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—Algunos dicen que el mono tiene la cara tan roja por el esfuerzo que hizo cuando se arrancó la cola—

Un beso fue plantado en la mejilla regordeta de Megumi, había quedado dormido despues de que Geto le contara una pequeña historia, su respiración pausada daba señales de lo profundo de su suelo, Suguro dio un cariño más antes de retirarse, cerró la puerta con prudencia, para no provocar algún sonido, afonía, miró su reloj, era temprano, Tsumiki seguiría conectada a su pequeña clase, así que tenia un poco de tiempo libre antes de comenzar a preparar la comida, el hechicero amaba elaborarla con los pequeños, era un momento familiar, así que podría cocinar algún aperitivo, al final del día volvería Satoru de su misión, un pequeño regalo para el molesto albino.

— MMM... ¿Una tarta?— Se auto cuestiono, realmente para Gojo cualquier cosa dulce era un buen presente, pero últimamente podía sentirlo más apagado. — Curry. — Dio un pequeño golpecito sobre el desayunador, la idea había llegado como un relámpago, prepararía un curry dulce, tarareó victorioso mientras buscaba en la alacena los ingredientes, realmente quien hacia las compras siempre era Gojo y los niños, los cuales se encargaban que este no gastara el dinero solo en dulces, y terminarán llenos de comida basura, como la llamaba Geto. Movió de un lado a otro, buscando con desdén, notando que no contaba con pasta de Curry y tampoco miel, chasqueó la boca como forma de protesta ante su molestia; Sus bebés estaban ocupados para que pidieran salir, así que sin más que recriminar tomó la decisión de ir en la búsqueda de sus ingredientes. 

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