epílogo

566 34 1
                                    

Ambas chicas se encontraban en un helicóptero, si así es, estaban en una misión en busca de un mafioso traicionero, que vendía niñas, las violaban y luego las desaparecían repentinamente.

Kayla

Después de unos largos meses, pudimos encontrar su escondite, está a las afueras de la cuidad, en un bosque lleno de árboles, su casa era una mansión de manera elegante, Pero lastimosamente su vida acabará.

No sé por qué pueden llegar hacer tal asqueroso, tiene una familia, tiene esposa e hijos, y aún así se pone a violar a niñas inocentes de 12 y 8 años de edad, y hasta las vendía a otros mercenarios que no eran de mi banda.

Y bueno aquí estamos, ya han pasado 8 años, Sofía mi hija mayor que ya se está haciendo toda una mujer de 15 años, mientras que los pequeños tienen 6 años.

Y bueno al final de cuenta no me hice la famosa vasectomía, y cómo tengo una puntería y unos excelentes amiguitos, estoy esperando a otra niña, a penas tiene 8 meses y medio y aunque no quise que Jana viniera a esta misión, me obligó, y no tuve nada mas que aceptar, solo que no va hacer nada de esfuerzo.

— oye despierta ya llegamos – desperté a Jana que se había quedado dormida.

— hay....la espalda me está matando – se bajo del helicóptero, estirándose — mis pies me están matando.

— a ti todo te está matando.... Si quieres cuando lleguemos a casa te hago un masaje – dije de forma rápida cuando me dió la mala mirada.

— me parece bien, lo necesito – se puso un chaleco, especializado para ella con su panza grande.

Agarro armas, y navajas, formamos el equipo, claramente Jana iba a venir conmigo, pero detrás de mi, mientras que otros iban a rodeara casa, otros el bosque, y nosotros por la parte de atrás donde tenía casi poco vigilancia.

Nos paramos detrás de una pared, en completa silencio, y al escuchar un ruido me alarme, pero me tranquilice al ver que era Jana comiendo una barra de chocolate.

— no comiste antes de venir? – le pregunté.

— si pero tengo hambre – no me prestó mucho atención y siguió comiendo.

Teníamos que esperar la señal, de los demás para que nos del el visto bueno para proceder, y luego de unos segundos, nos dieron luz verde, salimos del escondite, pero Jana no dejaba de comer si barra, mientras tenía un arma en la otra mano.

— si supiera que hubiera sido así de cansado no hubiera venido – la mire sería —¿ Que?.

— me suplicaste que te dejará venir, y ahora te andas quejando, cuando ni la misión no ha ni iniciado.

Me miró mal, y luego se fue caminando, entrando repentinamente por la puerta de atrás, y comenzando a disparar mientras que nosotros también ayudamos, y avanzamos, la casa era grande, y tenía muchas trampas, que gracias a un hacker podíamos pasarlas sin problema.

Jana se fue por otro pasillo con seguridad claro, en busca de las niñas desapercibidas, mientras que yo iba en busca de ese desgraciado.

— Vamos Tomy ya sal de dónde estés, estás acabado – de la nada, alguien me empujó, de lado cayendo el arriba mío y el arma lejos de nosotros.

Me dió el primer golpe el segundo lo logré esquivar, dándole yo el otro golpe, nos paramos.

— sabes, pensé que tú serías uno de esos chicos que son muy buenos, Pero ahora que te veo eres una completa basura de mierda, ¿No te quieres despedir primero de tu familia ?  – el río.

La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora