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- ¡Harry! - gritó Tia Petunia -. ¡Harry Potter, abre la puerta!
Harry bajó las escaleras de mala gana y abrió la puerta. Afuera estaba lloviendo fuertemente. No tardó en entrar Tia Marge, la hermana de Vernon, seguida por el tío de Harry. La mujer le dejó el paraguas en manos empapándole la ropa. Harry torció los ojos disimuladamente y lo dejó a un lado.
En cuanto se quedó solo con tío Vernon sacó el papel que llevaba guardando durante varios días. Era el permiso para las salidas que podía tener de ahora en adelante en Hogwarts, a Hogsmeade, un pueblito que quedaba cerca del castillo.
- Tío Vernon necesito que firmes este papel - le dijo.
- ¿Qué es? - preguntó.
- Nada... cosas de la escuela.
- Después si te comportas.
Harry suspiro.
- Me comportaré si ella lo hace - murmuró.
Cuando se asomó por la puerta de la sala Tia Marge reparó en su existencia.
- Ah, sigues ahí ¿Eh?
- Si.
- No digas si tan altaneramente. Agradece que Vernon te recibió - dijo Marge -. Estaría en un orfanato si lo hubieran dejado en mi puerta.
Luego se giró y vio a Dudley por lo que soltó un chillido y se fue a abrazarlo sin que él chico le prestara la más mínima atención.
- Sube el equipaje de Marge - ordenó Vernon.
Mientras lo hacía a Harry le hubiera gustado aplicar un hechizo para no empaparse con la lluvia. Colocó las valijas en la habitación de invitados. Para después bajar y atender la cena, cuando estaba terminando era su hora de limpiar,
- ¡Ey! - lo llamó tía Marge.
Estaban terminando de cenar. Marge le había entregado el plato al pobre perro para que lo lamiera, Harry lo tomó un poco asqueado para dejarlo en el lavaplatos y entregarle las copas a Tío Vernon. Luego Harry se quedó impactado viendo como esa loca le daba brandy al perro. Al darse cuenta que la miraba lo fulminó con sus ojos.
- ¿Qué miras? - lo regañó.
Se encogió de hombros y siguió lavando los platos.
- ¿Dónde estudia? - preguntó Marge.
- En San Brutus - contestó nuestro tío -. Es una buena escuela para muchachos difíciles.
- ¿En esa escuela reprenden con vara?
Harry miró a Vernon y este asintió. Pensó en Hogwarts y por poco se echa a reír.
- Si. Me golpean todo el tiempo.
- Excelente, no tolero esas tontas cursilerías de no reprender a quien se lo merece.
Harry se dio la vuelta, dándole la espalda para poder reír silenciosamente. Hogwarts era la mejor escuela que existía como para compararla con San Brutus. Era tan afortunado. Marge se creía cualquier tontería.
