficientemente bajo como para que otras personas no lo escucharan.

—¡A ti qué te importa, mierda! — Respondió impulsivamente y a la defensiva, echando a la basura cualquier intento de Kaminari por ser discreto.

Bakugo comenzó a caminar hacia fuera del edificio, seguido por el rubio eléctrico. Cerrando la puerta detrás de sí, habló.

—Está bien que estés preocupado— Decía, sentándose en las escaleras de la entrada de los dormitorios—. Es una emoción perfectamente racional. Estoy seguro de que Sero, Ashido, yo, ¡todos nuestros compañeros! Todos nos sentimos así— Invitó a Bakugo a imitar su acción y sentarse junto a él—. Pero lo mejor que puedes hacer es pensar en cómo lo recibirás cuando vuelva— Bakugo accedió a sentarse, aunque un poco alejado de él—. Porque va a volver.

Él no respondió más. Solo volvió adentro y se sentó en un sillón, conteniendo su ansiedad, un poco más cesada.

(...)

Sempiterno | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora