CAPÍTULO 27

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*JANA*

Ya ah pasado un mes mi relación con Kayla va muy bien aunque a veces la nota un poco tensa y enojada, trato de alejarme un poco de ella, no quiero repetir lo mismo del pasado.

Ya fui al restaurante que la verdad verlo en persona es increíble es grande y vibrante, todo es muy hermoso y además de la oficina, es grande y muy espaciosa.

Obviamente Kayla me dio el 50% a lo igual que a ella, ahora me encontraba en la oficina del restaurante aún realizando y ayudando al restaurante ya que tenía algunas deudas pendientes, y para exagerar, kayla  no quiere que no vaya sin ninguna médi...

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Obviamente Kayla me dio el 50% a lo igual que a ella, ahora me encontraba en la oficina del restaurante aún realizando y ayudando al restaurante ya que tenía algunas deudas pendientes, y para exagerar, kayla  no quiere que no vaya sin ninguna médico o seguridad a mi lado.

Y durante todo este mes, me eh dando cuenta que mi vientre está más abultado de lo normal, la verdad no se si es normal, para un solo bebé, creo que va hacer muy grande por lo visto.

Ya estaba terminando de realizar unos pendiente hasta que la puerta se abre bruscamente dejando ver a una Carla sudada.

— ¿qué te pasó? – le dije algo preocupada.

— nada grave – me responde sentadose frente a mi.

— entonces por que est...– un fuerte olor llega a mis fosas nasales.

— ¿qué, que pasa? – vi como trago saliva.

— a poco no te da – le dije — ese olor a sexo recién — la mire y tenia sus mejillas Rojas.

— fíjate que no – se para — tengo cosas que hacer ya me vo– la interrumpi.

— si te se ocurra irte sin contarmelo – me pare de la silla apoyando mis dos manos en la  mesa.

Carla volvió a sentarme pero se veía nerviosa.

— suponga que conoces a Jessica ¿no?– le asenti — bueno justamente fue con ella.

Abri mis ojos algo sorprendida se supone que desde hace días no se llevaban nada bien.

— no lo puedo creer – le respondí aún algo sorprendida — no supuestamente te caí muy mal.

— pero no se que paso, ella se ofreció atraer pero es que dios mírala, es sexy hermosa, sus ojos marrones, ese cabello castaño su piel suave pálida, es toda caballerosa – me dieron ganas de vomitar — en fin llegamos aquí a su parqueadero, y ya sabes lo demás – se señaló.

Me dieron muchas ganas de reírme por lo cursi que llega hacer mi amiga a veces, pero mejor me lo conservo, ya que durante este mes de embarazo, no e tenido sexo y mis hormonas no exigen, pero mi maldito orgullosa siempre por delante, pero esta vez lo necesito.

La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora