CAPÍTULO 19

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*JANA*

Ya habían pasado dos días aproximadamente y solo hemos salido al jardín o hacer la compra ya que Kayla no quiere que salgamos, y en estos días la eh notado un poco fría conmigo, siempre está en su oficina hablando con su personal de seguridad, están llegando cajas que ese notan muy pesadas.

Ayer en la noche pude llegar a leer en una de las caja que decía "no tocar objetos frágil".

Ahora me encuentro en Carla en su habitación donde se está quedando a dormir.

— Enserio es muy raro de que un momento a otro este así – le digo a Carla, me acomode mejor en la cama.

— no es raro...ya eh visto muchas películas de éste estilo y déjame decirte que, los mafiosos se vuelven así y muchos son así, para no mostrar muy vulnerable y débiles – todo tiene sentido, pero conmigo no es necesario que este así.

— Te estás volviendo muy adictiva a esas series.

— te las recomiendo son muy buena.

— sabes, tengo hambre iré a la cocina ya vengo – me pare de la cama — quieres algo – nego.

Salí de la habitación para dirigirme a la cocina pero mientras más me acercaba a la escalera podía escuchar la voz de Kayla muy enojada, su voz se escuchaba dura, y daba mucho miedo.

No quise bajar, pero la curiosidad me mataba de que estaba pasando, baje lentamente por la escalera hasta llegar a la sala, me quedé atrás de la pared todos estaban de espalda, pero podía ver perfectamente a Kayla, con un hombre.

El chico tenía su cabeza apoyada en la mesa de cristal, kayla le estaba haciendo mucho fuerza se podía notar en el rostro del chico.

— ¡Quiero tener hoy mismo en mi maldita casa! ¡y si no lo traes ve despidiendo de tu familia! – le dijo varios golpes contra la mesa, yo no podía moverme, mis pies en un ma momento dejando de funcionar.

—¡ Y todo el maldito dinero que me dejes hijo de perra, lo quiero también! – solto al chico, el intento levantarse pero en el primer intento cayó, se veía muy mal, su lado del rostro que tenía en la cabeza, estaba sangrando mucho, labio inferior estaba sangrando su ceja derecha y tenía el ojo izquierdo un poco inflamado.

Puse a mis piernas a funcionar, subi las escaleras lo más rápido que pude, hasta de me había olvidado ir a la cocina, llegue a la habitación de Carla la cerré y pude notar su mirada de confundida.

— Creo que fue una mala idea ir a la cocina – Carla frunció el ceño, en busca de explicación.

— explicate, estupida me tienes asustada– me senté en una silla que tenía un escritorio.

Le conté lo que había visto bajo, y lo que había escuchaba, Carla no producía ni una palabra y eso me inquieta.

— Carla en serio había – le di un pequeño golpe atrás de su cabeza.

— ¡Oye! – se queja.

— no exageres – me pare de la silla, al pararme tuve que agarrarme de algo, al sentir un fuerte mareo.

— Oye ¿estás bien? – Carla se para al lado de mi.

Iba a responder, pero la puerta de la habitación se abre bruscamente, mostrando a una muy enojada.

— Te quiero en la habitación – me miro, para después mirar a Carla — y tu, Emma quiere pasar el dia contigo.

Y sin decir más salio dejando la puerta abierta, no se por que me dice que algo Saldrá mal si voy a la habitación, pero por mejor voy por la buena, se ve muy enojada.

Voltee a ver a Carla y tenia sus mejillas rojas.

— Ve, yo estaré bien – le dije, antes de salir me di un beso en la frente.

Fui a la habitación y Kayla no estaba ni en el baño, pero aún así me quedé a esperarla, me a sume por la escalera y vi a Carla salir por la puerta.

Entre a la habitación de nuevo y me asuste un poco no vi en cual momento había entrado.

— ¿Kay...que pasa? – intente acercarme a ella, pero tenia miedo.

— desnudate – dice de repente, ignorando la pregunte que dije.

— ¿qué?.

— lo que escuchaste, si no quieres que lo haga yo a la fuerza hazlo tu a la buena – podía notar en su voz que estaba molesta, y al parecer quería quitar su enojo conmigo teniendo sexo.

Me comencé a quitar la ropa muy lento pero pude notar en sus ojos desesperación, me lo quité rápido, pero mi cuerpo me estaba traicionando, me decía que esto que Kayla estaba pensando hacer era mala idea.

— Qu....que vas hacer Kayla – mi voz ya estaba temblando tenia un nudo en la garganta.

— no hables, acuéstate en la cama boca arriba.

— Kayla, no hagas eso que estás pensando por favor – me ignoro entro al baño, y salió rápido.

— Te estoy pidiendo que hagas las cosas a la buena, obedece una  maldita vez y acuéstate en la boca como te dije – pone una de sus mano en mi cuello no lo aprieta tanto pero se que tendré las marcas de sus dedos marcados.

Y sin aguantar más las lágrimas comenzaron a salir, me acosté como dijo, pude ver como se quitaba su pantalón y su blusa quedando en un top deportivo que cubría sus pechos, se bajó el boxer, así revelando una gran erección.

¿Tenia miedo? Si definitivamente si tenía miedo de lo que iba a hacer, y no tenía más remedio que hacer lo que Kayla diga, ella es una mafiosa, peligrosa.

— Amor....po...por favor no hagas esto – suplique.

— abre las piernas – dijo acercándose a mi.

Y como dijo abri las pierna con algo de timidez, se acomodo entre mis piernas y dijo:

— será rápido cariño....no prometo nada, que no dolerá o si.

Y sin esperar más, entro en mi de una dura y rápida embestida, lo único que pude hacer fue gritar, ya las lágrimas corrían por mis mejillas.

Seguía con sus embestidas rápidas, duras y profunda, me estaba lastima, pero las palabras no salían de mi boca, solo gritaba.

— Kayla....por favor....de...detente – realmente me estaba lastimando.

— en cuatro – salió de mi de golpe. Yo no podía moverme, y al parecer ella se dio cuenta ya que me agarró de la cintura dándome la vuelta, dejando mi trasero a su merced y mis pechos aplastados en la cama.

Me penetró nuevamente, y estaba vez más rápido, me sus manos en mi cintura y la otra en mi cabeza, sus embestidas eran muy brusca.

Sentía que en cualquier momento me iba a desmayar, sentía dolor en mi sexo.

— detente....po...por favor Kayla – ya estaba llorando, mi voz se escuchaba quebrada — me estas....la...lastimando mucho.

Escuche como gruño, y pude sentir el caliente de su semen en mi interior, dio unas embestidas más fuerte y salió de mi, y antes de cayera totalmente desmayada, kayla pronuncio algo, pero no la pude entender muy bien.





La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora