3. 𝑨𝒅𝒐𝒍𝒆𝒔𝒄𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔

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La orden aterrizó en una calle desolada frente a un conjunto residencial. Los muggles que allí habitaban no parecían haber notado que varios sujetos extraños habían bajado de escobas mágicas. Como siempre, no habían visto nada.

Moody le puso un papel a Harry frente a los ojos.

"El número 12 de Grimmauld Place".

Harry frunció el ceño sin comprender.

Moody volvió a guardar el papel sin mayores explicaciones y dio tres golpes al suelo con su bastón. La tierra vibró bajo sus pies. El edificio empezó a cambiar: las paredes se movían, parecía que los edificios se separaban. Finalmente, el edificio dejó de moverse y una puerta con el número doce quedó frente a ellos. A simple vista era igual a cualquier otra, nadie imaginaría que estaba oculta por la magia.

Entraron por la puerta y un largo pasillo se abrió ante ellos. Al fondo del pasillo se escuchaban susurros detrás de una puerta azul, Harry frunció el ceño. Los demás pasaron frente a nosotros. Nymphadora le guiñó nos guiñó el ojo siguiendo con su camino, pero tropezó sobresaltando a Kingsley. Un cuadro comenzó a gritar improperios.

Harry se alejó lo más rápido que puedo de la señora gritona.

Ya con la puerta abierta Harry pudo ver las figuras que estaban en una especie de reunión. Como primera figura, justo en el centro de la mesa estaba sentado Sirius. A su lado, con Sirius pasándole el brazo por los hombros estaba Lupin.

No obstante, la señora Weasley apareció súbitamente por el marco y cerró la puerta, acercándose al chico.

- ¡Harry! - saludó Molly -. Que bueno que estés bien ¿Tienes hambre?

Harry asintió.

>> Temo que la cena tendrá que esperar hasta que termine la reunión.

- Si, sobre eso... - balbuceó él.

>> No, no hay tiempo para explicar. Suban las escaleras, la primera puerta a la izquierda.

Resignado hizo caso.

El lugar parecía bastante deteriorado y había muchos objetos bastante aterradores. Una voz atemorizante se escuchaba por el lugar murmurando cosas sobre la pureza de la sangre, mientras subía las escaleras pudo ver a un viejo elfo doméstico diciendo esas barbaridades. Lo miró con el ceño fruncido, amenazante.

Ligeramente asustado por su horrible mirada (como si quisiera matarlo) abrió la puerta listos para refugiarse en el cuarto.

La habitación parecía vacía, una cama y unos cuantos muebles pero en cuanto giró la mirada una gran mata de pelo castaño ya estaba frente a él y se vio envuelto en un fuerte abrazo.

- Harry- dijo Hermione, evidentemente aliviada -. ¿Están bien?

Harry asintió.

Percy, Lucy y Ron también estaban en la habitación.

>> Nos enteramos del ataque de los dementores. Deben contárnoslo todo.

- Déjalo respirar, Hermione - Percy la jaló para darle espacio.

Annabeth llegó a la habitación.

- Hola, Harry - sonrió la chica y lo abrazó -. Supimos lo de la audiencia en el ministerio ¡Es increíble! Ya investigue no pueden expulsarte. Es totalmente injusto.

- Si - murmuró Harry -. En estos días es muy común ¿Dónde estamos?

- Es el cuartel - contestó Ron.

- De la orden del Fénix - completó Lucy -. Es una sociedad secreta, Dumbledore la fundó la primera vez que pelearon contra quien tu sabes.

Harry suspiró. A pesar de estar muy feliz de verlos de nuevo, no podía evitar escuchar al diablillo en su hombro que le recordaba lo ocurrido en el verano. Había esperado sus cartas con ansias pero nunca llegaron, y esta vez no era culpa de Dobby.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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La Limerencia entre Mundos || PJO, HP, NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora