—Ahora todo tiene sentido...si me dormía en tus clases era porque drenabas mi energía demoniaca, ¿no es así? De otra forma me hubiera dado cuenta de lo que eres en realidad —decía Kakashi. —Al final mi intuición no me fallaba, había algo raro en ti.
Jiraiya no paraba de reír. —Tardaste mucho en descubrirlo, pero era de esperarse de un demonio estúpido de bajo rango, ¿por qué no te veo inclinándote ante mí? —hablo de forma arrogante.
—¿Por qué matas a estos humanos? —cuestionó Kakashi.
—¿Acaso debe haber un por qué? ¡Somos demonios! Me divierte que esas asquerosas almas destinadas a ascender al cielo se queden atrapadas en la tierra —contestó Jiraiya.
—Naruto hizo un pacto conmigo, su alma no irá al cielo —lo defendió Kakashi.
—Ese trato aún no está concretado, y un inútil demonio como tú aún puede fallar, ¿sabes qué pasará si eso ocurre, si mato a Naruto antes de que completes tu trato? Te quedaras como un maldito incubo, te convertirás en lo que tanto temes.
—Naruto, ¿puedes levantarte? —preguntó Kakashi.
El rubio hizo su mejor esfuerzo por recomponerse rápido, su mente estaba en shock, eran demasiadas cosas en tan poco tiempo—Sí.
—Entonces corre hacia la salida —indicó Kakashi yendo contra Jiraiya para atacarlo.
Naruto apenas iba a dar un paso cuando vio como Kakashi paso disparado junto a su lado, atravesando aquel armario. De nuevo sus piernas le fallaron; si el capital frente a él había sido capaz de hacerle eso a Kakashi, ¿qué más le esperaba a él?
—Ahora te voy a mostrar la verdadera forma de un demonio, Naruto —las marcas rojas en el rostro de Jiraiya parecieron brillar, de su cabeza brotaron dos enormes cuernos negros y de su espalda salieron sus alas las cuales eran distintas a las de ángel como las de Obito, estas eran negras, sin plumas; al final de su espalda salió una cola que se movía de un lado a otro.
—Ni se te ocurra tocarlo —Kakashi salió de entre los escombros. La diferencia de poder entre ambos era más que obvia, él hacia su mejor esfuerzo para no ceder ante la presencia abrumadora del demonio superior, y aun con todo en contra, estaba decidido a defender a su contratista.
—¿Por qué tanto esfuerzo en protegerlo? Solo es un humano más —habló Jiraiya.
—Porque su alma es mía—Kakashi fue una vez más contra el capital.
—Naruto, ¡sal de ahí! —gritó Sasuke desde la puerta.
Aunque el rubio lo escucho, no podía hacer nada; quería huir con todas sus fuerzas, pero no se movía.
—Vamos Naruto, tienes que ponerte a salvo —Sai estaba frente a él, estirándole su mano. Por un momento, pareció que el fantasma estaba vivo, Naruto la tomo, y finalmente pudo moverse para ir hacia la salida.
—El hecho de que lo defiendas, solo hace que quiera matarlo más —Jiraiya le tiro un golpe directo en el pecho, Kakashi sintió crujir algo en su interior, pero no tenía tiempo de pensar en el dolor, debía proteger a Naruto a toda costa.
Naruto pudo llegar a la salida junto a Sasuke, lo más lógico sería huir, pero ambos chicos junto al fantasma se quedaron ahí viendo a los demonios luchar.
—¿Qué hacemos? —preguntó Naruto apretando sus puños, no soportaba ver a Jiraiya arrastrando el piso con Kakashi, aunque tenía mucho miedo como para intervenir.
Sasuke no supo responder, la situación lo estaba sobrepasando.
—Hagamos un trato Kakashi. Déjame matar a Naruto y yo te prometo que no te convertiré en incubo, permitiré que sigas con tu trabajo normal —propusó Jiraiya.
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Mi alma, mi decisión
Fiction généraleDesde hace mucho se rumorean los famosos "pactos con demonios" para ofrecer tu alma a cambio de lo que desees. Fama, riqueza, fortuna, poder, cualquier cosa. Pero Naruto solo quiere un amigo, y el demonio Kakashi esta dispuesto a darle lo que desee...