CAPITULO 44

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*JANA*

Estado en este auto unos minutos, minutos que me parecen eternos y muy estresante, no se por que siento que algo malo está pasando o va a pasar, miro a todos lados y solo veo mucha oscuridad.

Mire la pantalla de mi teléfono para chequear la hora, grave error tremendo susto que me di al escuchar como algo choca contra el auto se manera brusca y repentina.

— ¿ Que está pasando? – pregunta el chófer a través de su radio, pero nadie hablaba.

De repente vuelve el mismo choque, pero está vez son balas impactando contra el vidrio blindado.

El chófer acelero, pero solo llegó avanzar solo unos minutos hasta que el auto fue golpeado haciendo que salieramos del camino y haciendo que el auto choque fuertemente a un arbol y después todo se volvio negro.

— ¡Jana!, Jana despierta por favor – fui abriendo los ojos poco a poco, mientras aclaraba la viste, me iba dando cuenta ya que no estaba en el auto, ahora estaba en alguna tipo de casa.

Levanté mejor la vista y mire a todos lados, habían hombre con armas apuntando a otras personas en otra esquina, había una señora en silla de ruedas estaba un poco vieja, pero muy bien cuidada.

Mire a otra lado y estaba un hombre viendo a otra dirección, seguí su mirada y ay estaba kayla con un arma en la cabeza de diana mientras Kayla me miraba se forma preocupada.

— al fin despiertas ¿Estás bien? — me dice Kayla a lo que yo solo asiento e intento pararme, pero estoy amarrada en las piernas y brazos.

— dónde esta Sofía – le pregunto al instante.

— ya la sacaron de aquí no te preocupes.

Respire aliviada al saber que mi hija al fin está libre, mire a todas parte de nuevo y me fijé en diana que me estaba mirando con una sonrisa algo temorosa, pero que me daba igual.

Le volví la sonrisa de nueva, y me queje un poco al sentir un sabor metálico en mi labio.

— hay que lindo la parejita del año ¿Verdad cariño? –hablo aquel hombre.

— oh sí, todo esto es muy cursi – me respondió diana.

— tienes buenos gustos Kayla.

— y diana tiene uno malos gustos al elegir a usted – hice una mueca de asco, que al parecer eso lo hizo irritar pero a la vez se rió.

— que no quieres que te enseñe un verdadero pene de hombre.

— ay no que asco, con el de mi esposa me basta y te puedo asegurar que da unos orgasmos increíbles – mire a Kayla y tenía toda su cara sonrojada, cosa que me hizo reír, pero se me borró al instante al escuchar a diana.

— bueno en eso tiene razon Thomas, y de chiquito no tiene nada.

Vamos Jana controlarte, no puedes armar un escándalo aquí y que todos nos vayamos al carajo.

“malditas hormonas”.

— bien eso no importa – se acercó a mi, me paro de un tirón y me tiró al suelo al lado de la señora en silla de ruedas.

La Esposa De Una Mafiosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora