—Itachi, ¿Cuándo me ayudarás a practicar? —preguntaba un Sasuke menor que llevaba en manos su arco.
—La próxima vez que venga a casa —contestó Itachi mientras terminaba de acomodar las cosas en su maleta.
—¿Y cuándo será eso?
—Aun no lo sé, tal vez para mi próximo cumpleaños pueda venir de visita.
—Pero prométeme que me ayudaras —Sasuke se acercó más a su hermano mayor hasta quedar al lado de él.
Itachi levanto su mano para picar la frente de Sasuke. —Te prometo que la próxima vez que venga de visita te ayudaré, ahora debo irme.
Sasuke lo vio para sonreír. —Está bien, estaré esperando ansioso que llegue esa próxima vez, hermano.
La flecha tardo un segundo en volar, pero pareció una eternidad. Jiraiya uso su cola para tomar a Kakashi del cuello y apartarlo haciendo que lo soltará, se saco la flecha y uso sus alas para cubrirse de la otra, aun así soltó un gemido de dolor cuando esta le atravesó el ala.
Sasuke parpadeo, fue solo un instante, unos microsegundos, y Jiraiya ya se encontraba frente a él.
Había fallado, fue lo único que cruzo por su mente mientras veía los ojos furiosos del demonio clavados en él.
—Eres una verdadera molestia —pronunció Jiraiya tomándolo del brazo, aplico un poco de fuerza y el hueso de Sasuke se partió provocando que soltará un grito por el dolor. El demonio lo lanzó contra la ventana atravesándola. —Así ya no podrás usar ese estúpido arco.
Naruto estaba temblando, ni siquiera tenía tiempo para reaccionar a lo que acontecía a su alrededor. Sentía la penetrante mirada de Jiraiya sobre él como si fuera una sentencia de muerte.
Sai se puso frente al rubio extendiendo los brazos, como si aquello lo pudiera proteger.
Jiraiya soltó una risa. —¿Qué se supone que haces? —preguntó en tono burlón—. ¿Acaso quieres qué te mate dos veces? Quítate de mi camino estúpido fantasma.
El demonio iba a dar un paso cuando sintió algo en su pie, bajo la mirada, Kakashi estaba en el suelo, arrastrándose para poder sujetarlo del talón y detenerlo.
—Odio repetir lo que digo, pero ¿por qué lo sigues intentando? No logro entenderlo y te juro que esto me está molestando mucho —Jiraiya se agacho y tomo a Kakashi del cuello. —Dime, dime, dime. Solo dime, y le perdonaré la vida a todos en este lugar.
Kakashi estaba cansado, le dolía todo el cuerpo, necesitaba ir al infierno a descansar, pero mientras Naruto estuviera en peligro no podía hacerlo. En cualquier momento perdería la conciencia así que le costaba pensar con claridad en ese instante, ¿era buena idea confiar en Jiraiya? No, no lo era, pero ya no tenía más opciones.
Comenzó a murmurar algo —Lo hago porque... —Jiraiya acercó su oído para poder escucharlo.
El demonio de la lujuria puso una mueca de sorpresa al inicio para luego soltar una risa bastante sonora.
Naruto no entendía, ¿qué había dicho Kakashi?
—¡Estas maldito, estas maldito! —exclamó Jiraiya entre risas. —¡Estas maldito con la peor de las maldiciones!
El rubio frunció el ceño, ¿la peor de las maldiciones? ¿A qué se refería con eso? ¿Era algo malo? ¿Lo había provocado él?
—Está bien, tú ganas Kakashi esta ronda, pero no se va a quedar así —Jiraiya lo soltó. —Les estoy perdonando la vida, pero no que hayas arruinado años de trabajo, ten eso en mente. Ah, ahora ¿a dónde iré? Creo que regresaré a casa a descansar un poco —Jiraiya caminaba hacia la salida transformando su apariencia, ocultando de nuevo sus rasgos demoniacos. Paso al lado de Naruto, pero ya no hizo nada, solo siguió su camino.
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Mi alma, mi decisión
General FictionDesde hace mucho se rumorean los famosos "pactos con demonios" para ofrecer tu alma a cambio de lo que desees. Fama, riqueza, fortuna, poder, cualquier cosa. Pero Naruto solo quiere un amigo, y el demonio Kakashi esta dispuesto a darle lo que desee...