CAPÍTULO 13

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*JANA*

Me fui despertando por la luz del sol que entraba por la ventana, ni siquiera recuerdo dónde me encontraba,hasta que un golpe de recuerdo de anoche me llega a la cabeza.

Miro mi mano donde está el anillo, aún sigo sin creer que me haya casado con esta mujer que está durmiendo conmigo, espera. ¿Mujer durmiendo conmigo?.

Me giré despacio encontrándome con una hermosa imagen su cabello revuelto por su hermosa cara, que traía algunas rayas, se veía muy regalada y vulnerable, solo estaba tapada de la cintura para abajo.

Fui bajando mi mirada de su rostro hasta su abdomen muy marcado, su cintura es muy curvada y un poco bajo de su cintura de podía ver otro tatuaje más eran unas letras en francés o eso creo.

Baje mi mirada, para encontrarme un gran bulto por las sábanas, al principio creí que era la sábana, y no le di mucho importancia, pero la curiosa siempre me gana.

Con mucho cuidado fui bajando la sábana, me detuve por unos minutos al ver que se estaba moviendo, ahora se puso en una posición un poco incómoda pero agradable, baje la sábana con un poco de fuerza, la estaba agarrando con su cuerpo.

Al lograr mi objetivo, alce mi mirada a su rostro, sus hermosas pestañas, me sorprende tiene mucha.

Baje mi mirada nuevamente a su entrepierna, trague duro al ver lo grande se podía ver.

— No se como se hace un oral, pero lo quiero hacer – dice para mi — espero y no te molesto, aún no estoy lista pero te quiero complacer.

Me puse de rodillas en la  cama, tal vez Kayla no sienta nada, anoche estaba muy borracha.

Me puse entre sus piernas, agarre su short junto con su bóxer, al principio estaba muy dudosa de si hacerlo.

¿Y si lo hago mal? ¿ y si no le gusta? Dios que vergüenza.

Me armé de valor y fui bajando su ropa, al bajarla un poco se podía ver otro tatuaje más muy abajo de su abdomen estaba un poco más arriba de su miembro.

Termine de bajar su ropa con la  interior, hasta dejar libre su miembro, y santa madre de Dios, si que no era para nada chiquito.

— ¿cómo puedes tener tu Panchito tan grande Kayla?– le susurre

Con mucho nervios, tome su miembro con mi mano, kayla se movía bastante, cada vez que movía mi mano hacia arriba y abajo muy lento, podía escuchar como soltaba unos suaves, jadeos de sus labios.

Y sin pensarlo dos veces me lo entre en la boca, asiendo que Kayla despertará de golpe.

— Jana....qu-que haces – me dice con su voz agitada.

— te estoy complaciendo – le respondí sin dejar de mover mi mano.

—Mierda....Cariño sabes que no es necesario – mordió su labio inferior.

— si quiero, pero lo que no estoy es lista, Amor – hable — solo dime, si lo estoy haciendo bien.

Comencé a chupar su glande, mientras mi mano aún no dejaba de masajear, solo podía escuchar como Kayla soltaba unos suaves gemidos, sentí como enteraba sus dedos en mi cabello, y ella mismo me comenzaba a mover más rapido enterando su polla en mi boca.

Sentía sus piernas tendarse, creo ya esta apunto de correrse, gruñi varias veces al sentir como trata de enterar más su pene en mi boca , si sigue haciendo eso me voy a terminar vomitando todo.

Dio una última embestida a mi boca, para luego sentir algo caliente en mi boca, sentía que me estaba ahogando así que traté de sacar su pene de mi boca.

— lo....lo siento, debi de avisarte – me dice Kayla con sus ojos cerrados y su respiración muy agitada. Entonces creo que si lo hice bien.

—esta bien, estuvo muy bien.....aunque casi me ahoga – dije limpiándome — ahora ya se que de la mitad de tu pene no paso.

Me pare de la cama y fui rápidamente al baño, allí me quedé inmóvil pensando en lo que acabo de hacer, en este momento siento mucho vergüenza.

Me quite la ropa y encendí la regadera, enserio necesito Agua fría.

Al terminar salgo y voy al armario de mi ahora esposa, busco un bóxer en su cajón y una playera larga.

Salgo del Armario para encontrarme a mi esposa sentada en la orilla de la cama con una bata que le llega a la rodilla eso creo, tenía su mirada muy perdida.

— ¿Todo bien? – llamo su atención — Dios...¿te lastime? ¿No te gustó? – le digo rápido.

— No,no, no, nada de eso....de hecho estuve pensando, en lo maravilloso que hiciste eso, me sentí en el cielo – me agarra con sus dos manos mis mejillas de ambos lados, para luego depositar en beso en mis labios —me iré a bañar, luego iremos a desayunar.

Yo solo asenti, al escuchar que había cerrado la puerta del baño, me mordi el labio inferior y fui a la cocina.

Luego de unos minutos termine de preparar el desayuno, en la nevera no había mucho, hice pan tostado, tocino algunas fresas con banana y un zumo de jugo de naranja.

Escuche como la puerta de la habitación se cerraba, no hizo falta a que me girara.

— huele muy rico – me dice.

— hice lo que pude – le entregué el desayuno, para luego sentarme a su lado.

— ¿Y quieres ir algún lado específico? – me pregunta de repente.

— no se, donde quieras ir esta bien – le respondí.

— Vayamos a los Ángeles – deje de comer para mirarla.

— ¿hablas enserio?

— Si, hablo enserio – deja de comer para mirarme con el ceño fruncido.

— dios.....siempre quise ir a Los Ángeles – le dije casi en voz audible.

— entonces vayamos.

— me gustaría y mucho, pero también me gustaría llevar a Carla a mi amiga.....con ella me siento que puedo hablar cuando no estés.

— esta bien, cariño....esta noche iremos a Los Ángeles tu y tu amiga y yo nos vamos – se acerco a mi dándome un beso en la frente.

Desde muy chiquita siempre quise ir a Los Ángeles, pero por la mala economía de Turquía solo pude venirme a miami tuve que dejar a mi madre por su mala enferma su médico me dijo que no era buena idea traerla.

Y ahora estoy apunto de ir a los Ángeles y tal vez muy pronto traiga a mi madre conmigo.

La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora