CAPÍTULO 21

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*JANA*

Me había despertado por sentir el frío en mi cuerpo ya era de día la luz del sol no entraba muy bien en la habitación pero si dejaba alguna reflejo del sol por la habitación.

Termine de despertar por completo al sentir como me penetraban tan de repente, solte un fuerte grito, y por eso mi garganta la sentí caliente, estaba boca arriba, tenía mis ojos fuertemente cerrados por El Fuerte golpe, si sentía dormir ayer cuando Kayla me violó ahora lo siento el triple.

Decidí abrir mis ojos lentamente, pero veía borroso ya que las lágrimas corrían por mis mejillas, traté de aclarar la vista, hasta poder ver mejor.

Dirigí mi mirada hacia abajo, y luego hacia arriba, y si eran la mismísima poche, y al parecer violandome otra vez más a su gusto.

Sus embestidas eran igual que las de ayer duras rápidas y profundas, sus ojos que siempre eran azules celeste ahora se veían muy oscuros.

— Kayla por favor para, – el nudo de mi garganta no me dejaba hablar bien — detente Kayla......por favor.....detente.

— Callate, ¡Callate! – al final de esa palabra la termino gritando.

Aunque se sentía muy bien, no me estaba gustando su manera de estarlo haciendo conmigo.

Ya yo había llegado a un extremo orgamos donde me dieron las inmensas ganas de cerrar las piernas, pero Kayla me las agarraba, ella duro unos minutos más y luego de corrió dentro de mi dando una última y fuerte embestida.

Yo no podía pararme de la cama, me dolía todo, quería llorar, no quería hablar con Kayla a partir de ahora hasta que deje su comportamiento abusiva hacia mi.

Y así como pude me pare con algo de dificultad de la cama, ya que sentía mis piernas temblar, y mi sexo muy adolorido.

— Amor, lo siento deje llevar demasiado del placer – se paro de la cama, yo la ignore entre al baño y le di un portazo cerrándola.

Ya que estaba desnuda me metí a bañar, me quedé ahí sin hacer nada las lágrimas corrían por mi mejilla.

— Soy tan estupida, en firmar ese maldito papel de mierda – cierro la llave de agua bruscamente, y salgo voy al armario busco algo de ropa me visto y doy un respiro antes de salir.

Salgo del baño y me dirijo rápidamente a la puerta de la  habitación, voy a ir a la  habitación de Carla a ella es a quien necesito en este momento, kayla me llamaba y yo la ignoraba.

Si ella cree que la voy a perdonar esta vez esta muy equivocada, ya van dos veces que me a violado a la fuerza.

— Jana por favor escúchame no me ignores – segui tocando la puerta rápido y fuerte para que escuchara — perdón, te lo prometí, no se que me paso el placer era muy grande, y por más que tratara detenerlo no podía.

Tenia ganas de hablarle pero mi orgullo eran de más, al fin la puerta de abrio y yo sin esperar más entre y le cerré la  puerta en la cara.

— ¿Ahora que paso? – podía escuchar en su voz muy enojada.

— lo hizo de nuevo – le dije en un susurro, me dirigí a su cama y me acosté.

— Sabes, ahora si la voy a matar – iba a salir pero hablé.

— no Carla...ven vine aquí por te necesito – ella se acercó y se acostó del otro lado de la cama abrazandome por la espalda.

— no puedo creer lo imbecil que es, esa hija de puta.

— no te preocupes esta vez no la perdonaré – dije, la verdad tenía hambre pero no quería salir de la habitación.

—que tal si vemos una película así te distraes en algo – me pareció una buena idea.

— buena idea, oye tienes alguna comida por aquí – ella frunció el ceño — es que tengo hambre.

Vi como se paro de a cama e iba a su Armario abri uno de los cajones y saco unos doritos y chetos.

— eres mi más grande bendición – le dije.

Agarre las dos bolsas y comencé a comer mientras que Carla buscaba alguna película en la tele que tenía esta habitación.

Pasaron unas largas horas donde no salimos de la habitación para nada, a veces poché tocaba la puerta pero la ignoramos.

Pasamos desde la mañana hasta la noche en la  habitación de Carla jugamos, e hicimos otros de actividades más, desde la habitación de podía escuchar unos fuertes gritos de Kayla y unas voces más, no le restamos importancia y seguimos haciendo lo que estábamos haciendo, contándonos los chismes de cada día, y luego quedamos calladas de la nada al escuchar el sonido de pistola, sonó como algunas 3 o 4 veces seguidas.

Y ahora si me dio muchas más razones para quedarme a dormir con carla esta noche, carla y yo nos acostamos en la cama ya eran las 10 de la noche, y no tenía para nada de sueño mi cuerpo tenía miedo, por si alguien entraba a la  fuerza en la habitación.

— Oye pollita puedes estar tranquila, te aseguro que nadie va a entrar – carla trata de tranquilizarte — y si te hace algo yo me voy  asegurar que pague muy caro.

— la verdad no se que haría sin ti – le dije.

— tu vida fuera un desastre y muy aburrida – ambas nos reímos,

Al saber que es verdad ya que gracias a Carla pude conseguir el trabajo del restaurante, cuando llegue a Miami no sabia a donde ir, fue gracias a Lola una ancianita que me dio techo donde dormir y comer, hasta que un día salí a la calle fui al centro comercial, y estaba perdida ya que nunca  había ido a uno, y ahí fue donde encontré a la estupida de mi mejor amiga, me había  perdido le dije donde quedaba la salida más, ya que era nueva y el centro era muy grande, ella me ayudó a salir, y en la salida intercambiamos número.

Así pasaron los días, y le dije que necesitaba un trabajo para poner mantener, ya le tenía lo suficiente confianza le conté por que estaba aquí y mi situación económica, ella no me juzgue hasta que un dia me dijo que me ayudaria a conseguir trabajo donde ella trabajo como mesera, y así fue como comenzó nuestra hermosa amistad siempre nos peleábamos, pero era por amor, por que al final de todo terminamos viendo una película o saliendo algún lugar muy cariñosa.

A Carla la quiero como una hermana y siempre la voy a querés hacia por el resto de mi vida ella me ayudó mucho y yo le debo mucho favores, nos cuidamos mutuamente.

Ya me estaba quedando dormida, hasta que Carla me dice cosas cursi a veces siento que no estoy hablando con mi mejor amiga, me quedé dormida ya que por sus mimos en mi cabeza eran suave.

La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora