3. 𝑬𝒍 𝑪á𝒍𝒊𝒛 𝒅𝒆 𝑭𝒖𝒆𝒈𝒐

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Al final de la cena los maestros colocaron un nuevo objeto frente a las mesas. La cosa era una especie de pequeña torre dorada. Aunque pequeña era un término relativo pues era bastante alta, más que el director. Todos los estudiantes la miraban con curiosidad.

- Su atención por favor - llamó Dumbledore -. Quisiera decir unas palabras. La gloria eterna es lo que le espera al estudiante que gane el torneo de los tres magos, pero para lograrlo deberá sobrevivir a tres pruebas. Tres pruebas extremadamente riesgosas.

- Fantástico - dijeron Fred y George.

- Por esa razón el ministerio de magia decidió aplicar una nueva regla - continuó el profesor -. Para explicar todo esto, tenemos aquí al director del departamento de cooperación mágica internacional, el señor Bartemius Crouch.

Unos extraños truenos resonaron por el techo del gran comedor. Los Slytherin miraron hacía arriba sorprendidos, otros gritaron asustados. Sin embargo, no duró mucho porque un hechizo detuvo el desorden. Acababa de llegar otro hombre por las puertas de la zona de maestros. Era un hombre de cabellos despeinados, un rostro llenó de cicatrices y una especie de ojo mecánico.

- Ya vieron - susurró Ron -. Es ojoloco Moody.

- ¿Alastor Moody? - preguntó Hermione, como si no pudiera creérselo - ¿El cazador?

- ¿Cazador? - intervino Peter que por fin había salido de sus pensamientos por el ruido.

- De magos tenebrosos - explicó Ron -. Por él las celdas de Azkaban están repletas. Dicen que ya está completamente loco.

Todos se quedaron en silencio mientras Moody caminaba apoyándose en su bastón hacia el profesor Dumbledore que lo recibió con una apretón de manos. Después de eso el hombre se apoyó contra una pared para sacar una botella y beber largos tragos.

- ¿Qué creen que esté bebiendo? - preguntó Percy.

- No creo que sea jugo de calabaza - contestó Harry.

Con todo en calma nuevamente el señor Crouch se aproximó frente a la pequeña torre junto al profesor Dumbledore. Los Gryffindor lo reconocieron al instante como el hombre que los inculpó por la marca tenebrosa.

- Después de un largo análisis el ministerio decidió que por su seguridad, a ningún estudiante menor de 17 años se le permitirá postular su nombre para el torneo de los tres magos.

Las protestas no tardaron en llegar diciendo que eso era pura basura. Los chicos de Slytherin protestaban como locos. Dumbledore los regañó a todos haciéndolos callar para luego con un encantamiento de su mano deshacer la parte superior de la torre revelando una gran copa de la cual salían llamas azules.

- El cáliz de fuego - anunció Dumbledore -. Quien deseé participar en el torneo solo debe escribir su nombre en un pedazo de pergamino y lanzarlo a la llama antes del jueves a esta hora. Piénsenlo con mucho cuidado, de ser elegidos ya no habrá escapatoria. En este momento el torneo de los tres magos da comienzo.

(...)

Susan no estaba especialmente emocionada por la clase de Defensa contra las Artes Oscuras. Iba a extrañar muchísimo al profesor Lupin que era su maestro favorito. Por el otro lado, ella y Lucy estaban de acuerdo en que su nuevo maestro podía causar pesadillas con su sola presencia.

De camino a clase Draco se había encargado de ir a quejarse con Annabeth sobre la edad del torneo mientras Pansy le contaba a Edmund y Theo sobre el funcionamiento del ojo de Moody. Que podía ver incluso de espaldas y a través de objetos. Se encargó de perturbar bastante la mente de Edmund, su expresión la hacía reír.

La Limerencia entre Mundos || PJO, HP, NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora