19.- ¿Bendecido o maldecido?

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— ¿Qué es el amor?

— ¿Eh? —Yamato dejó lo que hacía para girarse hacia Kakashi que tenía la mirada perdida en un estante de archivos.

— ¿Qué es el amor? —repitió Kakashi.

—Eso es algo muy complejo de explicar —respondió Yamato poniendo los expedientes que revisaba a un lado para darle toda su atención a su amigo.

—Me leí el reglamento dos veces, en ninguna parte dice que los demonios no pueden enamorarse —Kakashi sacó un pequeño libro de entre su ropa.

—No creo que sea necesario que lo diga explícitamente, es algo que como demonios ya sabemos, ¿no? Al final estamos en el infierno pagando por nuestros pecados, no de vacaciones —habló el castaño.

Kakashi soltó un largo suspiro. —Kurenai me dijo algo parecido, aun así, yo...

Yamato se quedó en silencio esperando a que Kakashi continuara, pero el demonio solo bajó la cabeza, dando vueltas una y otra vez a sus pensamientos.

—Te enamoraste de Naruto, ¿no es así? —dedujo Yamato, Kakashi asintió.

— ¿Es muy obvio? —preguntó Kakashi.

—Demasiado —contestó Yamato mientras afirmaba con la cabeza. —Ese día, aunque estabas completamente herido, pero tu mirada estaba decidida en protegerlo, y eso no es algo que haga un demonio.

Kakashi tiró el libro al suelo para luego llevar sus manos a su rostro. —No sé qué hacer Yamato, no entiendo porque me siento así. Cuando estoy con Naruto, es como si todo lo malo en mí no existiera, y eso me hace querer estar con él siempre.

—Me equivoque, no estás enamorado, estás perdido —el castaño negó con la cabeza reprobando el sentir de su colega.

—Estoy maldito —Kakashi apretó sus puños. —Alguien tan sucio como yo no debería de amar a alguien puro como Naruto, porque si estoy junto a él es para traerlo hacia su perdición. Ni siquiera sé por qué me siento así —el demonio comenzó a caminar de un lado a otro ansioso. —Es solo un alma más, tal vez si pongo esa línea entre él y yo pueda olvidar esto que siento, ¡sí!, eso haré, voy a poner distancia entre ambos y seguiré con mi trabajo.

—Así no funciona el amor —señaló Yamato. —No es un sentimiento que puedas cortar de un momento a otro solo porque sí.

— ¿No? ¿Entonces cómo funciona?

— ¿En serio no lo sabes? —Yamato lo vio incrédulo.

Kakashi bajo la mirada avergonzado. —Yo...nunca he amado, ni me han amado, esta es mi primera vez experimentando este sentimiento.

—Ah, vaya, lo lamento... —Yamato desvió la mirada incómodo. —Yo...si lo hice, y amar fue lo que me condenó en este lugar.

Kakashi se giró hacia su compañero para prestarle atención, pudo ver el rostro triste de Yamato; claro, nadie quiere hablar de sus pecados.

—Yo vivía en un pequeño pueblo... crecí en una familia "normal", en una casa "normal", viviendo una vida "normal". Ir a la iglesia los domingos era una obligación en esa época y en ese lugar, aunque yo muchas veces no comprendía del todo lo que hablaban, aun así lo hacía para poder verlo; Era un chico apuesto y agradable. —Yamato sonrió levemente al recordar, pero su expresión duró solo un instante para volver a aquella mueca triste. —Al ser un lugar pequeño convivimos toda nuestra vida, éramos mejores amigos, hasta que me di cuenta de que lo que yo sentía era más que eso —. El castaño hizo una leve pausa para girarse hacia su amigo. —Era el chico perfecto para mí, pero también era el hijo del pastor de la iglesia.

Mi alma, mi decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora