La Limerencia entre Mundos || PJO, HP, Narnia

12. 𝓥𝓲𝓭𝓪

Harry quedó estupefacto con el corazón en un puño. Cedric estaba muy quieto, sus ojos castaños ocultos tras sus párpados cerrados. Colagusano extendió su varita y cuando la maldición imperio alcanzó a Harry, lo obligó a caminar, quedando atrapado contra la estatua que había movido su hoz para capturarlo. Colagusano caminó hacía el caldero y lanzó el pequeño bulto dentro. Con su varita apuntó a la tumba donde Harry estaba capturado y un hueso empezó a flotar.

- Un hueso del padre tomado sin permiso - recitó Colagusano.

El hueso cayó en el líquido. Luego, para su espanto Pettigrew se cortó la mano añadiéndola también a la extraña mezcla. Después, se giró a ver a Harry que sudaba asustado y dolorido.

- La sangre del enemigo - continuó -. Tomada por la fuerza.

Harry sintió el cuchillo enterrarse en la piel de su antebrazo y gritó de dolor. La hoja quedó roja por su sangre y el hombre, satisfecho, dejó caer unas gotas en el caldero que empezó a burbujear y se prendió en fuego. El caldero desapareció y una extraña figura empezó a formarse en el aire mientras Harry gritaba por el dolor insoportable que lo invadía.

Finalmente, la figura de un hombre quedó frente a Harry. Era calvo, en vez de nariz tenía dos pequeños orificios y sus ojos eran como los de un reptil. Lo cubrían unas vestiduras negras como una túnica. Pettigrew lo miró estupefacto mientras Voldemort caminaba hacía él.

- Amo - susurró.

- Colagusano - habló Voldemort -. Mi varita.

El hombre se la extendió al igual que el brazo que aún le quedaba. En ella se podía ver el mismo tatuaje que le habían visto a Igor Karkarov aquel día de la muerte de Barty. El señor tenebroso tocó el antebrazo y la serpiente de la marca empezó a moverse. En cuanto menos se lo esperaba, el cementerio estaba lleno de figuras encapuchadas y con máscaras. Eso le recordó a Harry el incidente del mundial, los seguidores de Voldemort.

- Bienvenidos, amigos - saludó Voldemort -. Han pasado trece años y aún así, aquí están frente a mi, como si todo hubiera sido ayer. La verdad me siento muy decepcionado, ninguno trató de encontrarme.

Dicho eso camino hacía las figuras y les arrancó la máscara uno por uno, haciéndolos caer de rodillas. Cuando solo una figura quedó en pie Voldemort camino hacía ella con sigilo,

- Ni siquiera tu, Lucius.

Le arrancó la máscara y este también cayó de rodillas.

- Mi lord - habló el hombre -. Si hubiera detectado una señal o pista de su paradero...

- Hubo señales, mi amigo, y más de una pista.

- Le aseguro, mi lord, que yo nunca he renunciado a la magia tenebrosa.

El hombre se quitó la capucha revelando la cara fina y elegante de Lucius Malfoy. Harry realmente no le sorprendía pero de todas formas lo miró estupefacto, se juró mantenerse a él y a sus amigos lejos de Draco, su padre era un mortifago. Eso era un riesgo, no se perdonaría si algo malo les llegara a suceder.

Su mayor desafío para lograrlo: Annabeth Chase.

>> Esta cara, que me he visto obligado a mostrar cada día desde su ausencia, es mi verdadera máscara.

- ¡Yo sí lo ayudé! - habló Colagusano pero se agazapó cuando Voldemort se acercó a él.

- Por miedo, no por lealtad - recalcó el señor tenebroso -. Sin embargo, me has sido útil los últimos meses colagusano.

En el lugar donde había estado la mano de carne apareció una de metal brillante. Colagusano le agradeció múltiples veces viéndola fascinado. Voldemort caminó hacía el cuerpo de Diggory y movió su rostro con su pie descalzo.