2. 𝑬𝒍 𝑪𝒖𝒂𝒓𝒕𝒆𝒍

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El calor era insoportable pero al menos la brisa era un consuelo.

Harry había cambiado bastante durante las vacaciones. No había crecido demasiado pero si se parecía increíblemente a su padre con ese nuevo corte de pelo, incluso sus ojos parecían más hermosos como los de Lily. Además había conseguido renovar sus lentes, ahora a pesar de ser redondos como siempre le quedaban mejor en cuanto a las proporciones de su cara.

No había hablado con sus amigos durante las vacaciones. A pesar de que parecía que su propia mente quería aislarlo de ellos pensaba constantemente en cada uno. Por el otro lado, la otra persona que rondaba su mente usualmente era Voldemort, no podía dejar de recordar su regreso.

Al llegar al parque se sentó en los columpios de un parque donde una madre llamaba a sus hijos porque se hacía tarde y debían volver a casa. Supo que la paz que lo invadía había terminado cuando Dudley y sus amigos aparecieron en el campo visual. Harry suspiró y se levantó para irse.

- ¿A donde tan apurada, primo? - escuchó hablar a Dudley.

- Hola, grandulón - saludó Harry volviendo al columpio con resignación -. ¿Ya golpeaste a otro niño?

- ¡Esto lo merecía!

Sus amigos asintieron.

- Cinco contra uno - murmuró Harry -. Que valientes.

- ¿Y tú qué dices? - preguntó Dudley, burlón -. ¿Vas a llorar otra vez esta noche? ¡Yo no le tengo miedo a una almohada!

Todos rieron. Era verdad, había llorado muchísimas veces. A pesar de que Cedric pudo salvarse, su cuerpo siendo golpeado por la maldición asesina una y otra vez, lo molestaba por las noches. También, la memoria del crucio atacando su cuerpo era especialmente dolorosa. Todos esos recuerdos le causaron pesadillas todo el verano.

- No, no, no mates a Cedric - rió su primo mirándolo -. ¿Quién es Cedric? ¿Tú novio?

Harry apretó los puños tratando de mantener la calma que estaba corriendo lejos.

Dudley continuó -. ¿Perdiste a tu mami? ¿Dónde está tu mami, Potter? ¿No está? ¿Se murió?

Harry caminó hacía su primo, en cuanto lo tuvo cerca le puso la varita contra la garganta. Dudley se quedó callado y muy quieto mientras sus amigos reían, sin comprender. El corazón de Harry latía a toda velocidad y luchaba para que las lágrimas de rabia no cayeran por sus mejillas.

Súbitamente el cielo se oscureció y el viento empezó a fluir con mayor rapidez, revolviendo el cabello de todos. Las nubes cubrieron por completo el firmamento azul y la temperatura descendió varios grados.

- ¿Qué hiciste, Potter? - preguntó Dudley.

- ¡No hice nada! - exclamó.

Los amigos de su primo salieron corriendo como el montón de cobardes que eran dejándolos solos a los dos en medio de lo que parecía una tormenta, un montón de nubes negras se acercaron a toda velocidad. Los dos chicos parecían petrificados viendo el cielo, pero después del primer trueno comenzaron a correr por el valle de regreso a Privet Drive.

La lluvia empezó a caer empapando su ropa. El cabello de Harry se unió a su frente mientras corría. La adrenalina recorría cada parte de su ser. No comprendía qué estaba pasando pero por cómo se sentía sabía que contenía magia. Llegaron al corto túnel subterráneo que conectaba con las casas. Estaba lloviendo escandalosamente. Las luces parpadeaban.

Harry se quedó muy quieto y se dio cuenta, todo eso ya lo habíamos sentido antes, las luces, el miedo, el repentino frío, todo tenía sentido.

- ¡Tenemos que irnos! - dijo apurado.

La Limerencia entre Mundos || PJO, HP, NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora