CAPÍTULO 23

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*JANA*

Ya ha pasado una semana, y durante estas semana no me he hablando muy del todo con Kayla, solo me comunico con un.

Okay
Esta bien
Si
No

Son las únicas palabras que utilizo para hablar con ella, y la  verdad agradezco que me esté dando mi espacio, me es un poco difícil no hablar con ella, ya que le tengo mucho cariño y la amo pero me es difícil confiar que de verdad ya no va a volver hacer lo que me hizo dos veces.

Todos estos días me e quedado a dormir con Carla, nada más, aunque es raro, pero siempre nos divertimos a veces llega la secretaria de kayla hablar con carla, y yo pues tengo que salir a cualquier parte para darle privacidad.

Ahora me encuentro afuera, en el patio trasero en la piscina, necesitaba un poco de aire, ya que durante estos días me e sentido realmente mal, a veces cuando la nana de la casa hace mi comida favorita, solo con llegar el olor a mis fosas nasales, me dan náuseas, y me estoy agotando muy rápido.

La que necesito es un gran abrazo de mi madre, necesito ir al hospital, si cierto mi madre acaba de llegar el lunes, yo fui a buscarla al aeropuerto, y ahora la tienen en el hospital central privado de los Ángeles.

Me pared de la orilla de la piscina y me quedé quieta al sentir nuevamente ese mareo, camine hacia la cocina y me encontré a la nana.

— Oye nana – me senté

— ¿Que pasa mi niña? – sinceramente amo como me llama así.

—Quiero chocolate, y fruta con picante.

— como que ¿fruta con picante? – no se por que quiero eso pero se me antoja.

— si eso dije – baje mi mirada — por favor nana quiero chocolate y frita con picante – hice puchero.

Escuche que se río, y Asentio yo solo me quedé hay esperando lo que pedi, duele de unos minutos, al fin me dio el chocolate y las fruta con el picante.

Primero me bebi el chocolate que estaba muy rico, y no se diga de las fruta con el picante, más que rico en todo este mundo.

Termine de comer y me fui a la habitación que compartía con Kayla, busqué algo de ropa para bañarme, me desnude y me metí a la ducha, al terminar salir peine un poco mi cabello y me puse algo cómodo.

Salí de la habitación encontrándome a Carla que había salido por igual.

— hey hola – me saludo con un abrazo que correspondí.

— a donde ibas – le dije separando me de ella.

— bajo tengo hambre – me respondió — vamos ven, cuando subamos te daré algo.

Eso me dejo un poco intrigada ya que quería saber que me quería darla.

Bajamos a la cocina, Carla le dijo a la  nana que queria de comer y yo solo me quedé allí sentada al lado se Carla, le dije que mejor vamos a la sala a ver alguna película cuando que la comida esta.

Nos sentamos en el gran sofá, carla puso una película y estábamos en un silencio cómodo hasta que Carla habló.

— ¿todavía no haz hablo con Kayla verdad? – me dice con su vista en la televisión.

La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora